¿A dónde va China?

 


La burocracia

Esencialmente la burocracia de la URSS y la China de la revolución de 1949 tienen en común ser el sector dirigente de un Estado, obrero degenerado el primero y obrero burocratizado el segundo. Toda la base material de sus privilegios deriva de la administración de estados poderosos y que controlaban toda la actividad económica política y social dentro de sus fronteras.

Pero han nacido de manera muy diferente y durante el periodo “obrero” de esos estados han sido prácticamente antagonistas en la arena internacional. En primer lugar, el proceso degenerativo de la burocracia del Kremlin se dio en un periodo de auge de la contrarrevolución mundial, durante el ascenso del fascismo y el nazismo. En cambio, la revolución china se da en un momento de ascenso revolucionario de post guerra cuando en Europa del Este era expropiada la burguesía y se conformaban nuevos estados obreros burocratizados por la URSS. Esto sin olvidar que, durante su gestación dentro del vientre de la lucha de clases, el estalinismo fue descabezado por Chiang-Kai-Shek (1934). “El estalinismo mundial tendrá que conformarse en China con imponer o aconsejar su política a hombres que no son suyos. Se repetirá así la anterior relación con Chen: Moscú ordena no ya a sus hombres sino a un puñado de revolucionarios agrarios de pasado marxista y con concepciones ideológicas y organizativas estalinistas. Una de las consecuencias de la derrota final de la segunda revolución china será la desaparición de la burocracia, estalinista china.” N. Moreno, LAS REVOLUCIONES CHINA E INDOCHINA.

Con el enemigo japonés ya derrotado y frente al nuevo amo imperialista, el yanqui, Mao como todos los PC en el mundo llevan adelante la política de Frente Popular con las burguesías democráticas. “La bandera de China Popular sigue teniendo hasta la fecha cuatro estrellas que simbolizan el famoso “bloque de las cuatro clases” (burguesía, pequeño-burguesía, campesinado y proletariado). Pero, a diferencia de lo ocurrido en la década del veinte. Mao no se supedita ni organizativa, ni militar, ni políticamente al Kuomintang. Formalmente acepta la línea estalinista, pero sigue manteniendo una independencia total. Por otra parte, este frente popular era en realidad un frente antiimperialista contra el invasor japonés en ese momento el principal enemigo de China, como insistían los trotskistas rechazando las caracterizaciones de los sectarios.” N. Moreno, ídem.

Sin embargo, Chiang rompe ese frente atacando a las comunas patrióticas campesinas formadas al calor de la resistencia al invasor japonés. Con la revolución agraria como combustible fundamental de la movilización revolucionaria de los campesinos y la dirección militar del PC de Mao, Chiang es derrotado el 1 de octubre de 1949. Nace un nuevo estado obrero rompiendo todo el panorama internacional imperialista. Es decir, no fue una política de coexistencia pacífica con el imperialismo como promulgaban desde el Kremlin la que triunfó en China. Esa es una diferencia que quedó marcada por generaciones en la republica popular.

Desarrollo desigual y combinado

De todos modos, como toda burocracia todo queda supeditado al desarrollo de su propio estado y en ese sentido la teoría de la construcción socialista en un solo país no fue diferente en China. Pero es importante señalar estas diferencias. “Este gobierno será revolucionario porque va a unificar por primera vez a la nación y la va a independizar del imperialismo, apoyándose en la movilización de las masas; va a frenar la inflación y gracias a ello regularizará la marcha de la economía y erradicará para siempre el hambre de China. Llevado por la lógica de la revolución que lo hizo llegar al poder, iniciará la organización del movimiento obrero en las ciudades y promulgará una tímida reforma agraria en el sur, y confiscará al capitalismo burocrático, lo que lo llevará al umbral de la transformación de la China en un Estado Obrero. Desde un principio el gobierno muestra su carácter bonapartista y revolucionario al mismo tiempo, luchando contra la corrupción, el aburguesamiento y el burocratismo de sus cuadros.

