Siria y Turquía: apuntes para una política revolucionaria.
Nusaybin
luego del paso del ejército turco
Desde que comenzó esta época
revolucionaria allá en la primera guerra mundial dos hechos la coronaron, por
un lado la revolución bolchevique en
Rusia en octubre del 1917 y por el otro el surgimiento de su contracara: la contrarrevolución. Ésta última
trabajó a través de las direcciones socialistas de la II Internacional en la
derrota de tal vez la más grande revolución obrera, la alemana de 1919 pero
también a través de la respuesta de la burguesía que entró en pánico ante el
poder obrero: el surgimiento del fascismo en Italia y el nazismo en Alemania.
Los flagelos humanos que el capitalismo no pudo solucionar en su madurez, la
opresión y el genocidio de muchos pueblos en el mundo que fueron colonizados,
oprimidos y asesinados por la expansión comercial del capitalismo y su
posterior advenimiento en imperialismo, se profundizaron en las maquinarias
genocidas contrarrevolucionarias del fascismo, nazismo y sus aliados varios en
el mundo, como el franquismo, etc.
La discusión sobre las “tareas
democrático burguesas” dejaron de tener sentido porque no hay manera que la
burguesía imperialista en decadencia pueda resolver los problemas democráticos
de la sociedad en su conjunto, no solo los de la clase obrera como tal, ni
siquiera el de las libertades individuales mismas de cualquier minoría oprimida
o de la población en general. Su único régimen para seguir obteniendo, o en
esta etapa, hacer “sustentable” su cada vez menor ganancia es la de quitar cada
vez más derechos a la clase obrera y al resto de la sociedad. El sistema
capitalista es incompatible con las libertades y la democracia, solo es
compatible con la explotación cada vez más brutal, la opresión de cualquier
pueblo o minoría y sobre todo con el patriarcado.
La constatación de que cada vez
hay menos ricos cada vez más ricos y más pobres cada vez más pobres a nivel
mundial obedece a la dinámica de la concentración de la riqueza, el monopolio y
la sed de ganancia que están llevando incluso a nuestro planeta a un desastre
ecológico y medio ambiental. Y eso solo puede seguir así suprimiendo derechos,
libertades y democracia. Pero la realidad de la post segunda guerra mundial y
sobre todo de los últimos 50 años de la economía mundial capitalista,
demostraron que la lucha de la clase obrera y los pueblos del mundo han
conquistado cada vez más democracia y libertades. Y esto no solo en el llamado
mundo capitalista sino también en el mal llamado “bloque socialista” que era
conducido por una casta burocrática totalitaria. Fue clave que el estalinismo
haya caído a nivel mundial para que la clase obrera pudiera quitarse de encima
esa losa y comenzar a liberar su fuerza contra el supuesto “vencedor” capitalista
entonces capaz de extender su explotación a esos países, con la excepción de
China en donde la burocracia maoísta pudo llevar su contrarrevolución por si
misma convirtiendo a ese gigante en la primer económica mundial capitalista
aunque el mismo tiempo creando una gigantesca clase obrera.
Es decir, todos los triunfos
revolucionarios al menos desde Vietnam, no provinieron de la expropiación de la
clase capitalista si no de la conquista de libertades democráticas, incluso en
esos países donde asumieron gobiernos “progresistas” ya que estos no tocaban
los intereses ni los pilares del sistema capitalista sino que concedieron
conquistas a las masas movilizadas por millones que tiraron abajo los regímenes
bipartidistas (sobre todo del régimen imperialista norteamericano y europeo)
que llevaban a cabo los planes neoliberales del imperialismo y el FMI.
Resumiendo, entramos entonces a
una etapa en donde por un lado la relación de fuerza reflejada a través de la
movilización revolucionaria ha fortalecido a la clase obrera y los pueblos y
por ende debilitado a las clase burguesas nacionales entregadas al imperialismo
y a éste mismo, sobre todo a su régimen bipartidista y a su vez vemos cómo éste
intenta retomar el control a través de sus directos representantes (los
militares en Egipto o los Macri, Bolsonaros y otros, o el mismo Trump en el
corazón del imperialismo) porque ésta lucha entre la sed de ganancias de los
capitalistas por un lado y la conquista de más derechos democráticos por parte
de las clases obreras y los oprimidos por el otro son dos trenes que van en la
misma vía y en direcciones opuestas.
En Medio Oriente no nos podemos
olvidar del terrorista estado de Israel ni del menos terrorista régimen de los
Saudí que es capaz de asesinar y despedazar un periodista en otro país.
Esto no solo ocurre en el bloque
“yanqui y europeo” por así decirlo, también ocurre en el “bloque progresista”
por así decirlo también. Basher Al-Assad en Siria, Maduro en Venezuela, Ortega
en Nicaragua no hacen otra cosa que mostrar su carácter contrarrevolucionario
en el cual asesinan a quienes se movilizan contra sus planes de ajusta
pro-capitalistas o ponen en cuestión su poder autoritario. No todos por igual
pero siempre entregando lo que el movimiento de masas se ganó con su
movilización. Putin hace lo mismo en Rusia donde mantiene su poder encarcelando
opositores o en Irán, otro icono del bloque “antiimperialista” en donde el
régimen teocrático ahorca a cualquiera que tenga la ocurrencia de luchar contra
él.
No solo son los gobiernos citados
si no también otras organizaciones creadas por ellos o aliadas las que
participan de esto. El ISIS es el mejor ejemplo, un engendro medieval sostenido
por Turquía que llegó a constituir un pro estado en un territorio grande como
la Gran Bretaña en Siria e Iraq.
Medio Oriente: Un análisis marxista
Cuando analizamos la totalidad de
la situación en Medio Oriente la teoría del desarrollo desigual y combinado se
expresa con una riqueza asombrosa. Desde todo punto de vista, incluso el
cultural, el lingüístico, histórico, geográfico, religioso, etc. Sin
pretensiones nos enfocaremos en nuestro tema de interés: el político.
Desde el advenimiento del
petróleo como fuente de energía privilegiada para hacer funcionar la economía
mundial, Medio Oriente se convirtió en el escenario privilegiado del sometimiento
imperialista y sus políticas para tener el control de la región. Inventaron
fronteras y países después de la primera guerra mundial. Y no conformes con eso
y con la mayor hipocresía argumental que se tenga memoria establecieron un
estado gendarme contra la lucha del pueblo árabe, el estado sionista de Israel.
En esa operación hubo tres
pueblos que llevaron la peor parte: el armenio que sufrió el primer genocidio
del siglo XX en manos de Turquía, el pueblo palestino masacrado en nombre del
Estado de Israel y el pueblo kurdo separado y también masacrado por las
fronteras y los estados turcos, iraní, iraquí y sirio. Podríamos extender esto
a la división artificial de la gran nación árabe dividida en distintos estados
surgidos de la colonización europea entre el Magreb y el Cercano Oriente.
