Erdogan es elegido presidente pero no logra aplastar a la oposición


Para analizar Turquía hay que considerar que su Totalidad no se restringe a sus fronteras nacionales sino a una aún más rica y compleja que abarca la situación en Siria, Iraq y la realidad económica mundial.

Pero vayamos por partes. En Turquía Erdogan logra instaurar un duro régimen bonapartista a partir, primero de la brutal agresión al pueblo kurdo, echando por tierra ciudades como Cizre, Nusaybin y la ciudadela de Sur en Diyarbakir, con centenares de muertos y luego endurece más sus medidas a raíz del fallido golpe militar en su contra en junio de 2016, subiendo su apuesta contra la oposición, aquella del supuesto golpista – anterior aliado – Fetullah Gullen y también contra la oposición política fundamentalmente kurda y del HDP, poniendo en prisión a 15000 de sus activistas y 11 diputados nacionales, entre ellos Selahattin Demirtaş y Figen Yüksekdağ sus co-presidentes. Impone una reforma constitucional con un referéndum fraudulento ganando con el 52% de los votos en 2017 y, debido a la inminente llegada de la crisis económica, adelanta las elecciones previstas para 2019 para este verano del 2018. Erdogan intuye que la economía puede hacer peligrar su control político y social y en acuerdo con el nacionalista y fascista partido MHP logra un acuerdo para postularlo a él como candidato a presidente para el 24 de junio. Este acuerdo entre su partido, el AKP, y el MHP podría garantizar su triunfo pero no estaba todo dicho.

Pero este régimen bonapartista, no se convierte en fascista total y completo pues aún se apoya, para salvar las apariencias - no puede prescindir de ellas - de reglas de la democracia burguesa como las elecciones y el parlamento. En estos años desde el 2015 hay una pulseada tremenda entre el gobierno del AKP y su aliado MHP contra la oposición política y el pueblo kurdo al cual no pueden doblegar. También, en última instancia lo es, contra la clase trabajadora y el pueblo ya que no podrá lograr avanzar sin una mayor explotación de estos, aunque aún parte importante de la clase obrera y sectores pobres lo apoye hipnotizados en su propaganda guerrerista y nacionalista. No olvidemos el crecimiento económico de Turquía que derramó sobre los sectores obreros y populares antes e incluso después de la crisis del 2008. Estos son los datos del PBI calculado con los métodos de producción. Notar que el valor absoluto del PBI 2017 es menor que el de 2016, eso significa que hubo una reducción de costos en algunos sectores para que haya aumentado el PBI, de hecho bajó el PBI per cápita, pero no creemos que haya sido la burguesía quien haya perdido en la cuenta final:


Sumado a los 3.000 millones de euros anuales que recibe para contener a los refugiados sirios en sus fronteras, a los cuales hizo registrar para que puedan votar en las elecciones, se puede comprender cierta amortiguación en la entrada más brutal que la crisis económica tiene por ejemplo en otros países como la Argentina. No olvidemos que Turquía es la puerta directa de Europa en Medio Oriente y tiene el segundo ejército, por dimensión, de la OTAN, cuyo principal proveedor es la industria militar alemana.

