Tesis sobre la situación mundial (2018)
Prologo Tesis Mundiales 2018
Desde que escribí las tesis en
febrero de 2015 se han sucedido nuevos hechos en la lucha de clases y
experiencias políticas importantes que merecen una revisión, correcciones y
explicaciones a dicho texto.
Se han dado hechos de la lucha de
clases que reafirman el carácter de la situación mundial de conjunto pero
también cambios superestructurales que pueden impresionar a algunos analistas
de izquierda como la llegada al gobierno de formaciones de derecha en algunos
países de Sudamérica o la de Trump en los EEUU. También un hecho muy importante
fue la traición de Syriza al formidable pueblo griego que voto en contra de los
planes de austeridad en un referéndum. Otro hecho importante es que la
revolución kurda de Rojava se extendió a otros pueblos no kurdos en el norte de
Siria lo que desespera al régimen de Erdogan en Turquía que contra-atacó
invadiendo Siria y tomando el cantón de Afrin.
Todos estos hechos reafirman la
necesidad de actualizar y de corregir aquel texto agregando alguna explicación
necesaria. Lo fundamental no ha cambiado mucho pero se han hecho algunos
cambios. En las ciencias sociales la teoría viene después de los hechos. A este
respecto decía Nahuel Moreno “El desarrollo político es en base al
desarrollo desigual y combinado; todos los días viene algo nuevo, entonces
todos los días tenemos que volver hacia atrás para hacer teoría, porque somos
políticos y lo político es responder todos los días a situaciones nuevas”.
Como siempre está abierto al debate y a los aportes de quien quiera hacerlo ya
que lo mejor siempre es la resultante de una elaboración colectiva de los
militantes revolucionarios.
Fabio Marucci
_______________________________________________________________________________
(Borrador 2018
abierto a los aportes y debates)
I) El
Sistema Mundial Capitalista nos lleva a la Barbarie.
II) Los ricos son cada día
más ricos y los pobres se hunden cada vez más en la miseria y la pobreza.
III) Una crisis con nuevos
actores: los Estados Burocráticos Burgueses.
IV) La caída del Estalinismo:
un triunfo con sabor a largo plazo.
V) El imperialismo cada día
más debilitado.
VI) Una Situación
Revolucionaria Mundial inédita.
VII) Nuevas Direcciones
encabezan una rebelión mundial.
VIII) Los que tienen miedo a
perder sus privilegios: las viejas direcciones traidoras políticas y sindicales.
IX) La tarea del momento: Unir
la inmensa masa de luchadores y revolucionarios del mundo.
a) La crisis de la humanidad es la
crisis de su dirección revolucionaria.
b) La lucha de la clase obrera mundial
es una sola.
c) El eje de construir una dirección
revolucionaria mundial.
X) El Socialismo Mundial: Un
programa vigente y actualizado para la movilización permanente para acabar con
el sistema capitalista y patriarcal.
____________________________________________________________________________________
Tesis I) El Sistema Mundial Capitalista nos lleva a la Barbarie
Cuando se habla de barbarie la gente piensa
en una horda de hombres que saquean un país, pasan a degüello a su población,
violan sus mujeres y queman todo. Sí, eso es barbarie y lo vimos en el pasado
reciente y en el presente, por ejemplo en el nazismo y su holocausto, en la
limpieza étnica llevada por Israel contra la población palestina para colonizar
ese territorio o la llevada a cabo en la ex Yugoslavia para su desmembración o
en varias guerras civiles en África, o la que el ISIS desarrolló y aun intenta
hacerlo en Siria e Irak. Pero el concepto es más amplio. También barbarie es el
vivan más de 800 millones de personas con hambre, que millones no puedan
acceder a agua potable, que se muera por enfermedades curables o no se destinen
medicamentos a determinado lugar del mundo porque “no hacemos medicamentos para
indios” como reconoció la Bayer. Barbarie es el trabajo infantil esclavo o la
desnutrición, es la trata o el secuestro y desaparición de personas como ocurre
a diario en México y otros países, barbarie es el narcotráfico y tráfico de
armas. Barbarie es la existencia de la xenofobia y el racismo en pleno siglo
XXI. También es barbarie la superexplotación permanente de los sectores más
vulnerables para enriquecer un pequeño puñado de familias en el mundo. Es
decir, barbarie es todo aquello a lo que conduce la lógica del sistema
capitalista: una inmensa sed de ganancias, un inmenso crecimiento de la riqueza
que produce el ser humano para beneficio de unos pocos.
También barbarie es lo que realiza el sistema
capitalista en nombre de la sacrosanta ganancia explotando a la naturaleza.
Jamás en la historia humana se ha visto semejante expoliación y extractivismo
de los recursos naturales poniendo en riesgo la vida misma sobre la tierra. Por
este sistema se envenenan las aguas, se contaminan la tierra y el aire, se
sigue consumiendo energía no renovable de origen fósil provocando el
crecimiento de los niveles de monóxido y dióxido de carbono que aumentan la
temperatura de la tierra año a año. Los avances tecnológicos no solo se
pusieron al servicio del aumento de la producción, la explotación y la
alienación del ser humano sino también en la destrucción de la naturaleza. El
Fracking es el último grito de la moda para extraer gas y petróleo. Este nuevo
sistema es altamente contaminante y capaz de producir terremotos en lugares con
fallas geológicas previas o predispuestas a movimientos telúricos. El monopolio
de la producción y comercio de granos con Monsanto a la cabeza, han dejado un
tendal de muertos por cáncer y otras enfermedades también en nombre del mayor
“rinde” y la ganancia produciendo ya sean fertilizantes o pesticidas muy
dañinos para la salud como el glifosato o por la producción de alimentos
genéticamente modificados. Esto a su vez provoca que amplios bosques sean
desmontados para producir lo que dé más ganancia en determinado momento como es
el caso de la soja, arrasando con verdaderos pulmones de la tierra y a la
población originaria que en ella viva. Todos estos avances también fueron
puestos al servicio de la industria militar que lleva el horror de las guerras
allí donde la sed de ganancias abre paso a la sed de sangre para garantizar la
continuidad del modo de producción capitalista imperialista mundial. Es que
este sistema no podría sobrevivir de otro modo. En fin, casi todo lo que se
produce lleva esta marca de nacimiento, la del modo de producción y las
relaciones de producción capitalistas, un sistema al servicio de solo casi el
1% de la población del planeta.
El sistema capitalista en su camino no
aprende tampoco que es un sistema decadente que choca con su desenfrenada
vocación de ganancia. En los últimos 50 años, solo visto desde el punto de
vista económico, su debacle es cada vez más acentuada. Su razón de ser, la
ganancia, es cada vez globalmente menor y necesita super-explotar cada vez más.
Vive una crisis crónica desde finales de los años 60, salpicada por distintas
crisis que ha superado siempre gracias a más explotación y miseria de la clase
trabajadora o desposeída. Esas crisis fueron siendo descargadas sobre las
espaldas de los países periféricos que entraban en crisis por el alza o la baja
de los precios del petróleo o por el endeudamiento externo o una corrida de
capitales. Pero a medida que pasaban esas crisis los países imperialistas más
importantes comenzaron a aumentar la explotación de las clases trabajadoras de
sus propios países que comenzaron a vivir la desocupación y los bajos salarios
a la que ya estaban habituadas las poblaciones del llamado tercer mundo. Esto
deja perfectamente claro el carácter mundial de la economía capitalista. Tan es
así que los países llamados del “socialismo real” también sucumbieron ante la
crisis y la política llevada a cabo por el imperialismo porque era inevitable
que la utópica y reaccionaria teoría del “socialismo en un solo país” cayera en
un callejón sin salida. En realidad dicha teoría estaba solo al servicio de una
burocracia totalitaria que puso fin a la primera experiencia de países sin las
relaciones de producción capitalista y sin una clase burguesa dominante.