Cuando analizamos la realidad
concreta, presente, real en esa región del mundo tenemos que llegar a una
conclusión. Por ejemplo, ¿cuál es el o los elementos determinantes de la
situación? ¿Cómo se combinan entre ellos? Y por lo tanto ¿Cuál es la mejor
política para desarrollar una organización revolucionaria de masas que luche
por el socialismo y el fin del patriarcado? Vamos a tratar de responder a estas
preguntas.
Esto es muy importante porque
fallar en esto puede acarrear consecuencias que años o décadas tardarían en
repararlo. En el anexo que dejo al fin de este trabajo Nahuel Moreno planteó un
problema teórico que prácticamente no se toca en los cursos de revolución
permanente (y me disculpo de antemano si algún cursista lo planteó alguna vez)
que él lo expresó así: “Pareciera que el
hecho de la contrarrevolución capitalista ha replanteado la necesidad de que
tiene que haber una revolución democrática. Y que ignorar que lo que se plantea
en los países adelantados donde hay regímenes contrarrevolucionarios también es
una revolución democrática, es maximalismo, es tan grave como ignorar la
revolución democrático burguesa en los países atrasados”. Y agrega: “Nosotros creemos que hay posibilidad de que
Trotsky haya errado total y absolutamente su análisis y su política sobre el
hecho más importante – revolucionario y contrarrevolucionario – que se ha dado
en la historia, que es la segunda guerra mundial, y por eso somos una secta.”
Cuando se refiere al término
“avanzado” u “atrasado” no se refiere al tipo de estado. Una vieja discusión
con el etapismo en cuanto al desarrollo o etapas que había del paso de un país
feudal a capitalista y su inmediata transformación en socialista como plantea
la teoría de la revolución permanente. Hoy no hay países feudales (no voy a
aclarar el tema de las formas y el fondo) sino países capitalistas avanzados
económicamente, desarrollados y otros pobres o subdesarrollados. Por eso creo
que agregar el término “burguesa” detrás de “revolución democrática” me parece
que podía señalarse en aquel caso, en el del paso de un estado feudal a uno burgués.
Hoy cualquier “revolución
democrática” se da en el marco del YA presente poder de la burguesía en el
poder. Su contenido socialista no admite ninguna discusión, o como decía el
mismo autor ya citado: “Llevo el ejemplo
al absurdo: La revolución democrática se transforma en socialista aunque la
haga un canalla, un cura, el sujeto son los curas y el partido es un partido de
curas”[i].
La revolución democrática en Siria.
Pero volvamos al tema del
elemento determinante. Evidentemente, hay una combinación de varios factores.
El primero es la presencia del imperialismo desde su nacimiento, otro tema a
destacar es el de los regímenes políticos y está el tema de las direcciones del
movimiento de masas. Si hacemos énfasis en SOLO uno de los tres elementos vamos
a errar total y absolutamente. Si decimos, por ejemplo, el imperialismo es la
raíz de todos los problemas y hay que combatirlo SIN TENER en cuenta lo demás elementos
nos vamos a encontrar que todas las potencias imperialista y sub-imperialistas
se enfrentan entre sí en distintas trincheras y deberíamos como en la primera
guerra mundial hacer “derrotismo revolucionario” en cualquiera de los sectores
enfrentados porque el mal menor es la derrota del imperialismo o sub
imperialismo. Si vemos que SOLO es un tema de regímenes veremos que la disputa
es entre “Hitler” y “Mussolini” por un lado, los que defienden el exterminio de
los pueblos no islamistas, el asesinato de la minorías sexuales y la esclavitud
y comercio de la mujer o la dictadura familiar y arabista de los Assad y por el
otro el surgimiento de un régimen democrático basado en asambleas populares
como está encabezando el pueblo kurdo en Rojava. Si fuese así, podríamos
cometer un error fatal: hacer acuerdos estratégicos con un coyuntural
aliado imperialista, en este caso los EEUU, que si están ahí es por no hacer el
papelón de retirarse humillado del terreno ante el fracaso total de su política
con los opositores del Ejercito Libre Sirio al que apoyaron con centenares de
millones de dólares y armas que en su mayoría terminaron en manos del ISIS en
su apogeo. Por ultimo si no tenemos política de acuerdos hacia las direcciones
reales y concretas que dirigen al movimiento de masas en una revolución
democrática que puede desestabilizar a todos los regímenes autoritarios,
genocidas y retrógrados en la región, nuestro “socialismo” ni merece ser puesto
entre comillas, es la nada misma. Es mirarse al espejo para decir no hay
revolucionario socialista mejor que yo. Es decir, no sirve para nada.
La izquierda heredera del
estalinismo se vuelca con todo su arsenal propagandístico del lado de Basher
Al-Asaad. No es de extrañar. Otros grupos, en el cual hay algunos trotskistas, polarizados
por este hecho, quieren la derrota del régimen de Damasco atribuyendo al pueblo
sirio lo que dirigen los peores sectores del islamismo radical. No vamos a
negar que grupos revolucionarios entraron de lleno en la revolución contra
Bashar Al-Assad en el campo militar de las direcciones jihadistas, su heroísmo
no puede ser discutido pero era algo imposible de que pudiera desarrollarse y
si no los mataban los soldados del ejército árabe sirio lo harían los mismo jihadistas.
¿Qué democracia podría haber para el pueblo sirio bajo esa dirección? Ninguna. Al-Nusra,
ISIS y el resto de la pléyade de estos terroristas al mando de Arabia y
Turquía, obtuvieron la dirección política y militar a pocos meses del
alzamiento contra Basher Al-Assad. Los videos del ISIS al mundo en su apogeo
por el año 2014 fueron la mejor propaganda de lo que ofrecían al pueblo sirio.
Por último, están los que critican sin apoyar a la revolución de Rojava por el
hecho de que allí se encuentra el imperialismo yanqui con decenas de efectivos,
aunque su fundamental aporte sea el del control aéreo de la zona, que tiene a
raya por ahora a Erdogan y Basher Al-Asaad.
YPJ (Unidades de Defensa de la Mujer)
La revolución democrática en
Siria es un capítulo de la llamada “Primavera Árabe” y su principal objetivo
fue y es, acabar con los regímenes políticos dictatoriales y autoritarios del
Magreb y Medio Oriente. Ha logrado su objetivo en cuanto a derribar las
dictaduras de Ben Ali en Túnez y Mubarak en Egipto. Su movilización
revolucionaria conmovió los pilares de otros regímenes y ahora renueva su
movilización revolucionaria en Argelia y Sudan. Y en un tercio de Siria logró
conquistar un régimen democrático y revolucionario para Medio Oriente.
