2019: Panorama Mundial


Una Etapa de Cambios: 2° Round



El oportunista ignora la revolución mundial y no tiene política para desarrollarla. Es así como se abandona todo planteo, por parte de Nin como de Molinier-Frank, o Kamenev-Stalin en Rusia, de desarrollo de la revolución mundial. El revolucionario, por el contrario, le da tanta importancia al desarrollo de la revolución mundial como al proceso revolucionario de su propio país, denuncia al gobierno como agente de la contrarrevolución mundial, planteando consignas como la Federación de Repúblicas Socialistas Europeas y otras variantes por el estilo, atacando el carácter chauvinista del gobierno frentepopulista.” Nahuel Moreno, Carta a los camaradas del POSI español del C.C.

Esta observación de Nahuel Moreno a sus camaradas españoles allá por fines de 1981, estaba centrada en la polémica surgida con la corriente Lambertista francesa (OCI) en relación al gobierno de Miterrand. Me permito extenderla no solo a los gobiernos frentepopulistas al frente de un estado imperialista como el francés, si no también a cualquier estado imperialista o potencia regional tenga un gobierno frentepopulista a su frente o peor aún, un gobierno dictatorial u autoritario. Es decir, ver la totalidad, a la que llamamos “revolución mundial” como un proceso con sus particularidades regionales o nacionales y por encima de estas, dejando de lado todo “nacionalismo”, ese es el objetivo de un panorama político mundial que colabore o aporte a los sujetos revolucionarios que intervienen a nivel internacional.

Este artículo continúa el planteo del Panorama Mundial del 2018, en el que se levanta la tesis de que estamos viviendo una etapa de cambios sobre el liderazgo del sistema mundo capitalista. Repasar ese artículo servirá de introducción a lo que se expone aquí.

2018: se intensificó la pelea por el liderazgo mundial.

Durante el año pasado se echó más luz sobre este asunto, el principal, sobre el cual orbitan todas las crisis políticas nacionales o regionales en el mundo. Se llega a un cierre del año con la reunión del G20 en Buenos Aires en donde fracasa toda la diplomacia mundial y solo se logra una tregua en la guerra comercial entre China y EEUU. La FED, el tesoro de los EEUU o su Banco Central, frena el alza de sus tasas a fin de año, la misma que durante el año 2018 hizo entrar en pánico a gobiernos como el de Macri en Argentina o el de Erdogan en Turquía. Cada vez que la FED sube la tasa es como alguien que saca una pieza del Jenga para colocarla en la parte superior con el riesgo que se venga abajo toda la “torre” del sistema capitalista mundial. Esa es la fragilidad de la economía mundial capitalista en este momento.



Esta disputa se refleja en todo el mundo. El régimen imperante después de la segunda guerra mundial fue el régimen imperialista yanqui y europeo que fue debilitando a su contrincante burocrático stalinista o maoísta hasta derribarlos. Éste régimen yanqui (para resumir) es el que hoy se debilita cada día más. Tan es así que sus triunfos superestructurales se basan en el surgimiento de fenómenos políticos que expresan su peor cara en un fascismo senil, que no tiene la otrora movilización de masas del joven y pujante fascismo de Hitler o Mussolini. Esto no les quita peligrosidad ya que desde la superestructura actúan todo lo posible golpeando tanto a sus contrincantes en la pelea mundial como a los revolucionarios y podría llegar a crecer. Pero es evidente que tienen muchas debilidades en lo estructural, en las calles y en cualquier lucha popular. El gobierno de Trump y sus gobiernos lacayos reflejan los manotazos que tira un boxeador que no ve bien a su contrincante.

Las decisiones que toma el imperialismo provocan crisis en su seno, como sucedió al anunciar Trump su “retiro” de Siria. Renuncia del secretario de Defensa y del Responsable de la coalición anti-ISIS por serias diferencias con el presidente. Su intervención en la crisis que vive Venezuela es más propio de un matón y bravucón que no sabe cómo controlar su patio trasero. Otros tiempos eran los de Kissinger quien organizaba golpes de estado en una serie de años en América Latina. De todos modos no deja de ser peligroso ya que puede causar una guerra en su “patio trasero” que se le puede meter en la cocina de su propia casa si se sale de cauce. Casa en donde ya se habla de socialismo en círculos dentro y fuera del Partido Demócrata donde surgen nuevas estrella a la izquierda de su staff tradicional.

Los centros de la revolución mundial

Debido a este enfrentamiento global y a los gobiernos progresistas que fracasaron en su administración capitalista sin cortar la cabeza de la víbora en su nido cuando tuvieron oportunidad, se vive una especie de revitalización de gobiernos neoliberales en Argentina, Brasil, Perú, Colombia en América Latina pero también en otras partes del mundo. Sin embargo si pasó una década o más en su anterior aparición post caída del muro de Berlín, hoy las masas hacen más rápida la experiencia desnudando a los nuevos personajes que lo llevan adelante.  La lucha del pueblo húngaro contra el neo fascista Orban tal vez sea el mejor ejemplo de esto.