Sin enemigos a la vista y con la burocracia
de la República Popular de China habiendo liquidado también su “socialismo
real” vía el aplastamiento contrarrevolucionario, el sistema económico mundial
capitalista se fue a la carga de nuevos mercados, provocando más guerras,
miseria y hambre en el mundo en donde una tercera, o mayor, parte de la
población vivía solo con un plato de arroz. Era la etapa del “fin de la
historia”, de la negra etapa neoliberalista donde el sistema dio rienda suelta
para poner fin a todas las conquistas obreras que hubiera en el mundo incluso
cerrando el ciclo del “estado del bienestar” en la vieja Europa.
Pero el sistema capitalista siguió sin
aprender y se vio sacudido a nivel planetario en el año 2008/2009 cuando toda
una burbuja inmobiliaria se vino abajo en el corazón del imperio, en los EEUU.
No fue una crisis más, fue la constatación de que la crisis es global,
sistémica y que no escapa nadie en el planeta a su alcance. Lo que indican
estos 50 años de crisis crónica es la confirmación que el sistema económico,
social y político capitalista se agota, llega a su fin. Esto no significa que
pueda ser superado por otro sistema mejor, pero si no es superado, sumergirá a
la humanidad a la barbarie completa.
La existencia de las fronteras nacionales es
uno de los factores por el cual el sistema capitalista puede subsistir y
dominar las economías al servicio de unos pocos, no solo en el sentido de que
un país domina a otros sino porque es la garantía para que las multinacionales
puedan penetrar sin resistencia en distintos mercados. Esas multinacionales,
industriales, comerciales o financieras, son las que definen al fin de cuentas
el grado de penetración imperialista de un determinado país. Así, un país como
la Argentina que tiene algunas empresas multinacionales como Techint es un país
completamente dependiente del capital financiero y comercial de distintas
potencias. EEUU es claramente un país imperialista y China con su capital
comercial y financiero también lo es. Nunca como ahora se ha vista tanta
concentración monopólica, tan exacerbado imperialismo, en el sentido leninista
de la palabra. La existencia de las fronteras nacionales es una necesidad del
capital, no de la sociedad humana. Sin las fronteras nacionales, sin los
estados-nación, las distintas riquezas naturales y la producción económica
estarían al servicio de un desarrollo sustentable de la humanidad. Sin
fronteras nacionales el desarrollo tecnológico y humano se multiplicaría
enormemente, se podría acabar con el hambre, la miseria, las guerras y frenar
la destrucción de la naturaleza. Pero claro, para esto hay que acabar con el
imperialismo y con sus socios nacionales, las burguesías y oligarquías locales
ya que bajo su dirección cualquier tipo de “Unión” o “Federación” o
“Confederación” que incluya varios países estarán al servicio de los capitales
más poderosos como es el caso de la Unión Europea hecha a la medida básicamente
de Alemania y Francia.
La crisis del 2008/2009 no fue ni será la
última, los datos de las mismas instituciones capitalistas demuestran que el
crecimiento fue decreciendo desde hace 50 años. Pero al mismo tiempo es
inconcebible que con tanta producción, con un PBI mundial de 75-80 billones de
dólares al año –que solo es el redito que les queda a los estados nacionales
sin contar las ganancias netas de los capitalistas -, el capitalismo no pueda
resolver las necesidades básicas de la humanidad y encima poner en jaque a la
naturaleza que reacciona con climas más severos, terremotos, sequías, etc. La
salida capitalista a la última crisis fue salvar al sistema financiero y los
bancos, su lógica lo llevaba a ello inevitablemente, pero es el germen de una
crisis aún mayor que puede estallar más temprano que tarde.
Las crisis económicas que se sucedan serán
cada vez peores y más agudas. Si no eliminamos las fronteras y ponemos la
economía, la logística y la producción mundial toda al servicio de un
desarrollo humano con igualdad de género y en equilibrio con la naturaleza y el
medio ambiente, en fin, si no edificamos esa sociedad socialista, que será
mundial o no será, no podremos resolver problemas no resueltos que arrastra
este sistema, ni la opresión, ni la explotación, ni los problemas democráticos
de todo tipo, ni podremos detener la barbarie a la que nos lleva. Y cualquier
conquista parcial que se pueda lograr siempre estará en peligro mientras exista
una potencia imperialista o las cenizas de un estado capitalista.
Tesis II) Los ricos son cada
día más ricos y los pobres se hunden cada vez más en la miseria y la pobreza
Una organización internacional llamada Oxfam
que investiga sobre la pobreza en el mundo y trata de “influir en la gente más poderosa” para que los pobres puedan
mejorar sus propias vidas, que no puede bajo ningún concepto ser tildada de
izquierda o revolucionaria, prepara un informe anual antes el Foro Económico
Mundial de Davos. En su último informe de 2018 señala que “El 1% más rico de la población mundial acaparó el 82% de la riqueza
generada el año pasado, mientras que la mitad más pobre no se benefició en
absoluto”. En 2015, ese 1% todavía no superaba el 50% de la riqueza
generada en 2014 y preveía que “el
próximo año [por el 2015] la riqueza del 1% más rico de la población del
planeta superará la del 99% restante a menos que se revierta la actual tendencia
de desigualdad y concentración de riqueza.” Dicho informe del 2015 precisaba
que “Al día de hoy, una de cada nueve
personas carece de alimentos suficientes para comer y más de mil millones de
personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día.”. Es decir, mientras
74 millones de personas (1%) concentraba la mitad de la riqueza mundial, dentro
del otro 99% (7300 millones de personas), 800 millones pasaban hambre y más de
1000 millones vivían con menos de 1 Euro por día en 2015. ¡Y este año ya concentran
el 82% de la riqueza!
En America Latina y el Cariba el informe de
Oxfam 2018 señala que “En esta región el 10% más rico de la población concentra
el 68% de la riqueza total, mientras el 50% más pobre solo accede al 3.5% de la
riqueza total. La riqueza de los milmillonarios latinoamericanos creció en 155
mil millones de dólares el último año, dicha cantidad de riqueza sería
suficiente para acabar casi 2 veces con toda la pobreza monetaria por un año en
la región. En América Latina y el Caribe, el 16% de los trabajadores
asalariados y el 28% de los trabajadores por cuenta propia se encuentran en
situación de pobreza.
En EEUU, 50 millones de personas, 15% de la
población, está en un plan de cupones de alimentos. El 5% más rico de los EEUU
posee el 63% de la riqueza mientras el 50% más pobre posee solo el 1%. En
África países como Sudán, Etiopía, Malí el hambre arrasa e inmoviliza a
millones de personas que no tienen agua ni tierras cultivables. Los que pueden
movilizarse emigran de esa situación empujando a otros con más suerte a emigrar
a otros continentes. La emigración es causa del sistema capitalista en primer
lugar, pues es la causante del hambre y también de la guerra que obliga a la
gente a escapar para sobrevivir, llenando densos y miserables campamentos de
refugiados.
La desocupación, que algunas décadas atrás
era un fenómeno “tercermundista”, es un fenómeno común en las principales urbes
de Europa y los EEUU. La “globalización” ha desparramado todos los males del
capitalismo a todos los rincones del planeta. En algunos países la desocupación
juvenil llega al 50% de la población. Son situaciones realmente desesperantes y
causa de muchos suicidios sobre todo en la población mayor a 40 años que ve que
casi es imposible recuperar su fuente de trabajo.