El imperialismo interviene pero
una vez producido los hechos, de atrás. No hubo una conspiración para derrocar
a “sus propios hijos de puta”, tuvieron que intervenir para no dejar en poder
de la movilización de las masas el destino de esos países. Lo logró en el caso
de Egipto e interviene en todos los países. Pero en esta época de puesta en
cuestión del liderazgo mundial de los EEUU, también actúan Rusia y China,
directa e indirectamente respectivamente, y si hacía falta, sus principales
aliados tuvieron una política propia, el principal aliado de la OTAN, Turquía,
que no sabemos por cuanto tiempo permanecerá allí y de Arabia Saudita. EEUU
solo puede confiar hoy en Israel. Arabia todavía puede producir o no el petróleo,
para bajar o hacer subir el precio según su conveniencia. La OTAN está en una
crisis brutal, donde EEUU presiona por el presupuesto a una Europa que le es
difícil afrontarlo y en donde Turquía actúa sin control y chantajeando a Europa
con el problema de los refugiados.
¿Cuál es entonces el factor
determinante de la revolución democrática en Siria? La pregunta misma la
responde, el problema principal es la lucha entre dos (o tres) regímenes, el
que ofrecen por un lado Basher Al-Assad que oprimió a todas las nacionalidades
no árabes siempre (Republica Árabe Siria es el nombre del país), el que ofrecen
las direcciones Jihadistas, la Sharia más brutal como en Arabia Saudita en
donde la mujer no tiene más derechos que una simple mercancía y son aniquiladas
las disidencias o un régimen laico, democrático, no racista ni supremacista en
donde conviven los pueblos árabes, asirios, turcomanos, kurdos, armenios, etc.
Algo que en su momento de mayor progresismo proponía la propia OLP para
Palestina. Sin embargo hay una diferencia con aquella dirección absolutamente
dependiente de los petrodólares del golfo pérsico, ésta es independiente y su
objetivo es construir una sociedad socialista de tipo comunal.
Más allá de las diferencias que
podamos tener con ese modelo social, supuestamente no estatal aunque para mí
allí hay un estado por el solo hecho de poseer un ejército o milicia aunque sea
popular y en particular un ejército de solo mujeres (YPJ), quisiera decir que
no es un modelo nuevo. En la Rusia previo a Octubre, la izquierda tenía en los
bolcheviques a los baluartes de la centralización estatal de la economía y la
tierra. Un sector centrista proponía la municipalización de la tierra y los
socialistas revolucionarios proponían el reparto de la tierra y que cada
campesino agarre lo que pueda. Lenin siempre estuvo en contra de esta última
posición pero terminó haciendo la revolución de Octubre acordando con el soviet
de campesinos, es decir, acordando con algo peor que el programa de
municipalización de la tierra. ¿Por qué hizo esto? “A Lenin le decían: “Usted está retrocediendo al capitalismo”. Y era
verdad, porque autorizó el mercado. Pero Lenin es genial, responde desde otro ángulo
y dice: “Discúlpeme: en Rusia hay cien millones de campesinos, y los campesinos
van a aceptar una medida [como esa] y desplegar toda su iniciativa. En cambio,
si nosotros adoptamos una medida que hace que los cien millones de campesinos
estén en contra… Esta medida es mucho más democrática, y pone en pie de guerra
a los cien millones de campesinos. La otra está bien hecha en el papel, pero
los campesinos están totalmente en contra. Así que nosotros estamos por la
movilización, por el acuerdo con los campesinos.”[ii]
Salvando las distancias y
diferencias entre una situación y otra, aquí la burguesía siria prácticamente
se concentra en la familia y tentáculos de la familia Asaad y sectores
militares. Es decir en Rojava, la burguesía es una sombra, había algunas
empresas extranjeras como esa fábrica de cemento francesa que fue expropiada
para ponerla al servicio de la reconstrucción de las ciudades destruidas o el
caso de algunos propietarios de la tierra que no querían poner su tierra al
servicio de la revolución y que tuvieron que retroceder porque si no las
milicias los dejaban a merced del ISIS, sin defensa. En fin, la economía de
Rojava en muchos casos es economía de guerra y en otros funcionan fundamentalmente
cooperativas. Y para esa región, lo que lograron en cuanto a la emancipación de
la mujer es algo asombroso, no solo por las heroicas mujeres de las Unidades de
Protección de la Mujer (YPJ) sino por el rol cotidiano en la vida civil, en la
justicia y la educación y su sistema de co-direcciones o co-presidencias entre
un hombre y una mujer en todas las instituciones, excepto en aquellas que son
exclusivamente de mujeres. Es decir, aunque digamos que eso no es socialismo,
la diferencia entre este régimen y el que ofrecen los demás es abismal.
¿Política para la movilización permanente o marginalidad
propagandística?
La marginalidad propagandística
tiene una ventaja, la tranquilidad de no equivocarse. Pero ese mar de la
tranquilidad está en la Luna, no en la Tierra. ¿Cuál es el rol que las
organizaciones revolucionarias nos debemos con el pueblo sirio y la revolución
de Rojava? ¿Acaso nos tenemos que quedar en la crítica a la presencia del
imperialismo yanqui cuando a todas luces ese acuerdo táctico y coyuntural está
al servicio de defender la revolución? ¿Acaso no es válido hacer un acuerdo con
“el diablo y su abuela” para defender la revolución y el partido?[iii]
Aunque sea un evento de esos que ocurre cada 100 años hay que analizarlo sin
prejuicios.
Las situaciones a la que nos
vamos a enfrentar desde hace tiempo son imprevisibles y de tal complejidad que
tenemos que hacer teoría todos los días. No está de más recordar que siempre la
teoría viene después de los hechos: “El
desarrollo político es en base al desarrollo desigual y combinado; todos los
días viene algo nuevo, entonces todos los días tenemos que volver hacia atrás
para hacer teoría, porque somos políticos y lo político es responder todos los
días a situaciones nuevas”[iv]
Lo determinante de la lucha en
Siria es la pelea entre distintos regímenes en donde intervienen
distintos imperialismos y sub-imperialismos que independientemente del carácter
contrarrevolucionario que tienen, participan con distintos grados de fortaleza
o debilidad y hay una dirección independiente que lleva adelante un régimen, de
lo más progresivo hoy en el mundo que tiene a Turquía como su principal enemigo
presente pero también al régimen de Basher Al-Asaad que aguarda su momento
mientras consolida su victoria sobre lo que queda de los grupos jihadistas que
componen el ELS. Desde ya estaremos atentos a los movimientos de EEUU, que
puede pactar con Erdogan su retiro y seguir a su naturaleza como en el ejemplo
del escorpión y la rana. Si la revolución de Rojava sale airosa de esta
situación y logra consolidarse en Siria podría ser un ejemplo extraordinario
para impulsar la movilización y el desarrollo de nuevas direcciones en todo
Medio Oriente.