En este último tiempo de hecho, hubo varios conflictos. “La industria del metal en Turquía se caracteriza por bajos salarios, muchas horas de trabajo, elevados índices de accidentes profesionales, excesivos beneficios y tasas de productividad muy altas. Y, según la investigación realizada por Birlesik Metal-Is, debido a los bajos salarios en la industria, el 85 por ciento de los trabajadores metalúrgicos están endeudados.Industrial Union, 17/01/2018. La huelga que se realizaría a inicios de febrero fue prohibida por decreto presidencial. A esto se suma la precarización laboral en la mega industria de la construcción “Las muertes relacionadas con el trabajo han aumentado un 10% desde la promulgación del estado de emergencia que siguió al golpe de Estado fallido de julio de 2016 en Turquía, según un informe de la Asamblea de Salud y Seguridad Laboral de Turquía (ISIG).(…) Casi la cuarta parte de los fallecimientos que se produjeron el año pasado tuvieron lugar en la construcción, un sector que recibe una gran promoción por parte del Gobierno turco a través de proyectos tales como presas y puentes. En junio de 2017, el sector de la construcción empleó a 2,17 millones de trabajadores, un número superior al total de trabajadores sindicalizados en Turquía. “La economía turca se basa en la construcción”, afirma Nursen Gurboga, profesor de historia en la Universidad de Mármara, cuyos trabajos se centran en las políticas laborales.(…) El partido gobernante Justicia y Desarrollo (AKP) fomenta especialmente los megaproyectos de infraestructura.(…) Solo en Estambul, los proyectos transformadores incluyen un túnel de tres pisos bajo el estrecho del Bósforo para la circulación de automóviles y transporte público, un canal artificial de 45 kilómetros que atravesará el lado europeo de la ciudad y un tercer aeropuerto, que supuestamente albergará la terminal aeroportuaria más grande del mundo. Programado para ser finalizado el 29 de octubre de 2018, el 95° aniversario de la moderna República de Turquía, la construcción del nuevo aeropuerto de Estambul avanza con rapidez pese a los más de 400 trabajadores que se dice han muerto en ese lugar. En los medios de comunicación locales, los trabajadores equipararon este sitio de trabajo con un cementerio.” afirma el sitio Desinformémonos del 29/05/2018. Dicho esto debo afirmar que he visto decenas de edificios de departamentos construidos sin las aberturas tanto en Estambul como en Urfa, la especulación inmobiliaria en Turquía es enorme y puede generar una burbuja especulativa que puede hacer saltar todo por los aires. Otro conflicto importante fue el de las obreras de Flormar que fueron despedidas por haberse sindicalizado. Como corolario de lo dicho antes la agencia ANF informa lo siguiente: “El Consejo de Salud y Seguridad para los Trabajadores ha publicado su informe de junio sobre los casos de muerte en el marco de la tarea laboral. El informe señaló que al menos 149 trabajadores perdieron la vida mientras trabajaban en junio, mientras que dos agricultores murieron por enfermedades relacionadas con el trabajo. El informe subrayó que desde el comienzo del año, al menos 907 trabajadores perdieron la vida mientras trabajaban o en accidentes relacionados con el trabajo. En detalle, el informe muestra que 144 trabajadores murieron en enero, 128 en febrero, 129 en marzo, 188 en abril, 169 en mayo y 149 en junio.”. Hace pocos días se dio a conocer un vergonzoso fallo de escasas penas y condenados por la masacre de 301 mineros en Soma, el 13 de mayo 2014.

Pero la crisis económica que ha entrado fuerte con una importante devaluación y productos importados que comienzan a llenar los almacenes y supermercados todavía no es sentida o percibida en su totalidad por la población. La devaluación es constante pero no brutal. En los primeros 6 meses la lira se devaluó un 22% respecto al dólar y a este ritmo se hará sentir más temprano que tarde en los bolsillos de la población. La inflación interanual – respecto al verano anterior - este verano ronda el 14%. Lo que es seguro es que la crisis se sentirá y provocará una gran resistencia de la clase trabajadora y los pueblos en general, como se ve en otros países de Medio Oriente.

En este contexto interno es que hay que poner la pulseada del régimen bonapartista del AKP-MHP en su lucha contra la oposición política y el pueblo kurdo.

Elecciones fraudulentas y represión.

Es indudable que Erdogan con su triunfo seguirá intentando torcerles el brazo a la oposición política y al pueblo kurdo, las minorías y a la clase obrera. Esto le da un mandato de 5 años, pero lo logra con un importante fraude, 15000 militantes presos del HDP, coerción política en los centros de votación (en la cual fui testigo) y otras maniobras, como trasladar las mesas de pueblos enteros en el Kurdistán a más de 30km.


Pero no todo fueron dulces, su partido el AKP que solía ganar las elecciones con el 49-50% de los votos años atrás ahora solo pudo alcanzar una representación del 42% en el parlamento (10% menos respecto de la anterior elección), por lo cual Erdogan deberá negociar permanentemente con su aliado el MHP. Por otro lado, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) logra, de manera casi heroica, superar la barrera antidemocrática del 10% a nivel nacional para poder tener representación parlamentaria llegando al 11,7% y obtener 67 diputados nacionales y se le abre una importante perspectiva ya que su competidor en la oposición el socialdemócrata-nacionalista CHP fue el gran derrotado en las elecciones obteniendo muchos menos votos (6,3% menos que la elección anterior) que los que auguraban sus cierres de campaña. El CHP, cada vez más a la derecha, había formado una alianza con un desprendimiento del MHP, el IYI Parti, y un pequeño partido islamista al parecer ligado a Fetullah Gullen, el Saadet (1%). El IYI Parti sí logra un buen resultado superando el 10% y 43 diputados. Esto aclara un poco más las cosas. Erdogan, el AKP, el MHP y el CHP no pueden estar completamente contentos, al contrario, los resultados reflejan una crisis que está creciendo.