El “milagro” chino fue bajar los salarios a
nivel mundial ya que muchas empresas se trasladaban hacia allí pagando
prácticamente un plato de arroz al día a sus obreros. Algo parecido ocurrió en
relación al este de Europa o México con las maquilas. Esto empujó el miedo a
perder el trabajo en varias partes del mundo obligando a que el salario no se
vuelva a recuperar. Fue un ataque brutal a los salarios a nivel mundial, fijando
éstos a niveles de subsistencia. Solo los países con commodities para vender al
mercado mundial, que salieron empujados por revoluciones a inicios del siglo
XXI, como en Sudamérica, han recuperado cierto nivel salarial pero ya han
comenzado a perder esas ventajas y vuelve a tensarse el enfrentamiento
capital-trabajo volviéndose a pagar salarios de hambre.
El trabajo en negro y dentro de él los
trabajadores inmigrantes, obliga a millones de personas a sobrevivir sin
ninguna cobertura en salud y educación. En todos los países del mundo el
capital utiliza mano de obra esclava. Se ve en los inmigrantes latinos que van
hacia EEUU, los inmigrantes del mundo árabe o del África central en Europa. Lo
mismo pasa en la inmigración interna en China o el sudeste asiático y en
América Latina. Con esto el capitalismo obtiene por un lado bajar los salarios
de los trabajadores en blanco y también un chivo expiatorio para echar la culpa
de la situación económica a los inmigrantes a quienes vuelca su furia xenófoba
persiguiéndolos con todas las fuerzas represivas y expulsándolos con cobertura
mediática.
El aumento de la explotación exacerba la
opresión. En el caso de la mujer, que aún recibe salarios inferiores al del
hombre, se ven también los signos típicos de la barbarie. La trata y la
esclavitud se están generalizando. Ya sea por reaccionarias y retrógradas
religiones o costumbres, sino también por el negocio de la prostitución. La violencia
de género se ha metido en el embrutecimiento y la frustración a la que son
llevados amplios sectores sociales. No hay posibilidades de una plena
liberación de la humanidad si no hay una plena liberación de la mujer.
Los ancianos que han trabajado toda su vida,
una vez que al capital les resulta que ya han completado su “vida útil”, los
condena a vivir con pensiones miserables. En muchos casos pasan a depender del
soporte de sus familias y en otras son abandonados a su suerte. Si ésta es la
suerte de muchos seres humanos en el mundo hacia el final de sus vidas, mucho
mejor no es la de los niños que son sometidos al trabajo infantil. Estimaciones
del año 2008 indicaban que 144 millones de niños trabajaban en el área Asia-pacífico,
65 millones en África y 14 millones en América latina y el Caribe. Más de 220
millones de niños, un 3% de la población mundial, son obligados a trabajar, más
de la mitad de ellos en condiciones peligrosas.
Los informes Oxfam más que informes parecen
confesiones de una banda de criminales. En 2014, indicaron que las 85 personas
más ricas del mundo poseían la misma riqueza que la mitad más pobre de la
población mundial, 3.500 millones de personas. Esta cifra ahora en 2018 es de
tan solo 42 personas; una disminución impresionante si tenemos en cuenta que en
2010 eran 388 personas las que concentraban la misma riqueza que la mitad más
pobre[i].
Si alguna conclusión práctica puede sacar la
gente de Oxfam es la siguiente, no hay manera alguna de “influir en la gente más poderosa” para que mejore el nivel de vida
de los pobres. Está absolutamente demostrado por la historia y la experiencia,
que sin una lucha total contra los capitalistas, éstos jamás abandonaran su
lógica de obtener más y más ganancias. No queda, señoras y señores de Oxfam,
otra salida que una revolución total, mundial, socialista para poder terminar
con este sistema mundial capitalista imperialista. Solo el camino de la lucha
revolucionaria de la clase trabajadora, los campesinos, las mujeres y todos los
sectores explotados y oprimidos puede terminar con este mundo de hambre,
esclavitud y miseria.
Tesis III) Una crisis con nuevos
actores: los Estados Burocráticos Burgueses
Antes de la caída de la Unión Soviética y las
experiencias del “Socialismo Real” en Europa del Este, Vietnam y otros países,
los trabajadores del mundo capitalista no podían esperar una salida en lo que
esos países proponían. Y lo que esos países ofrecían era dictaduras de partido
único, ninguna libertad política para la crítica o la propuesta en defensa de
las conquistas revolucionarias que significaba haber barrido a las burguesías
nativas, haciendo que los medios de producción y de cambio pasaran a ser
propiedad colectiva. La planificación económica en manos de una burocracia
totalitaria llevó al desastre a estos países que no podían escapar a la crisis
económica mundial a menos que se acabara con el capitalismo en todo el mundo.
La nefasta teoría del “Socialismo en un solo país” por la cual el socialismo de
la Unión Soviética superaría en el terreno económico a la capitalista
imperialista fue la plataforma teórica que llevaba el estalinismo para evitar
la revolución en cualquier lugar del planeta ya que no habría sido necesaria
cuando esa superioridad quedara expuesta a los ojos de todo el mundo. Bajo el
paraguas de esa teoría apoyaron a cualquier sector burgués “progresista” o
gobierno capitalista que mantuviera buenas relaciones políticas o económicas
con la URSS aunque en esos países se impusiera a sangre y fuego una dictadura
militar.
La burocracia es un sector de la clase obrera
que solo piensa en defender sus privilegios materiales o las estructuras que le
permiten disfrutar ese nivel de vida alejada de la base obrera. Lo vemos en
cualquier sindicato en donde se vea la lista “única”, estatutos
antidemocráticos o dirigentes conciliadores con la patronal. Esos dirigentes no
tienen un plan de lucha en defensa de sus afiliados, solo pretenden defender el
Statu Quo que le permiten vivir en el lujo. Si defienden el sindicato o las
obras sociales lo hacen por eso, jamás inculcarían en la clase trabajadora la
idea de que hay que ir por el gobierno del país para terminar con los problemas
que provoca el capitalismo. A un nivel superior los viejos estados obreros eran
eso para estas burocracias totalitarias, sean estalinistas o maoístas.
La crisis era inevitable y llegó. En la URSS
y Europa del Este estalló en forma de revolución antiburocrática triunfante, ya
que la clase obrera con su movilización barrió con estos regímenes. En China,
la burocracia impuso la restauración capitalista a través de una
contrarrevolución triunfante haciendo que el capital ingrese como cuchillo en
la manteca y obtuviera los salarios más bajos del planeta por entonces. En la
URSS y Europa del Este, la falta de una dirección revolucionaria que hubiera
dirigido la recuperación de esos estados para la movilización y la democracia
obrera - terminando con la opresión nacionalista del régimen, dando todas las
libertades para expresarse política y culturalmente y llamando a la federación
de todos los estados obreros para dar un salto en el nivel de vida acabando con
las fronteras nacionales del estado que garantizaba el control burocrático
sobre los trabajadores y la fuente de sus privilegios - fue lo que permitió que
también pudiese restaurarse el capitalismo.
En el caso chino la burocracia del Partido Comunista
Chino dirige absolutamente todo la economía capitalista restaurada. La bandera
roja del partido sigue flameando y siguen siendo ricos pero algunos en el rol
de nuevos burgueses y otros, continuando con la administración del estado. Su
ascenso como potencia capitalista fue vertiginoso. En pocas décadas obtuvo el
primer lugar en la económica mundial como PBI. Y gracias a sus salarios de
hambre, el capitalismo mundial encontró un escaparate para su crisis.
Centenares o miles de empresas invadieron china esencialmente en la industria
manufacturera y a su vez estos productos invadieron el mercado mundial.