Turquía: Una revolución democrática pendiente.
En Turquía existe un régimen
autoritario y expansionista que además de tener desplegado el ejército en el Kurdistán
del Norte o Bakur (la parte de Kurdistán dentro del estado turco) llevando una
guerra contra ese pueblo desde el 2015, arrasando varias ciudades como Cizre,
Nusaybin, el barrio Sur de Amed, etc, asesinando a miles de personas y
encarcelando a miles de activistas de los partidos regionales kurdos y del HDP,
tiene ocupada militarmente junto a bandas fascistas del jihadismo el cantón de
Afrin (una parte de Rojava) al noroeste de Siria y una presencia militar con
bases en Iraq. Permanentemente está bombardeando pueblos en las montañas de
Qandil (Iraq) matando a civiles en su guerra contra el PKK e incluso bombardeó
el campo de refugiados de Mahkmur, campamento bajo la protección de la ONU.
Hace poco se cumplió el
aniversario de la masacre de los yezidies en Yengal (Iraq) cuando el ISIS entró
el 3 de agosto del 2014 y asesino a miles de hombres y secuestro a miles de
mujeres a las que redujo a la esclavitud sexual y el comercio junto con sus
hijos e hijas. Socios indiscutibles de Erdogan en la venta de petróleo
clandestino y abastecido logística y militarmente por Turquía nunca Erdogan
perdonó al PKK por haber salido en auxilio del pueblo Yezidi y rescatar a miles
de hombres, mujeres y niñas y niños. Allí
el PKK y las autodefensas del pueblo yezidi logran derrotar al ISIS
construyendo en esa zona de Iraq también una sociedad basada en los avances de
Rojava. También por ese motivo el DKP de Barzani para detener la influencia del
PKK permite a Turquía el bombardeo del norte de Iraq y le sostiene las bases
militares con la presencia militar turca. Otras miles de esclavas fueron
rescatadas en las operaciones para tomar Raqqa y Deir Erzor en Siria.
Mujeres esclavas en manos del ISIS
Es innegable que el pueblo kurdo
en Turquía apoya a la revolución de Rojava. Muchos han cruzado la frontera para
ingresar a las milicias. Los vasos comunicantes entre Rojava y Bakur por más
que Erdogan construya ahora un muro son innegables e inevitables. Cuando el HDP
asumió las municipalidades en 2014 lo hizo con el sistema de copresidencias o
co-intendencias, lo mismo que en la cúpula del HDP a nivel nacional y
regional. Ese año conquistan más de 100
municipios. Pero desde 2016, 96 de ellos fueron intervenidos como en una
dictadura, con controles militares por todos lados al igual que en Cisjordania.
Muchos, sino todos, alcaldes y alcaldesas están en prisión desde entonces.
Por ejemplo, en Dersim, (Tunceli
en turco) - una importante ciudad del Kurdistan del norte en donde la población
mayoritariamente es Aleví, no musulmana, ciudad natal de Sakine Cansız, una de
las fundadoras el PKK y asesinada con otras dos activistas en Paris en el año
2013 -, en noviembre del 2016 fue nombrado un interventor. Los co-alcaldes
fueron arrestados. El co-alcalde arrestado, Ali Bulemia, fue sentenciado a 8
años y 9 meses de prisión, y la co-alcaldesa Nurhayat Altun está en juicio con
pedido de 22,5 años de prisión. Ambos están en prisión. Muchos militantes del
HDP fueron arrestados o enfrentan juicios. Las detenciones e investigaciones
contra militantes del HDP han continuado desde 2016 sin interrupciones. Esto se
repitió en todos los municipios. Más de 15000 militantes del HDP están en
prisión desde el año 2015, pero sobre todo desde junio 2016 cuando fue el
intento de golpe de estado.
Elecciones municipales: una derrota de Erdogan
El 31 de marzo se celebraron
elecciones municipales en Turquía. Estas elecciones tenían una gran importancia
para Erdogan y su régimen dada la crisis económica que atraviesa el país. El
HDP en estas elecciones se enfocó en debilitar a Erdogan y su régimen. Por ese
motivo el HDP no presentó candidatos en la costa occidental del país donde la
socialdemocracia del CHP tenía más posibilidades de alzarse con ciudades
importantes como Izmir o Estambul para no favorecer el triunfo de Erdogan. Solo
presentaron sus propios candidatos en los municipios donde habían ganado
anteriormente a pesar de la amenaza de Erdogan de volver a destituirlos.
Según informes de la campaña en
Dersim, el HDP militó bajo una gran presión. Los vehículos electorales se
detenían y se verificaban para su identificación, y los vehículos blindados seguían
a los militantes del HDP que ingresaban a los vecindarios. Muchos votantes de
HDP decían que estaban renuentes a ir a los locales del HDP. Muchos incluso por
temor a perder el trabajo.
“Por ejemplo el HDP de Dersim abrió un local electoral en el centro. Una
mujer contratada por una agencia de empleo volvía del trabajo a su casa cerca
del local electoral. Cuando salió del trabajo y se dirigió a casa, dudó por
unos minutos para que la multitud se separara. Alguien la vio. Cuando fue a su
casa, la directora de la institución para la que trabajaba la llamó y le dijo
que su trabajo había terminado. El motivo fue que estaba en la apertura de la
oficina electoral del HDP. Al expresar que no era la primera vez, la gente de
HDP dijo que el gobierno trató de mantener a las personas alejadas del partido
con la amenaza de perder el sustento.” (https://www.artigercek.com/haberler/dersim-de-korku-hakim-hdp-baski-altinda-calisma-yurutuyor)
“La declaración del presidente, Recep Tayyip Erdogan, que dijo ‘Donde
gane el HDP pondremos un administrador fiduciario’ (interventor), es el tema
más discutido. Los HDP que trabajan en los vecindarios se enfrentan a la
pregunta ¿Serán asignados nuevamente? Un militante HDP que trabaja en los
vecindarios, dijo: Nos preguntan si eso va a pasar. Por supuesto que estamos
discutiendo la situación. Lo más doloroso es la expresión de la oposición en
este sentido. Han ido a otras casas antes que nosotros y dijeron: "Si vota
por HDP, se nombra al administrador (interventor)" Ídem.
La candidata a Co-intendenta de
Dersim Nurşat Yeşil declaró: “Estamos
caminando con carros blindados o policías de civil. Estamos abriendo oficinas
electorales, y tenemos policías civiles entrando a nuestras oficinas
electorales. Una operación se llevó a cabo en la ciudad el miércoles y 4 amigos
de la administración del partido, que llevaron a cabo el trabajo electoral,
fueron detenidos. Nuestros votantes tienen miedo. Hay una seria presión. Si
alguien camina por la calle, uno no sabe lo que vendrá al día siguiente.