Al poco tiempo de subir al poder tiene que enfrentar en Corea al imperialismo yanqui. Este enfrentamiento izquierdiza la política del gobierno y lo obliga a lanzarse contra los restos burgueses en el país. Se inician los grandes juicios contra los contrarrevolucionarios y la confiscación o transformación en sociedades mixtas de la mayor parte de las empresas capitalistas de China. Se transforma así el país más poblado de la tierra en un Estado Obrero. Si sociológicamente la existencia del Estado Obrero significa la transformación del gobierno en la dictadura proletaria, no cambia por ello su carácter bonapartista. Por el contrario, lo acentúa, ya que se inicia la etapa de la acumulación primitiva socialista.

Es así como China se transforma en un Estado Obrero con profundas deformaciones burocráticas, con un gobierno bonapartista revolucionario y no contrarrevolucionario como en la URSS, producto del desarrollo desigual de su revolución: el movimiento obrero industrial no jugó ningún rol determinante en su triunfo.” N. Moreno, ídem (resaltado mío).

Mientras tanto sus relaciones con la burocracia soviética se hacen cada vez más tirantes, hasta producir el rompimiento definitivo. Esta es una prueba suplementaria más de que son dos burocracias y gobiernos distintos no sólo por su política, sino por su formación. Desde 1960 este rompimiento se irá agudizando cada vez más.” N. Moreno, ídem.

Pero hay un mismo criterio burocrático en ambas burocracias y es que nunca podían ver a la revolución socialista de conjunto, internacional. Y eso se debe a que para ambas su supervivencia depende de conducir al estado (obrero, de transición, o capitalista directamente) de manera burocrática, sin apoyarse para nada en la democracia obrera, de los obreros industriales, en unión con los campesinos pobres. Fuertes contradicciones internas sumadas a la derrota del PC indonesio (1967) más la intervención yanqui en Vietnam, aíslan a China y esa crisis aflora con la llamada “Revolución Cultural”.

Producto del aislamiento, de su rol de árbitro entre clases y sectores de clases y entre las particularidades regionales, el maoísmo será a su vez una superestructura que para sobrevivir necesita esas condiciones, y tiende a crearlas.

El maoísmo es una consecuencia del retroceso y del curso desigual de la Revolución Mundial, que provocó primero el aislamiento de la resistencia revolucionaria al ocupante japonés, y el de la revolución de los campesinos pobres después, respecto de los obreros chinos asiáticos y metropolitanos. Es una combinación circunstancial, momentánea, del curso de la revolución mundial, que se consolida y forma un aparato.” N. Moreno, ídem.

El giro al capitalismo del maoísmo

Ya en la década del 60 con el plan de las “cuatro modernizaciones” de Zhou Enlai, presentadas en 1963, el maoísmo presentó lo que a partir de 1977 llevó a la práctica Deng Xiaoping. Pero antes de eso China debía tomar relaciones con la principal potencia hegemónica mundial y la llave para su reinserción en el mercado mundial: los EEUU. Y en realidad, habría que hablar de reinserción y no de restauración capitalista. Restaurar es hacer que algo deteriorado o diferente de como era antes vuelva a su estado original, por eso se restauran cuadros, esculturas o incluso edificios. Restaurar el capitalismo en China no solo implica el retorno de la antigua burguesía sino también colocarla como semicolonia de algún país imperialista.

Henry Kisinger viajo a China con el objetivo de acercar al gigante asiático para hacer que se abra al mercado mundial y por esa vía a su recolonización. Ese viaje secreto de Henry Kissinger en julio de 1971 a China donde se entrevistó con Zhou Enlai fue hecho engañando al mundo diciendo que padecía una enfermedad y se tomaría un descanso en una residencia en Pakistán. ¿Habrá China engañado a Kisinger de sus verdaderas intenciones? Luego de esa entrevista se realizó la visita de Nixon en 1972. El giro a la derecha debía reflejarse. En 1975 una nueva constitución garantizaba a los campesinos a poseer como propiedad privada una pequeña parcela. Con la muerte de Mao en 1976, Deng Xiaoping, rehabilitado en 1973, es el nuevo líder de la burocracia y su política. A nivel internacional fue el apoyo a Pinochet, a la UNITA angoleña, a Marcos en Filipinas, la invasión a Vietnam, etc. Visto a la distancia China debía hacerse de la confianza de las potencias imperialista para su reinserción.