Dejando de lado el caso de los países de Europa del Este que se refugian debajo de las faldas de la vieja Europa en crisis - Alemania del Este se unificó a su par occidental, lo que fue un verdadero triunfo de esas jornadas – la URSS convertida en Federación Rusa también, en medio del caos inicial, fue fatigosamente recuperándose a inicios del siglo XXI. Aun así su economía es débil y depende básicamente de la infraestructura energética, sobre todo el gas y el petróleo que vende a Europa y a países de Asia y China fundamentalmente. Pero su influencia política y militar tiene una gran importancia en su área de influencia recuperando su rol de superpotencia militar en Ucrania y en Siria - donde casi nada se hace sin su visto bueno - y logrando que Turquía, miembro de la OTAN, pacte con Rusia e Irán. Casi toda la nomenclatura rusa es heredera de la vieja burocracia del PCUS y tiene en Vladímir Putin a su hombre fuerte. A pesar de haber acabado con aquel siniestro régimen policial y totalitario, en donde ya no se ve a la bandera roja flamear en el Kremlin ni al Politburó del PCUS en pleno, la clase obrera de la Federación aún tiene pendiente acabar con los herederos de la burocracia parasitaria que aún mantiene su pie opresivo y privilegiado sobre esos países.
Tanto la Federación Rusa como China, por
caminos distintos, han restaurado un capitalismo basado en el ejercicio del
poder del estado obrero deformado o burocratizado. Los Estados de los países
imperialistas más poderosos son, por su formación y tradición, completamente
distintos a lo que hoy es la Federación Rusa y China. Estos países no surgieron
en base al impulso económico de empresas capitalistas que fueron conformando el
estado a su medida y llevando su influencia imperialista al resto del mundo.
Digamos que el sastre de la historia en este caso fue otro. La formación de
China y Rusia capitalistas (para simplificar) son producto de las burocracias
de los viejos estados obreros y esas burocracias tienen un juego diferente,
como si tuvieran otro sistema métrico. Por este motivo lo denomino “Estados
Burocráticos Burgueses”. Esto los obliga a llegar a acuerdos - que cuando eran
estados no capitalistas no sucedía - tanto en el terreno diplomático, económico
y militar. En este marco China es el socio mayor indudablemente. En esta
economía mundial capitalista en crisis, no es solo Rusia la que se apoya en
China, la siguen todas las viejas y nostálgicas amistades que tuvieran antes de
la hecatombe del “Socialismo Real”. Allí la vemos a Cuba por ejemplo y lo vimos
en la defensa que hicieron de la Libia de Gadafi o la que hacen de la Siria de
Basher Al-Assad. También tienen nuevos amigos en la Venezuela de Maduro o en
Irán o India. Y también se suman a esta fraternidad gobiernos de tipo
pequeñoburgueses o frente populista como el Argentino de los Kirchner o
subimperialistas como el de Dilma Russef en Brasil. China se está convirtiendo
en el principal socio comercial de casi todo el mundo. Lo es de África y lo
será de América Latina.
Si las condiciones económicas se exacerban y
la crisis hace que las disputas se hagan más agudas estaremos viendo tal vez
más que enfrentamientos basados en grupos insurgentes como sucede en Ucrania.
Rusia y China son potencias nucleares a las que hay que sumar como socia en el
BRICS también a la India que también posee arsenal nuclear. En muchas partes
del mundo las burguesías locales y sus socios menores y los representantes políticos
están marcados por una disputa mundial y tienen que elegir entre ambos
bandidos. Algunos se quedan como sirvientes del viejo imperialismo yanqui y
europeo, otros se entregan a los brazos del gigante oriental o ruso. Ni uno ni otro sirven a los trabajadores y
los pueblos. Nada se puede esperar de los que han traicionado a la clase obrera
mundial al frente de conquistas revolucionarias históricas. A 100 años de la
revolución de octubre aún queda pendiente barrer con estas direcciones que
quieren volver a engañarnos bajo un ropaje de capitalismo progresista o popular
antiimperialista. Nadie les debe creer. La teoría del “Socialismo en un solo
país” ya fue arrojada al basurero de la historia. Sus nuevos engaños también
terminarán allí.
Tesis IV) La caída del Estalinismo:
un triunfo con sabor a largo plazo
El fracaso de la URSS y de las otras
experiencias del “Socialismo Real” no se debe adjudicar como un fracaso de los
revolucionarios que llevaron adelante la revolución de octubre de 1917, sino a
la burocracia parasitaria y usurpadora de la revolución. Su ascenso se debió a
combinaciones histórico políticas concretas, la derrota de las revoluciones en
Europa, la extrema debilidad de la economía post guerra civil de la naciente
URSS, etc. La caída de esos regímenes fue la conclusión de un proceso económico
social internacional en donde se combinaron la política del imperialismo y el
proceso objetivo de que esos países pertenecían a un todo que es la economía
mundial capitalista. Su caída final fue la constatación, jamás escrita ni
reconocida por ellos, del fracaso total de la teoría de que el “Socialismo en
un solo país” podía vencer al imperialismo mundial en el terreno económico. No
solo eso, también hicieron todo lo posible por pactar con el imperialismo o las
burguesías locales para frenar o congelar la revolución en cualquier país, y si
en alguno llegará a triunfar la revolución, captarla para frenarla en sus
fronteras nacionales.
A pesar de esa teoría y política, los países
del llamado “Socialismo Real” eran conquistas históricas. Es como un sindicato
a pesar de su dirección burocrática, ese sindicato es una conquista de los
trabajadores, su desaparición es la desaparición de la experiencia histórica y
de grandes luchas por construirlo. Por eso, el estalinismo y los burócratas
herederos, hicieron lo posible para borrar la tradición obrera, su democracia y
su historia de la conciencia de la clase obrera mundial. La traición
estalinista se fue propagando. Su primera tarea fue aniquilar la III Internacional.
Pero aún quedaban los países, productos de aquellas revoluciones y de los
cuales extraían sus privilegios. Esos países, bajo su reaccionaria teoría
también estaban condenados a fracasar a menos que una revolución con una dirección
socialista revolucionaria dirigiéndola los hiciera salir del poder con una
revolución política. Pero eso no sucedió.
Por ese motivo, la revolución política, que
era la salida que León Trotsky planteaba para esos países y que Nahuel Moreno
veía acercarse y estudió en diversos documentos, finalmente llegó pero sin una
dirección revolucionaria a su frente. La situación objetiva empujó la
movilización del movimiento de masas y se dieron los resultados disímiles
vistos alrededor de China y la URSS. Como resultado la historia parió una
situación dialéctica, contradictoria. Los EEOO (Estados Obreros), esas enormes
conquistas se perdieron pero al mismo tiempo, la caída del estalinismo se
expandió como el humo del estallido de un super volcán por sobre toda la
tierra, liberando enormes fuerzas, contenidas bajo su losa burocrática. Por un
lado se perdió, en poco tiempo, en un chasquido histórico, una enorme conquista
de la clase obrera y los pobres del mundo, pero allí comenzó otra enorme
conquista, de la cual no podían verse resultados inmediatos, a corto plazo, esa
conquista fue la debacle histórica del estalinismo que liberó fuerzas en la
clase obrera mundial que enfrentó, y aún enfrenta con mucho más poder que
antes, a todo tipo de burocracia parasitaria y traidora.
Esta enorme conquista comenzó a dar frutos.