Por esto es que el régimen bonapartista de Erdogan, que con respecto al pueblo kurdo es fascista directamente, no logra aplastar a la oposición y doblegar al HDP. Es una resistencia heroica de parte del pueblo kurdo, las mujeres y también de otras minorías y nacionalidades.

El HDP: un frente electoral y un frente único contra el bonapartismo.

En política nos tenemos que guiar por dos cuestiones fundamentales, una comprender la etapa de la lucha de clases en la que se está inmerso, la otra son las tareas que se desprenden de eso. En Turquía, la relación de fuerzas mantiene aún en el poder a un presidente y régimen que hará lo posible por aplastar a la oposición y al pueblo en su conjunto. Todavía no lo logra porque los herederos de Gezi y el pueblo kurdo pelean por lograr la revolución democrática que Turquía necesita. Erdogan, además de los crecientes problemas internos tiene en sus fronteras una épica revolución que le sopla la nuca, la revolución de Rojava. Entonces para poder explicar esta situación que no termina de convertirse en fascista completamente (apoyada en la institución militar y nada mas) hay que tener en cuenta la lucha interna por la democracia a la que se va a sumar más temprano que tarde la lucha de clases con la clase obrera dándole la espalda y la situación fronteras afuera de Turquía en donde Erdogan también juega su destino político.

La campaña del HDP congregó a muchos jóvenes y sus stands rodeó mucha gente ávida de discusión política.

En Turquía hoy encarna el frente contra Erdogan el HDP, un partido básicamente armado para la participación electoral a nivel nacional – en ese sentido es un partido turco - pero que en Kurdistán le da vida el DBP, un partido de izquierda más sólido y de propaganda (la “academia” me explicaba una compañera) pero con influencia de masas. A su vez se  nutre de millones de kurdos y turcos que los apoyan que viven en Estambul, Ankara, Izmir, etc. El CHP con sus posiciones tibias y apoyando la invasión de Turquía a Afrín no enfrenta al régimen. EL HDP además participa en la luchas del pueblo kurdo enfrentando la represión (miles de militantes y 11 diputados nacionales presos lo demuestran) y también en las luchas de los sectores oprimidos, mujer en primer lugar pero también LGBTI, armenios, etc.[i] También en algunas luchas de la clase obrera, como su apoyo a las trabajadoras de Flormar. Es el menos propagandístico en su lucha contra el régimen de Erdogan y una herramienta muy importante en la lucha democrática en Turquía. Le falta más ligarse a los trabajadores, aunque no puedo afirmar que su tarea sea nula en ese sector, ya que será fundamental que Erdogan tenga definitivamente en contra a la clase obrera o ésta deje de apoyarle. Como ligarse a la clase obrera hoy para ser parte de su dirección política y sindical mañana es la gran tarea.

No al estado de Excepción y Libertad a todos los detenidos! No a la guerra al pueblo kurdo! No a la invasión de Siria e Iraq! Por libertades sindicales para la clase obrera! Basta de muerte en los lugares de trabajo! Por la recomposición salarial que se come la devaluación! Basta de opresión hacia la mujer y a las otras minorías! Y otras, son tareas que empujaran la movilización y precederán a la de “Abajo Erdogan y su régimen” cuando se convierta para la acción.

Turquía puertas afuera

Como decía antes, Erdogan no solo tiene una pulseada dentro de Turquía que no puede torcer a su favor si no que también tiene que luchar contra una heroica revolución en sus fronteras: la revolución de Rojava.

La importancia de esta revolución radica en que es impulsada fundamentalmente por el pueblo kurdo que es toda una nacionalidad que tiene vasos comunicantes a través de todas las fronteras artificiales creadas por el tratado de sykes picot (1916) y de Lousanne (1923). Es decir, como las arterias de un cuerpo, su sangre circula a través de las fronteras de Turquía, Siria, Iraq e Irán.

He escrito varios artículos sobre la revolución de Rojava[ii]. Su régimen de asambleas populares, “democracia radical” la definen ellos, igualdad de género, ecologista y de propiedad comunal de los medios de producción allí donde se ha superado la economía de guerra, lo convierte en una palanca fenomenal para empujar la movilización contra los regímenes religiosos, nacionalistas y sectarios que hay en Medio Oriente, desde el “estado judío” de Israel, pasando por la “república árabe” de Basher Al-Assad o el régimen de sharía de Arabia Saudí o el teocrático de Irán o simplemente lo que es una monarquía como la Jordana.