Las inversiones no tardaron en llegar ya que la mano de obra china era la más baja del mundo. En un artículo de Correo Internacional con el título de “Las reformas económicas de Deng Xiaoping” firmado por Garmendia, Coat y Greco, se afirmaba que “Durante la primera mitad de 1985, China firmó más de 1700 contratos y acuerdos con países y empresas extranjeras”. Algo parecido ocurría en las relaciones comerciales con Hong Kong en donde las inversiones capitalistas eran reciprocas “lo que haría del gobierno chino el principal inversor” en el entonces enclave. Que esto hubiera provocado cierto anarquismo en la producción no le quitaba la absoluta conducción de la línea del PC ya que para evitar que las inversiones se produjesen en los sectores de energía y logística, estos eran subsidiados para mantener bajos sus precios y no tentar inversiones extranjeras allí.

Esto fue haciendo crecer las contradicciones internas. Diferenciaciones salariales, crecimiento económico en sectores campesinos, pero también una migración que paulatinamente iba del campo a la ciudad, el resurgimiento de la inflación e inestabilidad en el trabajo. Esto fue creando las condiciones para exigir una apertura democrática que, en ese tiempo, pero con otros resultados también se abría en la URSS con la perestroika y la glasnost. Al gobierno del PC chino jamás se le cruzo por la cabeza esa idea que si había avanzado al calor de la profunda crisis que atravesaba la burocracia de la URSS. Y cuando llegó la rebelión de Tiananmen la aplastó sin misericordia. El Ejercito, el 4 de junio de 1989, disolvió una movilización de más de 100.000 obreros y estudiantes provocando miles de muertos. Tan diferente fue esto a la caída del muro de Berlín que en China el PC siguió conduciendo los destinos del país y la simbología (banderas, reivindicaciones históricas, etc) no cambió para nada. Por eso, el camino de la reinserción al capitalismo mundial era consciente y voluntaria. Pero ¿Con qué objetivo?

Un pronóstico equivocado

En el artículo citado anteriormente los autores se preguntaban ¿se restauró el capitalismo en china? Y se respondieron que, si las conquistas de la revolución y su triunfo “no es superado por un triunfo contrarrevolucionario, es decir por un aplastamiento político y militar de las masas chinas” eso no sería posible. Pocos años después Tiananmen les daría la razón. Sin embargo, la política “restauracionista” de la burocracia haría, para estos autores, que China volvería a convertirse en una semicolonia del imperialismo. “El debilitamiento económico la hará más permeable, menos resistente frente a un sistema económico mundial dominado por el imperialismo. Este aprovechara ese debilitamiento para intentar hacer retroceder a China a la situación semicolonial que sufría antes de la revolución” Ídem. Pocas páginas después en otro artículo comparaban a China con los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwan, Singapur, Hong Kong) y que China como aquellos iba a depender exclusivamente de sus exportaciones: “El comercio exterior de Corea del Sur mueve un volumen de 67% de su Producto nacional bruto, lo cual es una tasa altísima. Pero es ampliamente superado por Taiwan con el 89%”.