El imperialismo vio ese problema [para ellos]. Primero hizo propaganda de la
muerte del socialismo y del fin de la historia, asegurando que el triunfo del
capitalismo era determinante e histórico. Muchos sectores liderados por la
Iglesia y direcciones pequeño burguesas y burocráticas, antiguos aliados del
estalinismo en un frente contrarrevolucionario mundial con el imperialismo, por
la “paz y la democracia” - anterior a la caída del muro de Berlín - comenzaron
a predicar en contra de la formación de los partidos políticos y educaron a una
enorme vanguardia en el “horizontalismo” como antídoto para evitar la formación
de organizaciones capaces de llevar la revolución hasta la toma del poder. Aun
así la lucha nunca cesó. Seattle en los propios EEUU y todas las movilizaciones
en contra de la “globalización capitalista” fueron abriendo paso a nuevas
experiencias y también al vivo relato que brinda la lucha de clases para
extraer conclusiones. Esto posibilitó el surgimiento de nuevas direcciones sin
la fuerza de gravedad que ejercía ya sea la burocracia del kremlin o su contraparte
de Beijing. Los pueblos fueron derribando las mentiras capitalistas que se
desnudaban frente a sus ojos con el neoliberalismo. Todo tipo de direcciones
fueron abriéndose paso, incluso y sobre todo, direcciones no obreras, como es
por ejemplo, el chavismo. Aun así el inicio del siglo XXI es rico de nuevas e
inéditas revoluciones que fueron acorralando al imperialismo en crisis y a su
economía mundial que se descalabraba hacia la crisis del 2008-2009. Sin la
caída del estalinismo a nivel mundial o de la burocracia china como referente
frente a su reconversión capitalista, no hubiera sido posible este
reverdecimiento de nuevas direcciones revolucionarias y este ardor de juventud
que lleva nuevamente a la clase obrera mundial a la vanguardia de las luchas en
el mundo. La democracia obrera vuelve a ocupar un lugar, las asambleas y la
toma de decisiones en la base fueron la tónica de todo tipo de frente de lucha,
sea obrera, ambiental, luchas de la mujer, etc. Una democracia que se combina
con la lucha misma. Ésa es la fuerza fundamental. Una revolución política que
viene de las experiencias de las revoluciones antiburocráticas de Hungría del
56, Checoslovaquia del 68, Polonia del 80, que dio origen también a los comités
de base en Italia. La caída del estalinismo hizo que la base comenzara a
rebelarse por los poros de la sociedad en todo el planeta. Al mismo tiempo que
se pregonaba el horizontalismo con los Foros Sociales, estos mismos no podían
evitar que surgieran de abajo quienes reflejaban la lucha a nivel mundial.
Estos mismos Foros perdieron su fuerza cuando muchas de esas direcciones se
hicieron cargo de los gobiernos de varios países, como fue el caso de Lula en
Brasil o Evo en Bolivia. Es que hoy si hubiera una reunión de esas
características no iría solo contra el consenso de Washington o el
neoliberalismo, iría contra el mismo capitalismo en todo el mundo.
De solo imaginar la fuerza que le daría a esos
encuentros la presencia de los obreros Chinos de Yue Yuen, que hicieron una
huelga de casi un mes contra las patronales de Nike y Adidas, o los obreros del
sindicato metalúrgico sudafricano NUMSA que rompieron con el Congreso Nacional
Africano o sus pares del sindicato minero o los activistas egipcios de Plaza
Tharir, o los estudiantes mexicanos que piden justicia por los 43 de Ayotzinapa
o los activistas de la revolución de los paraguas de Hong Kong, los jóvenes
peruanos contra la ley pulpin o el gobierno del PPK o los obreros de Rusia,
Turquía o Irán en huelga, de los indignados españoles o los obreros griegos y
de Europa del este, representantes de los obreros argentinos en huelga, o los
de Wall Mart y de comidas rápidas en los EEUU, la clase trabajadora que pelea
contra la austeridad capitalista en Europa, los miles que en el mundo luchan
contra el fracking o defienden el medio ambiente, representantes del pueblo
palestino y, sobre todo, representantes de la gran revolución kurda y femenina
del Rojava junto a las millones de mujeres que en el mundo se levantan por sus
derechos. Si hoy se hiciera un foro de ese tipo con miles de luchadores de todo
el mundo, con un plan de lucha que coordine a nivel continental y mundial las
luchas anticapitalistas, solo eso haría temblar a las burguesías imperialistas,
las corporaciones y las distintas burocracias existentes, sean obreras o
religiosas. Nunca se ha visto semejante ascenso a nivel mundial, no hay país en
donde no haya luchas, dentro del propio imperialismo, dentro de los mismos ex
EEOO, o en cualquier otro país del mundo. Esto es una consecuencia de la caída
del estalinismo, que no podía saborearse al alba de su caída.
Tesis V) El imperialismo cada
día más debilitado
El imperialismo ha tenido varios momentos de
retroceso y contraofensiva a lo largo de los últimos 50 años. Luego de los
atentados de las torres gemelas, hecho que conmovió al corazón del imperio, su
contraataque se volcó a la invasión de Afganistán e Irak. Un gigante
emprendimiento militar y económico que pretendía tener el control de todas esas
vastas zonas de enormes recursos petroleros y gasíferos en el caso de Iraq y de
Litio en el caso de Afganistán. Por otro lado se proponía cercar a Irán para
tener el control total del medio oriente. La caída de Sadam Hussein con la
mentira de que poseía armas de destrucción masiva no le permitió controlar
políticamente lo que había conquistado militarmente con la muerte de casi 1
millón de iraquíes y miles de soldados norteamericanos. Su “democracia” no se
pudo imponer a la mayoría de la población chiita que con organizaciones ligadas
al gobierno iraní pudo mediante elecciones llegar al gobierno central iraquí.
Al imperialismo le salen las cosas mal, por así decirlo. Siguieron fracasando
en contener a los talibanes en Afganistán y en Iraq pierden el control político
y de hecho abandonan el terreno retirando a sus fuerzas de tierra dejando solo
asesores militares. Negoció con Irán una salida a su programa nuclear y ahora
Trump no sabe cómo volver atrás con eso.
El golpe que significó la crisis económica de
las burbujas inmobiliarias del 2008 fue un golpe tremendo. Por entonces se da
un hecho inédito que es el triunfo a la presidencia de los EEUU del primer
afroamericano, el candidato demócrata Barack Obama. Estos cambios hay que
analizarlos en el marco de un ascenso de luchas mundial que exceptuando algunos
países como Colombia, Perú y Chile, prácticamente hizo perder su influencia
directa sobre gobiernos latinoamericanos. Esto hizo que sus intentos de contraataque
fueran liquidados por la movilización como en el caso del golpe que quiso
derribar a Chávez en el 2002 y parecieran como “grandes triunfos” los que
desplazaron a Zelaya en Honduras o Lugo en Paraguay. El imperialismo yanqui la
pasó mal en América Latina en la primera década del siglo. Luego, frente al
desgaste de los gobiernos de Lula, Correa, Maduro, CFK, etc. a nivel
superestructural el imperialismo yanqui logra recuperar su influencia en
América Latina pero no logra golpear o cambiar la relación de fuerzas a su
favor con su gran contendiente, el movimiento de masas obrero y popular. Tiene
esta tarea en la cual no tiene la fuerza de los años 70 para imponer a sangre y
fuego sus planes y encima no es contra el “comunismo”, en la superestructura
sus contrincantes están en un campo capitalista de pies a cabeza. No hay que
impresionarse con victorias superestructurales de la derecha y el imperialismo,
el problema fundamental es la lucha de clases y la relación de fuerzas
resultantes.
El comienzo de la insurrección que se dio en
el mundo árabe, con la llamada “primavera árabe” también dejó al imperialismo
muy confundido. Perdía dos aliados como Mubarak y Ben Ali y varios otros
gobiernos aliados también estuvieron en la cuerda floja. Incluso tuvo que tratar
de retomar el control interviniendo política y militarmente como en el caso de
Libia y Siria. En este último país su situación es patética. La debilidad
consiste en que en un primer momento ante el ascenso del movimiento de masas
tuvo que apelar a los hermanos musulmanes como dique de contención, cuando
estos se veían desbordados apeló al ejército para dar un golpe de estado, sin
embargo el pueblo egipcio no se replegó como si hubiera sentido una derrota
histórica sino que aún sigue movilizándose, como también el tunecino o el
rifeño en Marruecos.