Desafortunadamente, tal aire ha sido creado.” Ídem.
En estas condiciones el HDP
realizó su campaña electoral en Dersim y en todo Bakur. Por eso no es extraño
que en algunas ciudades el HDP haya perdido la elección aunque lograra triunfar
en más de 60. En el caso de la ciudad de Dersim que tomamos como ejemplo, el
candidato del maoísmo, Fatih Mehmet Maçoğlu gana la ciudad por 3000 votos.
Maçoğlu
En las elecciones locales del
2014 Maçoğlu con apoyo del HDP gana las elecciones en el municipio de Ovacik.
Allí implementó en el campo un sistema de cooperativas y beneficios en el
transporte y el suministro de agua no muy diferente a las municipalidades
administradas por el HDP. En ningún lado se expropió nada ni se llevó a cabo
algo que signifique un cambio cualitativo en la propiedad de los medios de
producción. La diferencia es que Ovacik no fue intervenida porque él no era del
HDP, pertenece a un partido maoísta, y Maçoğlu tuvo muy, muy buenas relaciones
con el gobernador de la provincia nombrado por Ankara (los gobernadores no se
votan). Aquí abajo se ve a Maçoğlu en una foto con motivo de la visita del
gobernador al municipio de Ovacik.
Visita
del gobernador de Dersim (gobernador impuesto por el gobierno central) y el
Comandante Provincial de la Gendarmería a Ovacik cuando Maçoğlu (círculo rojo) era
su alcalde.
Una posición revolucionaria en
Dersim hubiera sido reclamar por la restitución de los alcaldes destituidos y
por su libertad, o al menos llamar a votar a los candidatos del HDP. Maçoğlu se
alza con el triunfo en esta situación, incluso con el apoyo de un sector del
trotskismo[v].
Por otro lado el maoísmo pierde la elección en Ovacik. Es decir Maçoğlu gana en
condiciones irregulares y con la ayuda de las fuerzas represivas.
A pesar de esta situación en
Kurdistan donde Erdogan no puede hacer pie si no es con la bota de los
militares, el AKP – su partido - pierde las tres principales ciudades del oeste
del país. Ankara, la capital, Izmir importante puerto sobre el mar egeo y
Estambul la principal ciudad económica y turística de Turquía.
Estambul le da la espalda a Erdogan
Si había una derrota que golpeaba
directamente a Erdogan, esa fue la de Estambul. El 31 de marzo el
socialdemócrata-nacionalista CHP gana la elección por un exiguo porcentaje. La
justicia electoral, en manos de Erdogan, desconoce el resultado y llama a
nuevas elecciones para el 23 de junio. Erdogan con esta maniobra pensaba
recuperar la ciudad que vio crecer su carrera política ya que él fue alcalde de
Estambul. Se equivocó. La segunda elección fue un golpe durísimo ya que perdió
por algo más de 9%. Indudablemente la vuelta electoral del 31 de marzo sirvió
como catapulta del resultado del 23 de junio y fue un duro golpe que debilitó
al régimen. Es decir, el centro de la política era justamente hacer eso. Quien
no se haya centrado allí tal vez haya hecho algo de propaganda pero nada más.
Es que hay un régimen autoritario, que apoya lo
peor del terrorismo jihadista en Siria, utiliza sus propias fuerzas armadas
como factor contrarrevolucionario contra la revolución de Rojava en Siria, Iraq
y Turquía, en donde encarcela a centenares de periodistas, cierra sus
publicaciones y reprime a los militantes políticos del HDP y las expresiones
kurdas. También intenta silenciar a las minorías nacionales o sexuales.
Figen Yüksekdag and Selahattin
Demirtas co-presidentes del HDP siguen en prisión.
Erdogan basa su régimen en el
nacionalismo de los opresores. “El
nacionalismo de los pueblos oprimidos tiene sus grandes vetas progresivas; allí
es legítimo hablar realmente de “alas izquierdas”. Pero no sucede lo mismo con
los nacionalismos de los opresores; por ejemplo, el nacionalismo
estadounidense, el de los colonos blancos de Sudáfrica o el de los colonos
sionistas de Palestina.” Nahuel Moreno. El nacionalismo turco es en este
caso el chovinismo opresor, el régimen autoritario de Erdogan y había que
unirse al HDP para recuperar para el pueblo kurdo sus municipalidades porque la
cuestión es sencilla, muy simple: “¿Quiénes
son, entonces, los opresores y quiénes son los oprimidos? ¿Quiénes tienen
derecho a la autodeterminación? Aquí la cosa es simple y concreta: lo primero e
inmediato es restituir al pueblo oprimido su tierra y sus derechos nacionales y
democráticos.” Nahuel Moreno.
En Turquía el problema del
régimen es lo determinante, es una “democracia” opresora, una
autoritarismo, una dictadura contra el pueblo kurdo y todas las minorías, y que
persigue implacablemente a sus activistas y militante. Su derrota es muy importante
por lo que significa Turquía como país sub-imperialista. Además el derrotar
regímenes contrarrevolucionarios abre la puerta a una etapa en donde la
relación de fuerzas cambia a favor de los oprimidos, les trabajadores, las
mujeres y las disidencias sexuales, etc. Solo si entramos a esa etapa como los
campeones de la derrota del régimen contrarrevolucionario vamos a estar en
mejores condiciones para dirigir el proceso de movilización permanente y la
lucha por la revolución socialista. Por
eso es tan importante desde Turquía reclamar por el retiro de las tropas turcas
de Siria e Iraq, oponerse a la invasión de Rojava y que acaben los bombardeos!!
Exigir la libertad de todos los presos políticos y por el cese de las persecuciones!!
E impulsar la movilización contra el gobierno desde cualquier reclamo obrero y
popular. Y, desde Europa, exigir que no se le venda un arma al ejército turco y
realizar acciones de solidaridad con el pueblo kurdo!!
Turquía y Siria están entrelazadas
por una revolución democrática. Tenemos el deber de honrar a las miles de
mujeres y hombres que dieron la vida por esa heroica revolución. A los
brigadistas internacionalistas que fueron a dar su vida a esa región resaltando
lo mejor de la solidaridad entre los seres humanos. Dar la espalda a este
proceso revolucionario es sepultarse, echarse encima la tierra de la historia, vivir
en el mar de la tranquilidad de la luna o apenas ser un comentarista más y no
pensar cual es la mejor manera de empujar la movilización regional y que se
desarrollen las direcciones revolucionarias para empalmar con otras en el
mundo.