Todos esos países son pequeños y sin grandes recursos y los separa de China en algo que Garmendia, Coat y Greco no tuvieron en cuenta, carecían y carecen de un mercado interno. El capitalismo de estado dirigido por el PC chino según los números que se cuentan luego de 40 años de reformas económicas son incontrastables: 1) Entre 1978 y 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) de China pasó de US$150.000 millones a US$12.240.000millones (según cifras de la ONU). 2) Solo en Pekin, en 1979 había 77.000 autos y 5,6 millones de bicicletas para transitar y en 2018 8,5 millones de autos y 2 millones de bicicletas. 3) Entre 1978 y 2018, China sacó a 740 millones de personas de la pobreza (según la Oficina de Información del Consejo de Estado y la Oficina Nacional de Estadísticas de China) 4) China se ha convertido en uno de los principales exportadores mundiales de estudiantes de educación superior 5) La población de China por grupo de edad también experimentó una transformación significativa: está envejeciendo. 6) Para 2018, los jóvenes chinos tienen el doble de probabilidades de ser dueños de su casa si se los compara con sus similares estadounidenses. Datos extraídos de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46595825

Y para rematar, China lejos está lejos de ser una semicolonia de algún imperialismo, al contrario, le está disputando la hegemonía mundial al imperialismo yanqui. Ya lo supera en PBI, comercio exterior y probablemente no pase mucho tiempo en innovación tecnológica y sobre todo militar. Entonces, volvamos al sano empirismo de Lenin si no somos capaces de analizar las cosas en su totalidad. Esa totalidad que hace a los fenómenos, a las políticas y al devenir de la historia.

¿Regímenes incompatibles?

Vale hacerse esta pregunta porque no solo se trata de quien hegemoniza y dirige los destinos de la humanidad sino también de qué manera, con qué régimen internacional. Ya conocemos por el artículo “¿Goodbye tio sam?” de que se trata y trató el régimen internacional del imperialismo yanqui. ¿Cuál sería la forma del régimen internacional bajo la hegemonía de China?

La idea del capitalismo de estado dirigido por el PC en China es la de un rol fundamental del estado dirigido por una burocracia que no puede ni podría sobrevivir sin una férrea conducción de dicho aparato estatal. A diferencia de Rusia en donde el régimen de la putinklatura es diferente y existe, bajo un férreo control burocrático, allí existen otros partidos políticos y una crisis política con flujos y reflujos. La pregunta es, ¿llevará China, como lo hace EEUU, un aparato mundial enquistado en todos los estados capitalistas donde tuvo desde gobiernos militares o civiles propios hasta ONGs disfrazadas de inocentes fundaciones? El estalinismo como aparato internacional trabajaba con sus partidos comunistas satélites fundamentalmente o con aparatos aliados similares (como el castrismo, por ejemplo). Es probable que China lo haga de la misma manera sin importarle cual sea el régimen interno político de determinado país. Aun sin precisar esta cuestión, algo resulta inequívoco, el régimen imperialista yanqui es incompatible con el capitalismo de estado del PC chino. Las diferencias son sociales, de sectores de clase y, sobre todo, en qué se asienta cada uno de esos poderes. Fundamentalmente financiero el primero y estatal burocrático el segundo. Ambos modelos son los que pugnan en cada país en un enfrentamiento sin cuartel.

La otra pregunta que surge es ¿para qué? Si el PC chino llega a hacer prevalecer a China como primera potencia mundial ¿solo es por un orgullo nacional? No podrían repartirse el mundo como lo hizo Stalin con Roosevelt. Las cartas ya están echadas, tanto uno como el otro saben que uno de los dos está de más.

¿Vuelve el marxismo del siglo XIX?

China ya no es más aquel país con una mayoría abrumadora de campesinos. Hoy posee una de las clases obreras más numerosas del mundo y en donde probablemente más conflictos obreros en términos absolutos haya también. Siempre es interesante visitar la página del China Labour Bulletin. Según esta página esta fue la evolución de los conflictos en los últimos 10 años:

2014: 1378; 2015: 2275; 2016: 2670; 2017: 1258; 2018: 1707; 2019: 1384; 2020: 804; 2021: 1095; 2022: 829 y en lo que va de 2023: 387

No todos esos conflictos son huelgas y mucho menos como la enorme huelga de Yue Yuen de 2014, la mayor parte son reclamos por sueldos atrasados y condiciones laborales. De todos modos, refleja una pujante clase obrera que hace valer sus derechos en medio de una China con fuertes rasgos de orgullo nacional frente al resto del mundo capitalista. ¿Esta clase obrera china podrá superar a la dirección del PC chino y que surja una nueva dirección obrera e internacionalista? Es cuestión de que comprenda el enorme poder que posee para que surjan esos nuevos dirigentes. Tal vez no sea en el corto plazo, pero seguro esa clase obrera podrá más temprano que tarde en ponerse en contacto con sus hermanos de clase del resto del mundo. La existencia de esas luchas es lo que nos hace ser optimistas.