Mucho mejor no le va a sus colegas de la
vieja Europa que atraviesan una brutal crisis económica y política. Los viejos
bipartidismos europeos están colapsando ante la movilización obrera y popular
abriéndole paso a nuevos espacios políticos tanto de la izquierda radical como
de la derecha más xenófoba. Este fenómeno se vio en la América Latina en donde
los viejos partidos que se alternaban en el ejercicio del gobierno fueron
triturados por la movilización dando paso a otro tipo de regímenes políticos
con nuevos partidos o figuras recicladas del régimen anterior, pero aun así a
regímenes políticos opuestos al tradicional bipartidismo. En Europa esto es
darle al corazón del imperialismo ya que los partidos del régimen bipartidistas
son los representantes directos de la rapaz burguesía financiera e industrial
del viejo mundo. En Grecia subió al gobierno una coalición de izquierda,
Syriza, que si bien traicionó frente a
la troika europea, fue un hecho inédito. En un proceso en donde se van a ver
duros enfrentamientos ya que a diferencia de América Latina en donde el
imperialismo era de “afuera” con representantes adentro, en Europa el
imperialismo está en la cocina de casa. En los últimos años hemos visto como
varios países tuvieron gobiernos “técnicos” de administración estatal sin el
poder que les da el acuerdo constitucional, así hemos visto casi un año sin
gobierno en España, algunos meses en Alemania y ahora sin acuerdo todavía para
formarlo en Italia. Hay una tremenda crisis en los regímenes políticos y se
acentúa la polarización fortaleciéndose variantes de derecha ante la crisis de
los partidos tradicionales pero también aumenta la movilización obrera y
popular por el otro lado como lo demuestra el proceso independentista catalán o
las movilizaciones obreras en Francia.
Debilidad tanto del imperialismo yanqui como
europeo frente al avance del nuevo imperialismo chino que avanza a fuerza de
billetera por todo el mundo. En África, China es el primer socio comercial del
continente, lo mismo casi se puede decir que puede pasar en América Latina. Su
alianza estratégica con Rusia por la cual se garantiza la provisión de gas y
petróleo, su dominio sobre el Océano Índico y sus acuerdos con la India, la
convierten en el gran cuco del imperialismo tradicional. Desde la península
arábiga hasta el mar de china límite con Japón, el naciente imperialismo
oriental esta hilvanando un collar de perlas militar y logístico de gran
envergadura. Es decir, si antes teníamos a dos bandidos (Imperialismo yanqui y
europeo) ahora tenemos a tres.
Ahora bien, de conjunto el aspecto más
importante para determinar la debilidad del imperialismo es que la lucha de
clases entró con fuerza en su propia casa. Tanto en Europa como en EEUU. Es la
osteoporosis que está carcomiendo las propias sociedades imperialistas. Esto
está en sus inicios pero digamos que es la clave de todo. Las luchas de la
clase obrera europea y norteamericana están haciendo que su conciencia comience
un proceso de avance. Los proletariados yanqui y un poco más adelante el
europeo, ya están en marcha. Si la misma conciencia sigue avanzando, eso se
verá reflejado en el crecimiento de las organizaciones de la izquierda
socialista y revolucionaria. El naciente proletariado chino va a pasar más
temprano que tarde por todas estas experiencias. Sean sus luchas de carácter
ofensivo o defensivo de acuerdo al momento de la lucha de clases y la situación
económica, van a tener un aprendizaje acelerado como se ve en la enorme cantidad
de huelgas en China. Otra vez se vuelve a plantear la posibilidad de que el
proletariado de las principales naciones del mundo vuelva a adquirir su
conciencia de clase socialista e internacionalista. Al mismo tiempo la crisis
de dirección revolucionaria de la humanidad hace que esto sea lento y fatigoso
por el momento, ¡¡pero nunca como antes hubo una oportunidad histórica como
esta!!
La nueva configuración de intereses en el
plano mundial está poniendo al imperialismo yanqui a la defensiva y a los
europeos con los pelos de punta tratando de sacar provecho de los países del
este de Europa y Ucrania que la enfrenta con su principal proveedor de gas, la
Federación Rusa.
En Medio Oriente, el subimperialismo sunnita
de Arabia Saudita, comenzó a tener distintas políticas que los EEUU en Medio
Oriente favoreciendo el surgimiento de organizaciones fascistas de derecha,
nazis, como el Estado Islámico. Esto no lo quita del acuerdo general que tiene
con los EEUU de dividir a Siria e Iraq para controlar cualquier proyecto
energético en la región. Con el gobierno de Trump se alinearon otra vez y
Arabia Saudi e Israel están más cerca que nunca. Pero EEUU sigue retrocediendo
ya que los grupos islamistas “moderados” que querían imponer en Siria la sharia
como en Arabia Saudita y que ellos dirigían ahora tienen a Turquía como su amo
directo y a los EEUU solo les quedó como excusa para quedarse en Sira conformar
una alianza para combatir al ISIS. En medio de este caos provocado para
derribar al régimen de Basher Al-assad Rusia se hizo presente y salvó de una
caída al presidente sirio haciéndose dueño de la situación debilitando aún más
la posición de EEUU y poniéndolo en crisis frente a su socio turco de la OTAN
que pactó con Rusia e Irán (¡!) como partir Siria.
En 2012 los kurdos de Siria hicieron una
enorme revolución y liberaron una región de 3 millones de habitantes en donde
imperan las asambleas populares, la igualdad de género, las milicias de masas y
un socialismo comunitario que está abierto al aporte y el espíritu crítico de
todos los revolucionarios en el mundo. Aquí se unen todos contra la revolución
porque cuando ésta surge, con peligro para todos ellos, se unen para frenarla,
éste es el acuerdo que une a Turquía, segundo ejército de la OTAN, con Rusia e
Irán contra la revolución de Rojava.
El impacto que cualquier revolución o proceso
de gobiernos de izquierda provoque en la clase obrera y el pueblo de EEUU,
Europa o China, es de fundamental importancia. Las viejas direcciones herederas
del estalinismo, los pequeños burgueses o burócratas le van a mostrar lo mismo
que ofrecían las burocracias del Kremlin o Beiging, por eso es imperioso que los
nuevos procesos muestren otro camino, el de la democracia y políticas en pos de
los intereses de la clase obrera y pueblo, eso potenciaría aún más la
conciencia de la clases obreras fundamentales, la yanqui, europea y china. Si
eso pasa, más que debilidad, el imperialismo comenzaría a dar lástima.
Tesis VI) Una Situación
Revolucionaria Mundial inédita
Me permito hacer una aclaración sobre el
titulo ya que hubo varias definiciones al respecto. La que usamos en este caso
es la de Lenín[ii]. Era
una definición objetiva en la cual se aclara que habiendo una situación
revolucionaria no significa que hubiese automáticamente una revolución si no
que ésta podría darse, es decir, si no hay esa situación es imposible una
revolución (“Toda revolución es imposible hasta que se hace inevitable” diría
Trotsky). Lenín decía que para que se concretara la revolución había que sumar
“…la revolución no surge de toda situación
revolucionaria, sino solo de una situación en la que a los cambios
objetivos antes enumerados viene a sumarse un cambio subjetivo, a saber: la
capacidad de la clase revolucionaria para llevar a cabo
acciones revolucionarias de masas lo bastante fuerte como para destruir (o
quebrantar) al viejo gobierno, que jamás “caerá”, ni siquiera en las épocas de
crisis, si no se lo “hace caer”.” Habla de capacidad de la clase, no del
partido que puede ser inexistente incluso. ¿Acaso en Egipto hubo un partido
marxista revolucionario que provocó la caída de Mubarak en 2011? Si no llamamos
revolución a eso, estamos de acuerdo, es otra definición pero solo nos va a
servir cuando haya una dirección bolchevique a su frente.