Por eso el año pasado arrancó con enormes movilizaciones en Irán contra el ajuste, siguió en Túnez y en varios países de Centroamérica generando, también gracias a una vida de miseria, a la masiva emigración a las fronteras de los EEUU por un lado o la de Venezolanos a países de Sudamérica por el otro pero también una heroica rebelión juvenil contra el régimen de Ortega-Murillo. Varias luchas atraviesan el istmo centroamericano.

Pero las luchas no dan tregua de norte a sur y de este a oeste en esta esfera azul. Desde las masivas y victoriosas huelgas docentes de Virginia y otros estados de los EEUU hasta la fantástica huelga de los maestros de Los Ángeles, llegando al tremendo paro general (el segundo en pocos años) en la India donde pararon centenares de millones de trabajadoras y trabajadores pasando por la rebelión de los chalecos amarillos franceses que tienen casi Knock Out a Macron y la lucha de semanas del pueblo haitiano por derribar a su gobierno, casi  no hay país del mundo sin una situación de crisis política y social. En donde no parece haberla es prácticamente a causa de una dirección sindical y política traidora a más no pedir.

Es difícil definir un centro específico donde la revolución parezca hacerle frente a toda esta barbarie. El tercero en discordia, el pueblo trabajador, campesino y popular, lucha como vemos, en todos lados. En EEUU y en China también, aunque con menos perfil y espectacularidad: 1700 conflictos de todo tipo recorrieron el gigante asiático durante 2018.

También es difícil a nivel de la dirección encontrar fenómenos independientes que tengan influencia de masas y enfrenten tanto al imperialismo en decadencia como a los chinos y rusos diferenciándose de ambas direcciones a nivel global y local. Cualquier proyecto capitalista no tiene más remedio que ser lacayo de uno u otro. Sin embargo la única revolución cuyo proyecto y programa es independiente de las potencias, más allá de acuerdos tácticos y coyunturales,  existe y es la revolución de Rojava en el norte y este de Siria.

Esta revolución además tiene una particularidad que es al mismo tiempo su centro: la igualdad de género y la liberación de la mujer y las disidencias sexuales. Es uno de los bastiones del fuerte movimiento feminista a nivel mundial y hasta hace unos pocos años atrás casi su vanguardia exclusiva que logró extenderse desde el “ni una menos” de junio 2015 en Argentina, las huelgas del 8M en el mundo con gran destaque en España, las luchas por el aborto legal seguro y gratuito (Irlanda, Polonia, Argentina, etc) y la marcha de las mujeres contra Trump, a nivel internacional provocando una nueva ola feminista mundial. Gracias a esa revolución, hoy, uno de los monstruos reaccionarios creados por el imperialismo y las potencias regionales, el Estado Islámico, ha sido prácticamente derrotado.

Las YPJ (unidad de defensa de la mujer) luego de liberar Al-Raqqa, “capital” del ISIS en Siria.

Y sin duda alguna, Medio Oriente y esta revolución son desde hace varios años uno de los centros de la revolución mundial. Ignorarla o “ningunearla” es no estudiar la realidad objetivamente, y no ayuda a clarificar diferencias y llevar adelante discusiones sobre su programa y realidad. Es como si no le hubiéramos dado importancia a la revolución polaca de Solidarisnoc (1980), o a la revolución sandinista o a la iraní - ambas de 1979 - o a la de los claveles de 1974 en Portugal de las cuales se hicieron importantes análisis.

A nivel de sectores (sindicales, políticos, sociales, de género etc) nos encontramos con una enorme vanguardia independiente pero aún sin el desarrollo y la experiencia revolucionaria que tiene la dirección de una revolución. Eso tiene una enorme importancia sobre todo a los que nos postulamos por dirigir una. Es la ventaja que existe en este momento, no existe como en el pasado poderosos aparatos contrarrevolucionarios con influencia entre las masas a nivel internacional, como lo era el estalinismo. Si hoy fuese así no nos encontraríamos con esa vanguardia rebelde e independiente. De todos modos esos aparatos tienen influencia local pero no arrastran tras de sí a multitudes a nivel internacional.

Probablemente, al existir una crisis sistémica del capitalismo mundial, haya una multiplicidad de centros en donde la movilización revolucionaria se logra instalar. Si sacáramos una foto hoy, sería Rojava, Haití, Venezuela, EEUU y Francia seguramente. Esto refleja lo desigual del desarrollo de las condiciones objetivas (las luchas a nivel mundial) respecto de las necesidades subjetivas (la dirección revolucionaria). Una dirección revolucionaria internacional tiene que darse una política para desarrollar la revolución mundial tal cual lo plantea la realidad. Seguramente la construcción de esa dirección revolucionaria internacional no sea fácil, pero seguro tendrá muchos más obstáculos si no hace un estudio objetivo de la realidad, llevándonos al pantano de la construcción de un aparato más que fracase en esta época (y situación) realmente revolucionaria que atraviesa la humanidad. En próximos artículos desarrollaré más algunos de estos centros y los que la lucha de los oprimidos y explotados vaya imponiendo a la realidad.

Fabio Marucci

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