Es prácticamente decisivo que las clases obrera china, norteamericana, europea y rusa tiendan puentes porque son las únicas capaces de evitar un enfrentamiento que involucre armas atómicas. Es verdad que la revolución socialista puede surgir en países atrasados, pero hoy eso sería anecdótico en el sentido que más que nunca esa revolución necesitará del apoyo de las clases obreras de las potencias mundiales.

Otra pregunta o duda que surge es si China empujara por una planificación bonapartista burocrática de la economía mundial capitalista. China es la demostración de que eso pudo ser llevado a cabo en un país de 1500 millones de habitantes. Ese es otro motivo por el cual es incompatible con el régimen imperialista norteamericano. ¿Qué pasaría entonces, bajo ese modelo, con las fronteras nacionales? ¿Qué desarrollo tendrían otras regiones del mundo bajo un régimen internacional de ese tipo? ¿Habría una división burocrática internacional del trabajo o los países podrán desarrollarse por fuera de esa imposición internacional impuesta hasta ahora por el imperialismo? Y la pregunta más importante ¿El socialismo, sistema mundial, podrá abrirse paso si los países más importantes del mundo están bajo ese régimen capitalista de estado? Es decir, por otra vía, ¿volvería a imponerse la vieja teoría marxista del siglo XIX de la construcción del socialismo? Marx estaba convencido que la revolución solo se podía dar en los países adelantados que poseían una importante clase obrera y en su época eran pocos y China a su manera lo que hizo fue invertir la relación campesinado – clase obrera muy a favor de ésta última y convirtiendo al país en la principal (o casi) potencia mundial. Si este modelo fuese impuesto en otros países lo que se vería es un crecimiento enorme de la clase obrera o de una clase trabajadora con una enorme tecnificación. Esto incorpora al panorama internacional y al desarrollo de la revolución mundial a su sujeto social, a la clase obrera mucho más que en el siglo XX y sus revoluciones.

Esto no hace otra cosa que validar aún más la teoría de la revolución permanente. Ahora ¿Cómo distinguimos en un momento y lugar concreto la pelea entre revolución y contrarrevolución? porque no existe un statu quo a escala mundial entre la revolución y la contrarrevolución. ¿Qué factores favorecen a la revolución o van en contra de la contrarrevolución? ¿Cómo hacer surgir nuevos dirigentes revolucionarios al calor de las luchas para resolver el problema del sujeto político? El tema central sigue siendo el democrático, la revolución permanente ha tenido un freno y es la falta de democracia obrera y para hacer que ese eje sea permanente no hay otra forma que no sea llevarlo a la clase trabajadora y ser su dirección. Prácticamente ese debe ser el centro de cualquier organización revolucionaria, no otro, es mucho más importante que el pantano electoral de la democracia burguesa. El devenir del desarrollo de la revolución mundial depende de ello. Y ya bastante nos dio el siglo XX con sus revoluciones “desiguales y combinadas” en donde las tareas de una clase la cumplieron otras clases, revolución china incluida.

No creo que estas sean preguntas invalidas y como plantee en el artículo Tiempos de Cambio repito esto que nos dijo una vez Nahuel Moreno “No digamos más: Seguro las cosas van a ser así. Digamos: El desarrollo político es en base al desarrollo desigual y combinado; todos los días viene algo nuevo, entonces todos los días tenemos que volver hacia atrás para hacer teoría, porque somos políticos y lo político es responder todos los días a situaciones nuevas. Hay que terminar con que las cosas se repiten mecánicamente.” Escuela de Cuadros Argentina 1984. Pensémoslo, solo eso.

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