_______________________________________________________________________________
Si las últimas 3 décadas del siglo XX nos
mostró la fuerza de la movilización revolucionaria del movimiento de masas
tirando abajo dictaduras sangrientas, independizando países que eran colonias
de distintos imperialismos, tirado abajo gobiernos claves del imperialismo en
varias regiones y finalmente acabado con los regímenes estalinistas en la URSS
y Europa del este. En el nuevo siglo XXI la revolución se abrió paso dando
nuevos tipos de revoluciones que han colmado la capacidad de asombro de los
analistas.
En América Latina ésta fue permanente dejando
sin respiro a las democracias burguesas, conquistas que el mismo movimiento
había obtenido con enormes sacrificios y miles de muertos. Esta vez el blanco
no eran dictadores militares sino las instituciones fundamentales de la
democracia burguesa: los partidos políticos burgueses que se alternaban en
el régimen bipartidista. Esto se quebró en todos lados. En Brasil, subió el
PT, en Argentina la burguesía encontró en el kirchnerismo una válvula de escape
para contener la movilización, lo mismo en Uruguay con el Frente Amplio. El
chavismo provocó uno de los fenómenos revolucionarios antiimperialistas más
importantes, seguido por la alianza País de Correa en Ecuador y el MAS de Evo
Morales en Bolivia. En Chile si bien el pinochetismo continúa ejerciendo cierta
influencia, los estudiantes no han dado respiro al gobierno derechista de
Piñera, allí el régimen bipartidista sigue conservando los rasgos
característicos con la Concertación Socialdemócrata-cristiana. Al mismo tiempo,
la experiencia del pueblo trabajador con estos gobiernos han ido avanzando al
calor de las luchas pero sabiendo movilizarse también contra el imperialismo,
agazapado o al descubierto, que está intentando recuperar lo perdido. Hasta
ahora lo logra superestructuralmente en algunos paises. Este proceso revolucionario
tiene una importancia enorme para el desarrollo de los partidos y dirigentes de
los trabajadores y la izquierda revolucionaria que ha sabido interpretar la
etapa. En muchos países se ve un crecimiento de la misma.
Pero las luchas no cesan. En Brasil, masivas
movilizaciones despertaron al pueblo contra el aumento del boleto en junio del
2013 y también en medio del mundial de futbol 2014. El gobierno de Dilma y el
PT ya no servían a los intereses de la burguesía subimperialista brasilera y
mediante un proceso parlamentario fue destituida. Temer sin tapujos encaró la
tarea que la burguesía y el imperialismo necesita, pero el pueblo brasilero
está levantándose contra una reforma laboral y previsional que atrasa un siglo
las condiciones laborales de los trabajadores en una batalla clave en la
primera economía del subcontinente. Dicha movilización se desarrolla sobre la
crisis política ya que Lula sigue siendo el candidato con mejores posibilidades
de volver a la presidencia y eso podría realinear la situación en relación a
las potencias mundiales que acentúan su enfrentamiento con una guerra comercial
entre EEUU y China. En Brasil (y en EEUU) el capital financiero e industrial y
la casta militar quieren posicionarse de un solo lado. La situación se tensa
entre los de arriba y los de abajo en el gigante sudamericano.
Después de la muerte de Chávez, la revolución
bolivariana está en una encrucijada en la cual hay huelgas obreras por el lado
de la clase trabajadora que defiende las conquistas obtenidas e intentos
desestabilizadores de la derecha pro-imperialista que quiere dar el zarpazo. Si
bien el régimen de Maduro aún perdura, lo hace con una debilitada y dividida
oposición pero entre ellos se comienza a vislumbrar una salida como lo reflejaron
las últimas elecciones municipales.
En Colombia hay un proceso de luchas
campesino a pesar que la guerrilla de las FARC aconsejada por el castrismo
firmó un tratado de paz con el gobierno para encauzarse en los nuevos regímenes
que imperan en el subcontinente así como la adaptación del FMLN en El Salvador.
Ecuador entró en una gran crisis dada la política del actual presidente Lenin
Moreno opuesto a su predecesor Rafael Correa, un ejemplo que bien pudo darse en
Argentina si Scioli le ganaba a Macri.
En Guatemala se alzaron los docentes y los
trabajadores de la salud. Honduras ha salido a la calle contra el fraude y
sigue un proceso de movilización con picos de crisis en las fuerzas policiales.
Toda Centroamérica acompaña con una seria de huelgas y luchas importantes.
En Paraguay hubo una huelga general después
de varios años y una enorme marcha campesina a la capital y los estudiantes
encararon una gran lucha en la Universidad de Asunción. En Bolivia los pueblos
originarios se alzan contra la construcción de carreteras y los mineros
volvieron a la huelga.
En Perú los estudiantes se movilizaron y
obtuvieron un triunfo contra la ley pulpin. El magisterio también se alzó en
pie de guerra. Finalmente el gobierno de Pedro Pablo Kuzinsky cayó derrotado
por la movilización a pesar de pactar para indultar a Fujimori que fue como
echar nafta al fuego en la situación política dejando un gobierno aún más débil
para enfrentar al movimiento de masas.
En Argentina, los docentes tienen una cita
con la huelga todos los años y sectores industriales y del estado dirigidos por
la izquierda son protagonistas de importantes luchas. En 2017, apenas 2 meses
después de “ganar” las elecciones con el 40% de los votos a nivel nacional, el
gobierno de Macri se vio sacudido por masivas movilizaciones y cacerolazos que
lejos están de ser un rayo en cielo despejado. Y demuestran que los
coyunturales triunfos superestructurales tienen pies de barro.
Ni el régimen chileno, tal vez el más estable
en la región, puede decirse alejado de la crisis de los regímenes bipartidistas
ya que Piñera gana un ballotage luego de una primera vuelta en donde un
candidato de izquierda moderada casi llega a la segunda vuelta demostrando que los
partidos tradicionales también se están desgastando y polarizándose la
situacion.
Todos los gobiernos latinoamericanos
burgueses están en crisis y son golpeados por huelgas masivas ante el deterioro
de las condiciones de vida de la clase obrera y popular. El
desgaste de los gobiernos y de la burocracia sindical traidora que los
sostienen anticipa nuevas oleadas de luchas que irán creciendo al ritmo del
inevitable estallido económico que vendrá y no en un largo plazo.
En Norteamérica la lucha de clases entró con
movilizaciones masivas. En México la lucha por los estudiantes desaparecidos y
asesinados de Ayotzinapa y en las huelgas de docentes, electricistas, obreros
de las maquilas a pesar de la enorme represión de parte de los aparatos
estatales y paraestatales. Según encuestas también hay un corrimiento a
izquierda en México que tendrá sus elecciones presidenciales, al igual que
Brasil, en 2018.
En el corazón del imperialismo yanqui, la crisis dejó una marca indeleble en millones de hogares y comenzó un movimiento huelguístico sin precedentes cuya vanguardia fueron desde el 2012 los trabajadores de Wall Mart, los docentes de Chicago y New York, los obreros de Shell, las enormes movilizaciones contra la violencia racista y policial. Éstas fueron precedidas con varias experiencias de lucha muy importantes del pueblo norteamericano como la toma del palacio del congreso en Wisconsin o las movilizaciones del movimiento Occupy 99. En las últimas elecciones si bien se impuso Hillary Clinton en las primarias demócratas, la candidatura de Berney Sanders dejó una huella de un giro a izquierda en el electorado yanqui que si bien es reformista abrió paso a que se hable de socialismo como nunca antes había sucedido. Apenas asumió Trump las mujeres organizaron una masiva movilización y la vanguardia se radicaliza alimentando las organizaciones de izquierda, incluso las revolucionarias. Allí crece día a día la bronca contra ese misógino armamentista y la juventud yanqui le puso un millón de manifestantes en Washington en contra de la posesión de armas. Se verán más huelgas y movilizaciones dentro de los EEUU que serán claves para el futuro de la revolución mundial.