Fabio Marucci
[i] Nahuel Moreno, Escuela de Cuadros Argentina 1984
[ii] “Es que no puede haber socialismo, verdadero socialismo, si no lo hace todo el mundo. Lenin hizo uno de sus más grandes trabajos, por ejemplo, en la gran discusión que se abre cuando se da a los campesinos el derecho a vender su producción. A Lenin le decían: "Usted está retrocediendo al capitalismo". Y era verdad, porque autorizó el mercado. Pero Lenin es genial, responde desde otro ángulo y dice: "Discúlpenme: en Rusia hay cien millones de campesinos, y los campesinos van a aceptar una medida [como esa], y desplegar toda su iniciativa. En cambio, si nosotros adoptamos una medida que hace que los cien millones de campesinos estén en contra... Esta medida es mucho más democrática, y pone en pie de guerra a los cien millones de campesinos. La otra está bien hecha en el papel, pero los campesinos están totalmente en contra. Así que nosotros estamos por la movilización, por el acuerdo con los campesinos". La Revolución Rusa se hizo gracias a eso, a ese criterio de democracia obrera campesina, porque [en realidad] Lenin siempre había luchado contra el reparto de la tierra.
En Rusia, el movimiento de izquierda había tenido dos o tres posiciones características alrededor del problema de la tierra. El ala izquierda planteaba la nacionalización de la tierra: "No podemos darle la tierra al campesino, porque ese campesino después le compra un pedazo de tierra a otro, y en diez o veinte años tenemos campesinos muy ricos. No señor: la tierra es nacional y esa tierra se reparte. Si un tipo tiene cuatro hijos le dan una parcela cuatro veces más grande que a un tipo que es soltero. Y si al año siguiente la cosa cambió, y tal campesino tuvo un hijo más y al primero se le murieron dos hijos, entonces a este último le damos menos. Cambia de año a año". Eso decía el ala revolucionaria.
Los socialistas revolucionarios populistas, que eran medio anarcos y metían bombas, lógicamente decían: "Reparto de la tierra, y cada campesino se agarra lo que puede". Era la línea del reparto de la tierra, que le permite al más fuerte agarrarse lo más grande porque tiene más dinero.
Los oportunistas decían que había que municipalizar la tierra. Que ni fuera del país en su conjunto ni se la repartieran los campesinos. Opinaban que debía ser de cada municipalidad. La municipalidad de Pehuajó tenía toda la tierra de Pehuajó; la de Lincoln, toda la tierra de Lincoln; la de Junín, toda la tierra de Junín. Y entonces cada municipalidad discutía con todos los campesinos cómo la repartía.
Estas eran las tres grandes líneas que había. Lenin siempre, toda su vida, estuvo en contra del reparto de la tierra, lo denunció como pequeñoburgués. Pero la revolución la hizo aceptando el reparto de la tierra y, sin autocriticarse, combinó las dos cosas. ¿Por qué? Porque en esa reunión que ya les comenté, cuando él fue y habló ante los campesinos, que lo silbaban, si él no estaba por el reparto de la tierra los campesinos no lo apoyaban ni apoyaban que hiciera la revolución socialista. Entonces, sin renegar, pactó con los campesinos y combinó las dos cosas: "Ustedes apoyan que hagamos la revolución obrera. Nosotros seguimos sosteniendo que la tierra sea nacional, pero que los campesinos, los comités campesinos, la repartan". Ídem.
[iii] “Dicho de otra manera, podemos hacer pactos, acuerdos, unidades de acción o cualquier cosa por el estilo, coyuntural, hasta con el diablo y su abuela —para usar una expresión célebre—, si ayuda a nuestros fines estratégicos de construir el partido y empujar la movilización.” Conceptos Políticos Elementales. En este caso habría que reemplazar "movilización" por "revolución". Si eso no es estratégico como objetivo, no sé qué cosa lo sería. Lo que es táctico y coyuntural es el acuerdo.
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Anexo I: Parte del Curso “Escuela de Cuadros, Argentina 1984”
[Aclaración: los
resaltados son míos, lo que está entre corchetes es un agregado de los editores
a la transcripción para una mejor comprensión del discurso ya que se trató de
una charla a cursistas y las notas al final también son de los editores]
“Moreno: (…)
Me adelanto a decir, entonces, una comprobación metodológica: un sano
empirismo, un sano hábito empírico es lo más dialéctico que hay. Porque, de
hecho, este sano empirismo de Lenin es: “Dejemos que los hechos se
produzcan, [que] las revoluciones [se produzcan], y después hacemos las teorías”.
Y no como creo que es más o menos el enfoque de Trotsky: “Hacemos teorías de
cómo va a ser una revolución para todo el siglo”. Trotsky escribió
categóricamente: “Mao Tse-tung va a un régimen capitalista, de hecho
contrarrevolucionario; si voltea a Chiang Kai-shek no significa nada para la
humanidad”. Dijo eso por su formulación de la teoría de la revolución
permanente. Hoy en día la realidad muestra que eso fue un desastre.
¿Qué quiere decir “sano
empirismo”? ¿Qué hubiera dicho Lenin? Lenin hubiera dicho: “Soy medio
empírico. ¿Por qué no vemos [qué pasa]?; después vemos, ajustamos [la teoría] a
la realidad; la realidad es tan rica, somos empíricos, no jodamos, no seamos
tan pedantes”. Así actuaba él. Al leerlo uno va viendo que se va adaptando
y sacando tácticas. Siempre es un estudio apasionado de lo que da la realidad.
Y la realidad inmediata para [elaborar] política inmediata; la realidad más
general para [elaborar] teoría más general. Por eso en el problema teórico
siempre es un poco tardío. Lenin es uno de los últimos en escribir sobre el
imperialismo, pero después redondea [el tema].”
(…)
“Quiero que, en la
parte del curso sobre revolución permanente, toquen a fondo este hecho muy
importante. Acá hay un problema político grave, tremendo, que toco al pasar —si
tenemos tiempo vamos a hacer un libro grande—. Pareciera que el hecho de la
contrarrevolución capitalista ha replanteado la necesidad de que tiene que
haber una revolución democrática. Y que ignorar que lo que se plantea en los
países adelantados donde hay regímenes contrarrevolucionarios también es una
revolución democrática, es maximalismo, es tan grave como ignorar la revolución
democrática burguesa en los países atrasados. Esto es muy importante. No sé
si es correcto o no. Si es correcto, hay que cambiar toda la formulación de las
Tesis de la revolución permanente. Me da la impresión de que es correcto, y de
que Trotsky apuntaba para allá.
Si es correcto,
cambia toda nuestra estrategia con respecto a los partidos oportunistas, y en
buena medida respecto a los partidos burgueses que se oponen al régimen
contrarrevolucionario. Como un paso hacia la revolución socialista, nosotros
estamos a favor de que venga un régimen burgués totalmente distinto [al régimen
contrarrevolucionario]. Así como estábamos a favor de la revolución
democrático-burguesa, y decíamos que era distinta a la otra, [a la revolución
socialista], que había que hacerla, que había que voltear al Zar, que era una
tarea democrático-burguesa específica, hay que discutir si no hay ahora también
una tarea democrático-burguesa específica, que es tirar al régimen
contrarrevolucionario para que venga, aunque sea, un régimen burgués.