Pero algo que le critican desde algunos sectores de izquierda, que ha abandonado la justa lucha nacional por un construir un estado kurdo, es lo que lo ha convertido con su propuesta democrática en el gran problema para todos los regímenes citados antes: poder vivir en paz en un país laico, democrático, no racista y de igualdad de género respetando todas las creencias religiosas, idiomas, culturas y nacionalidades.[iii]

Desde que surgió la guerra civil en Siria, expulsó a Basher Al-Assad de los territorios que dominaban, al tiempo que Basher Al-Assad tenía a su vez que resistir a los rebeldes liderados por las fracciones lideradas por Arabia, Turquía, EEUU y Europa que no dejaron vestigios de las iniciales asambleas democráticas o grupos que pugnaban por un cambio democrático del régimen.

A su vez invadidos por el brutal ascenso del Estado Islámico, Rojava tuvo que atender con sus escasas fuerzas la resistencia contra éste. No pudieron dedicarse a otra cosa. Recién desde enero del 2015 cuando lograron derrotarlo en la heroica batalla de Kobane, pudieron pasar a la ofensiva contra él. Tuvieron que hacer para defender la revolución un acuerdo táctico-coyuntural con los EEUU restringido a la lucha contra el ISIS. En palabras de Nahuel Moreno sería “aliarse con el Diablo y su abuela para defender y desarrollar la revolución”[iv], y así fue.

Pero justamente, su “no postura nacionalista” le permitió aplicar en pueblos y ciudades árabes que tomaron desplazando a ISIS, no sin dificultades, su mismo régimen. Allí están Manbij, Al-Taqa, Al-Raqqa, Deir Er-Zor y otros poblados de mayoría árabe en Siria en donde la mujer ha conquistado también sus derechos y libertades como nunca antes lo tuvo. Es que si ellos se mantenían en una postura nacionalista, secesionista de los estados turcos, sirio, iraquí o iraní, les servía en bandeja a todos esos regímenes la excusa ideal para atacarlos también en lo propagandístico y ponerles en contra a la población para evitar que sigan avanzando.

Que diría Basher Al-Assad? “¡Canallas quieren dividir a Siria!”. En cambio la tarea en Siria es obtener un régimen democrático y acabar con todos los Al-Assad y otros que quieren imponer regímenes misóginos y opresores de todo tipo. En muchas cosas se parece a la tarea que abandonó la OLP para acabar con el estado terrorista de Israel, que era por una “Palestina Laica Democrática y no Racista” en donde puedan vivir tanto árabes como judíos, acabando con las instituciones que dan vida al “estado judío”, pero con algo mejor aún, la liberación de la mujer como emblema, algo que no contaba el programa de la OLP en aquel entonces. Hay que seguir con atención el desarrollo de su anticapitalismo, la revolución es una escuela fenomenal para sacar conclusiones. Dejo este artículo Las Mujeres Kurdas frente al Patriarcado y el Capitalismo para mostrar su evolución. Esto no puede abrir otra cosa que a una revolución socialista por más que hagamos discusiones teóricas sobre lo que es un estado o sobre si es necesario construir un estado revolucionario para defender y extender la revolución.

Las combatientes femeninas de las YPJ constituyen el 35% de las fuerzas de autodefensa. Para ellos es una lucha doble: ganar sus derechos como mujeres y defender su región y su gente.

Lo mismo es en Turquía aunque más atrás que en Siria. La “unidad nacional” kurda es algo que no está en cuestión, ellos tienen sus organizaciones que unifican al pueblo kurdo más allá de sus divisiones fronterizas que les impusieron los distintos imperialismos. Esa nacionalidad es imposible de eliminar, radica en el mismo pueblo. La pregunta es ¿La tarea del momento es la independencia nacional del pueblo kurdo y su constitución como un estado independiente? Y más allá de eso ¿Cuáles son las tareas para desarrollar la movilización en Medio Oriente contra todos los regímenes totalitarios, gendarmes y pro-imperialistas? ¿Cuál es la política correcta al fin de cuentas? Desde ya podemos hacer todas las críticas que sean convenientes y fraternalmente con ellos. Las necesitan más que nosotros porque están al frente de este proceso revolucionario.

En Siria ahora quedan – dejando de lado el territorio que domina Turquía y en el cual comienza a tener problemas internos entre bandas y la persistente resistencia de las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG) y de la Mujer (YPJ) kurdas – dos trenes en ruta de colisión: el régimen de Basher Al-Assad contra la Federación Democrática del Norte de Siria (FDNS) liderada por el pueblo kurdo en Rojava pero también compuesta por árabes, turcomanos y asirios. ¿Cuál va a ser la posición de la izquierda revolucionaria internacional en este enfrentamiento?

Y aquí, los únicos que han pactado permanentemente contra los pueblos fueron Erdogan y Basher Al-Assad. Primero al entregar Aleppo al régimen sirio a cambio de ocupar Jarabulus y Al Bad. Y la de dejar Idlib y Goutha a cambio de invadir Afrin. Y el padrino de toda esta boda fue la Rusia de Putin. Es decir, no queda contrarrevolucionario mundial fuera de esta situación. Y el acuerdo táctico que tuvo que hacer la FDNS con los EEUU prácticamente está concluido. ¿Acaso se van a enfrentar los principales socios de la OTAN, EEUU y Turquía, en esta situación aunque Turquía haya pactado todo con Putin y Teherán? Los problemas son realmente complejos. De todos modos el tema para los revolucionarios se reduce a responder a esta simple pregunta ¿Con quién estamos, con los opresores o los oprimidos? O precisando aún más ¿Defendemos o no al único régimen que puede empujar la movilización de los pueblos en Medio Oriente y que encarna la revolución de Rojava y puede abrir paso a la revolución socialista?

Por eso, la Turquía de Erdogan no es la única que tiene un problema en sus fronteras, afuera y adentro, también lo tienen los regímenes sirio, iraquí, iraní (observemos algunas pequeñas conquistas que obtiene la mujer últimamente en estos países) y también por extensión Israel, Arabia, Jordania etc, etc. Y por si esto fuera poco, tenemos que considerar que en las cenizas de la primavera árabe aun titilan en su interior sus rojas brasas, es cuestión que una leve brisa de movilización las vuelvan a convertir en llamas si hay condiciones de combustión en las masas trabajadoras y populares. Las movilizaciones en Túnez, Irán y Jordania a principios de este año contra los planes de ajuste y los recientes estallidos en el sur de Iraq contra la desocupación parece indicar que condiciones hay.

Festejos en Urfa cuando el HDP logra superar la barrera del 10% de los votos.

Por eso, a pesar de la decepción y el sabor agri-dulce que dejaron estas elecciones en muchos compañeros en Turquía por no haber llevado a Erdogan a un ballotage que hubiera hecho peligrar su sultanato, la lucha de clases, la lucha de todos los pueblos en Medio Oriente aún no ha dicho la última palabra. Él no ha podido doblegar a la oposición política y al pueblo kurdo y tampoco logra terminar (junto al resto de la contrarrevolución mundial) a la heroica revolución de Rojava. Al final de un primer tiempo disputado, Erdogan evita un tiro libre al borde del área. Los pueblos y la revolución no están derrotados, ahora falta disputar el último periodo, el decisivo.




[iii] Desde ya creo positivo cualquier movimiento nacional que enfrente al imperialismo aun con sus limitaciones. Ese sentimiento antiimperialista es común en muchos pueblos explotados o invadidos por aquel. Habría que debatir cual es la situación de estas posibilidades en Medio Oriente. La última gran experiencia al respecto fue la Venezuela de Chávez, país y régimen que aún es amenazado por el imperialismo yanqui. En el mundo y la economía de hoy prácticamente no existen burguesías nacionales capaces de encabezar una rebelión antiimperialista y las que mantienen una cierta independencia de los imperialismo occidentales siguen pactando con éste y se apoyan en las nuevas potencias burocrático-burguesas (China y Rusia), eso lo vemos en Basher Al-Assad, Irán, Cuba, Venezuela y Nicaragua en donde China pretende construir un canal interoceánico, además de muchos otros países que China se está metiendo literalmente en el bolsillo. En América Latina, Medio Oriente, África, etc la segunda y definitiva independencia solo la pueden llevar adelante la clase obrera y los pueblos. Lo mismo en Siria o Iraq. Y allí particularmente, la bandera nacionalista está para dividir y enfrentar a los obreros y campesinos de acuerdo a su lengua y nacionalidad no para unificarlos alrededor de la lucha contra estos regímenes opresores y explotadores y menos aún por una salida anticapitalista o socialista. Ya no hay márgenes.
[iv] Moreno lo expresaba en relación a nuestras estrategias, el partido y la movilización, de esta manera: “Dicho de otra manera, podemos hacer pactos, acuerdos, unidades de acción o cualquier cosa por el estilo, coyuntural, hasta con el diablo y su abuela —para usar una expresión célebre—, si ayuda a nuestros fines estratégicos de construir el partido y empujar la movilización.” Conceptos Políticos Elementales.

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