Hay elementos muy
poderosos en Trotsky que parecieran indicar que él apuntaba en ese sentido. Por
ejemplo, cuando él plantea que si en Alemania la pequeño burguesía con sus
partidos rompe con Hitler, lo que hay que plantear es que el parlamento ultra
burgués tome el gobierno. Y yo sostengo que eso sólo se podía lograr por una
revolución. Es decir, había que reventar a Hitler, a los SS, etcétera. ¡El
lío que había que hacer para lograr esa pequeña consigna: “Que el parlamento
eche a Hitler y nombre un nuevo gobierno”! Era una consigna muy parecida a la
nuestra [en la Argentina bajo la dictadura militar]:“Que el Parlamento elija,
contra la Junta”, etcétera.
Trotsky tiene otro
planteo, a la defensiva pero revolucionario, cuando el fascismo avanza en
Austria. Trotsky dice: “Nosotros estamos por la dictadura del proletariado,
pero en este momento en Austria la mayor parte del proletariado está por la
democracia burguesa; entonces nosotros les proponemos trabajar juntos, hacer un
frente único, pero para luchar por la democracia burguesa a través de la
movilización y de la lucha armada”. Ahí lo dice con todas las letras. De hecho
era una guerra civil. En este caso no era una revolución, porque era defensiva;
pero preanuncia la política frente a la Revolución Española. Aunque respecto a
la Revolución Española, Trotsky es un poco confuso; pocas veces tiene esta
claridad. Dice que son dos regímenes antagónicos en lucha y que hay que
defender [a la República], porque no es casual que se estén peleando. Pero él
insistió en el aspecto de la revolución obrera y no en [la lucha entre] dos
regímenes, aunque también lo tomaba como un ingrediente. Nunca señaló que la
lucha ente regímenes era el ingrediente principal.
Cursista: Pero en la política de la
resistencia europea contra la invasión nazi, donde participaban todos los
revolucionarios, muchas veces de hecho hubo relaciones con los aliados
contra el nazismo.
Moreno: Sí, y con la burguesía.
Cursista: ¿Planteaban conscientemente la
revolución obrera o la lucha contra el nazismo?
Moreno: Todo era para echar al nazismo. El
trotskismo era pequeño. Nosotros creemos que hay posibilidades de que
Trotsky haya errado total y absolutamente su análisis y su política sobre el
hecho más importante —revolucionario y contrarrevolucionario— que se ha dado en
la historia, que es la Segunda Guerra Mundial, y por eso somos una secta.
Cursista: ¿Se refiere a la definición del
carácter de la guerra sólo como inter-imperialista?
Moreno: No, que era democrática. Esto está
indicado en una vieja discusión entre Grandizo Munis[i]y
el Socialist Workers Party (SWP). ¿Cuál era la discusión? Cuando la dirección
del SWP fue juzgada [durante la Segunda Guerra Mundial], no dijo: “Estamos
por la derrota de nuestro propio país; no queremos defender a nuestro país”,
como dijeron los bolcheviques y todos los socialistas revolucionarios de
izquierda en 1914. Toda la defensa del SWP fue decir: “Nosotros estamos
contra el gobierno, no por la derrota de nuestro país, porque nosotros somos
los más antinazis, los que más queremos derrotar a Hitler”. Grandizo Munis
les decía: “Cayeron al oportunismo más asqueroso”. Y traía citas de
Lenin. “Lenin —decía Grandizo Munis— sostenía que el mal menor era la
derrota del propio país —cosa que es verdad— y planteaba la
transformación de la guerra inter-imperialista en guerra civil. Y ustedes nunca
dijeron eso en el juicio”. Entonces los dirigentes del SWP sacaron una
carta de Trotsky —genial, como siempre— en la que decía: “No está descartado
que los ataquen, que traten de probar que son traidores y por ese medio
fusilarlos. Tienen que ser inteligentes en defenderse”. Y aconsejaba todo
lo que hizo Cannon: decir que el de Roosevelt era un pésimo gobierno; que no
combatía; que de hecho, por ser capitalista, en última instancia facilitaba al
nazismo, etcétera, etcétera, y que ellos eran los campeones en la derrota
militar de los nazis.
Yo tuve la suerte
de conocer a Grandizo Munis, era amigo suyo. Era muy interesante lo que él
decía, pero en su momento le dimos la razón al SWP porque trajo unas citas de
Trotsky que no se conocían, de unas cartas que les había enviado. Todos
nosotros respetábamos entonces tanto a Trotsky y a su esquema, que opinábamos
que Grandizo Munis estaba equivocado. [Pero] había una contradicción.
Grandizo Munis se
fue haciendo cada vez más delirante, pero creo que su delirio tiene una
profunda razón política: se mantuvo trotskista dogmático. Él tenía razón: había
una contradicción. Pero como quería tanto a Trotsky —era su discípulo
predilecto— no le respondió. Siguió la línea de Trotsky y se fue entonces a un
partido internacional formado por nacionalidades distintas. Hacía células de
húngaros y franceses para que no se le viera nacionalista.
[Con la
recomendación que le hizo al SWP,] Trotsky estaba esbozando, casi teorizando
[una política]. Está surgiendo una táctica, la que hoy en día conocemos como “estamos
a favor de la causa, pero en contra de la conducción”. Es la de la Guerra
de las Malvinas. El centro es el ataque a la conducción de una lucha justa, el
centro no es [el ataque] a la lucha.
Cursista: ¿La diferencia entre la Primera
Guerra Mundial y la Segunda es la existencia del nazismo?
Moreno: Es la existencia de la
contrarrevolución. ¿Cuál fue el elemento determinante en la Segunda Guerra
Mundial, el contrarrevolucionario o el inter-imperialista? ¿Fue o no un tipo de
guerra diametralmente opuesto [a la Primera]? Y yo empiezo a creer que no[ii].
Hubo una gran ala, un grupo de alemanes muy inteligentes que le plantearon la
cosa a Trotsky, y él los sacó a patadas limpias —igual que a Chen Tu-hsiu
respecto a Mao Tse-tung.
Si esto fuera así,
y si Trotsky fue mecánico... Volvemos al sano empirismo de Lenin. ¿Qué quiero
decir con esto? No digamos más: “Seguro que las cosas van a ser así”.
Digamos: “El desarrollo político es en base al desarrollo desigual y
combinado; todos los días viene algo nuevo, entonces todos los días tenemos que
volver hacia atrás para hacer teoría, porque somos políticos y lo político es
responder todos los días a situaciones nuevas”. Hay que terminar con
que las cosas se repiten mecánicamente. Me da la impresión de que Trotsky
cometió un error de mecanicismo catastrófico para el trotskismo, que nos
impidió encarar la más grande revolución y guerra que se ha dado en el mundo
con una política correcta, que era la de la denuncia a la conducción y no la
denuncia a la guerra.
Cursista: Pero hubo trotskistas que
participaron en el maquis.
Moreno: Fue un lío teórico terrible.
[También] hubo trotskistas y marxistas que se fueron a los SS porque dijeron: “Acá
está el proletariado y van a entrar en crisis, y Trotsky dice que el
proletariado...” El otro día vi por televisión a un marxista fanático que
fue a los SS. Uno o dos años después se fue, porque no podía hacer fracción, ni
hablar, ni nada: los SS eran lúmpenes, aunque muchos eran obreros. Hace poco lo
vi acá por televisión, en uno de esos programas sobre el nazismo, donde
apareció un tipo que decía: “Yo era de la izquierda del PC; hice el análisis
de que ahí, en las SS, estaba el proletariado, y entonces entré, y no pudimos
hacer nada”. Privat planteó que los trotskistas tenían que hacer entrismo
en las organizaciones fascistas sindicales. Otros— que conocí y eran muy
capaces— opinaron que había que hacer propaganda y entrismo porque venían
cincuenta años de nazismo. Recién al final se aceptó a la guerrilla; antes la
atacaban. Era una confusión terrible y no esto tan sencillo: “son dos
regímenes; hay un régimen contrarrevolucionario, ese es el factor determinante”.
Es lo que se dijo
para la Guerra Civil Española. Porque en la Guerra Civil Española se dijo lo
contrario [de lo que se dijo en la Segunda Guerra Mundial], pero no bien firme.
Trotsky le dijo a Shachtman: “Usted tiene razón; hay elementos
inter-imperialistas en esta guerra: de un lado está el imperialismo alemán y
del otro los imperialismos inglés y francés. Pero es la lucha entre dos
regímenes. Y el elemento determinante de esta situación concreta es la lucha
entre los dos regímenes y no la lucha entre los dos imperialismos”.
En forma global,
son dos preguntas. Yo en principio estoy a favor de esto [de que la Segunda
Guerra Mundial es la lucha entre dos regímenes]. Tengo dudas en lo siguiente:
si antes de entrar la URSS en la guerra, la guerra de los países democráticos
[contra el nazismo] no es positiva, si de verdad no es una lucha entre dos
regímenes. Tengo dudas, enormes dudas de que el mal menor fuera la derrota de
Polonia, de que para los judíos el mal menor era la derrota de Polonia por los
nazis, aun cuando los rusos [todavía] no hayan intervenido [en la guerra]. Es
decir que fue un error catastrófico el de Trotsky. Eran dos regímenes: un
régimen en el que los judíos podían vivir y otro régimen en el que los judíos
no podían vivir. A mí ya no me convence nadie de que no hay que “pelear por
el oro”, de que había que decirles a los judíos: “No agarre las armas ni
empiece a matar nazis, porque [la política correcta] es la
transformación de una guerra inter-imperialista en guerra civil y el mal menor
es la derrota de Inglaterra y Francia”. Ese tipo no puede entender
nada, nos ve como delirantes. Es como si en Argentina sólo dijéramos que Videla
y Alfonsín son dos regímenes burgueses. (Como empieza a decir Altamira, que
felizmente no lo dice cuando estamos retrocediendo, porque no vamos del régimen
de Alfonsín al de Videla sino al revés. Pero si estuviéramos retrocediendo,
imagínense el significado.)
De esto que dije
antes puedo tener dudas, aunque cada vez me inclino más [a que fue así]. Pero
no tengo ninguna duda de que, a partir de que interviene la URSS, ya no es la
lucha entre dos regímenes burgueses, uno mucho más avanzado que el otro, lo más
avanzado que había alcanzado la humanidad como régimen —exceptuando el de
Lenin—, y el otro, lo más atrasado que logró la humanidad como régimen (porque
no hay nada peor que la contrarrevolución nazi; es peor que Egipto bajo los
faraones; es un genocidio planificado; sobre todo el nazismo es una cosa
terrorífica).
Me da la impresión
de que mi teoría de que son dos regímenes [en guerra] se confirma por lo que
ocurrió después de la guerra y también por lo que ocurrió en Japón.
Después de la
guerra no pudieron lograr que siguiera la guerra contra la URSS porque era un
movimiento de masas contra el nazismo tan brutal que cuando les dijeron que
iban a dejar los ejércitos [en Europa] para seguir la guerra [contra la URSS],
los soldados dijeron: “¡Un momentito, ya vino la democracia, chau!”. Y
empezaron a rajarse para sus casas. Hasta hubo ese gran misterio del buque, un
Liberty, que desapareció en Marsella, que dicen que se lo robaron. Quiere decir
que también había crisis en el ejército, o como mínimo en la Armada. ¡Porque
robarse un buque no es poca cosa! Sólo en la Marina yanqui puede ocurrir una
cosa así. En una marina normal los tienen contados. ¡Imagínense que haya cuatro
buques en [la base naval argentina de] Puerto Belgrano, y desaparece uno!
En Japón hay un
cambio de régimen total —exceptuando el hecho de que dejan al emperador—.
Desembarca un fascista como el general MacArthur y hace elecciones, sindicatos
libres, etcétera, cosas que no tenían nada que ver con lo que él pensaba. Es
para pensarlo, pero a mí me da la impresión de que nosotros, los trotskistas,
los más grandes revolucionarios, perdimos la revolución más grande del mundo,
que fue la guerra contra el Eje. Todo lo que vivimos desde entonces es el
resultado de la más grande guerra revolucionaria que ha habido en el mundo, que
adquirió características de defensa del Estado obrero en relación a la URSS,
combinada con defensa del régimen democrático burgués, o de nuevas conquistas,
como parte de la revolución socialista
[i] Grandizo Munis (1912, México
–1989, Francia). Entró en la política revolucionaria por primera vez como
miembro de la Izquierda Comunista de España ICE), el grupo liderado por Andrés
Nin y en solidaridad con las opiniones de León Trotsky. En 1940 Munis huyó a
México y es de este momento su crítica de las acciones de los líderes del SWP
durante los juicios de Minneapolis. Se sumó a los antidefensistas. Escribió un
excelente libro sobre la revolución española y la actuación de los trotskistas,
Jalones de derrota; promesa de victoria: Crítica y teoría de la revolución
española (1930-1939).
[ii] Nos parece un error del
autor, ya que lo que su desarrollo posterior indica que opinaba que la Segunda
Guerra Mundial sí era de un carácter “diametralmente opuesto” a la Primera.
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