En Europa existen muchas y grandes luchas contra los planes de austeridad. El año 2014 terminó con una enorme huelga general en Bélgica, en el corazón político de la Unión Europea, en Bruselas. Pero las mismas se repiten en Italia, Francia, España, Croacia, Alemania, Inglaterra, Portugal, Grecia, etc. Es una enorme oleada que no se ve desde el principio del siglo XX. La Europa estable y de bienestar es cosa del pasado. Europa no sale de su crisis económica y política, lo refleja el Brexit, la reforma laboral de Macron, la crisis española por las movilizaciones de masas en Catalunya pero también en otras regiones. Éste último es un proceso revolucionario democrático que puede alterar a toda Europa y su Unión. En el este las poderosas huelgas de la VW en Bratislava y de la FIAT-CHRYSLER en Serbia en 2017 empujan a los batallones obreros menos pagos a subir la presión salarial en el oeste. Grecia sigue su crisis sin salida en medio de movilizaciones. La traicion de Syriza en el gobierno en Grecia y la política claudicante al régimen de PODEMOS en España muestra que la izquierda no puede sostenerse sin ir a fondo en la política de enfrentamiento con la troika europea y sus gobiernos. También allí los de abajo no quieren seguir viviendo en la pobreza y los de arriba no pueden seguir gobernando como siempre.
En China, la clase obrera que ahora es más
importante que el campesinado, ha venido luchando por tener mejores condiciones
de vida hace muchos años. Según el sitio China Labour Bolletin, el nivel de
conflictos se mantiene alto registrándose 1240 en el año 2017 y sumando 8000
desde el 2014, año de la famosa huelga de los obreros de Yue Yuen. Es decir,
con un modelo u otro, el sistema capitalista no es capaz de resolver los
problemas de una población que tiene que salir constantemente a reclamar por
sus distintas condiciones laborales, sociales, etc. En China la nueva clase
obrera surgida por la restauración capitalista tendrá frente a sí que
enfrentarse a la más poderosa burocracia surgida de un estado obrero. Ése será
el momento de ajustar cuentas pendientes. Hay que seguir de cerca a este
gigante obrero en ascenso.
En la India en marzo 2014 hubo una enorme
huelga de los trabajadores de la Toyota. Una nota del Wall Street Journal del
27/03/2014 refleja de este modo los conflictos obreros en India: “La disputa entre Toyota y sus trabajadores
en la India ha estado gestando durante meses y ofrece una visión de la relación
inestable entre los trabajadores industriales y de gestión en la India. La
mayoría de los conflictos se han resuelto a través de negociaciones, aunque
algunos de ellos se han enconado y se hicieron violentos. De Corea Hyundai
Motor Co., el japonés Honda Motor Co. y de la India Mahindra & Mahindra
Ltd. han sido afectados por los conflictos laborales aquí. Hace dos años, los
trabajadores de una fábrica de Maruti Suzuki India Ltd. prendieron fuego a una
de sus dos plantas, matando a un gerente.” Los trabajadores bancarios casi
paralizan la India sino fuera porque el gobierno cedió a sus demandas. Lo mismo
pasó con los trabajadores mineros. Los trabajadores de la Foxconn en India
también entraron en huelga, es decir, hay una oleada enorme de conflictos en
otro de los países más importantes de Asia.
En Rusia también se hace sentir la clase
obrera y los sindicatos independientes y en Ucrania hay una disputa por el
control de ese importante país del mar negro entre Europa y el Kremlin. Putin
gana las elecciones y es uno de los pocos gobiernos que tienen cierta fortaleza
dado su control férreo del estado y su política exterior que le permite
aparecer como la vieja madre Rusia nacionalista. Pero Rusia también es sensible
a los cambios del sistema financiero internacional. En ese sentido Argentina,
Turquía, Pakistán, Egipto y Qatar son los países más vulnerables.
En África, la revolución avanza desde el sur
con la poderosa clase obrera sudafricana que por primera vez está dando enormes
pasos políticos organizativos rompiendo con el Congreso Nacional Africano,
histórica dirección de la clase obrera liderada por Nelson Mandela. En el año
2014 los mineros del platino realizaron una enorme huelga de 5 meses y otra de
dos meses corrió por cuenta del poderoso sindicato metalúrgico Nunsa. Este
sindicato dio un salto político organizando el panafricanismo extendiendo su
lazos con la clase obrera de Zambia, Zimbabue, etc. Organizaciones de mujeres
se levantan contra el ISIS africano, Boko Haram en Nigeria y contra el
patriarcado en general. En Burkina Faso la población tiró abajo una dictadura
de varios años. En el norte todavía se sienten los pasos del movimiento de
masas que han derribado a Ben Ali, Mubarak y Gadafi. En el Magreb la lucha del pueblo rifeño y
marroquí en general no se ha detenido a pesar de la represión y las
detenciones. Algo parecido sucede en Egipto que vivió una oleada de huelgas con
los trabajadores textiles a la vanguardia y un régimen que hace crecer el odio
de los de abajo imponiendo duras sanciones a los dirigentes de las huelgas
quitándole sus derechos. Al-Sisi ganó recientemente las elecciones pero solo
concurrió un 40% del padrón a votar. Y entre ambos se vuelve a alzar
masivamente el pueblo tunecino contra el alza del costo de vida a 7 años de su
revolución democrática que tiró a Ben Ali que estuvo 22 años en el poder.
En Medio Oriente la vanguardia indiscutida es
el pueblo kurdo que ha hecho una revolución inédita levantando un programa
enormemente progresivo en donde se defienden de los ataques del ISIS y del
régimen sirio que perdió un territorio muy importante al norte de Siria. Allí
ahora existe la Federación Democrática del Norte de Siria lideradas por las
fuerzas kurdas de Rojava donde la revolución ha logrado importantes conquistas
democráticas y de derechos de la mujer y de las minorías basado en asambleas
populares y concejos locales donde participan todos los sectores, absolutamente
laico, no racista y no nacionalista. Ésta revolución se contagia a Turquía en
donde el régimen despótico de Erdogan comete un genocidio allí y también en el cantón
de Afrin con su invasión pero camina sobre un delgado hilo que lo puede hacer
caer en el vacío ya que pacta con Rusia, Siria e Irán teniendo el 2° ejercito
de la OTAN. Y los de abajo se levantan contra el corrupto gobierno autónomo del
Kurdistán iraquí exigiendo contra el alza del costo de vida y por trabajo. No
es casual que la movilización de masas se alzará también en Irán por el mismo
motivo poniendo en jaque al régimen de los Ayatollah acabando con el relato de
los que dicen que Irán es un país antiimperialista o “nacional y popular”. Aquí
es de resaltar que su pueblo se levanta también en contra de la intervención
militar de Irán en otros países como Siria y Yemen.
El pueblo palestino sigue dando muestras de
coraje al resistir la bestial agresión sionista en donde al interior de Israel
también se levantan los trabajadores contra la austeridad del gobierno. En
Yemen sectores de la vieja izquierda yemení y sectores chiitas tienen en jaque
al gobierno en una zona estratégica económica política y militar. Yemen
está en una crisis humanitaria en donde 20 millones de personas están al borde
del hambre y bajo el bombardeo de los aviones saudíes.
En Australia y Canadá también hay importantes
procesos de luchas y huelgas. Prácticamente no hay región del planeta que no
tenga ejemplos de un gran ascenso obrero y popular que pone a los gobiernos y
regímenes al borde de un ataque de nervios. Son todas luchas que ponen en la
picota al sistema mundial capitalista y abren el camino para el planteo de un
mundo socialista. Todos ellos forman un tremendo campo revolucionario que aún
pelea disperso y sin organización común contra el imperialismo y el
capitalismo. Como decía Lenin, pero en todo el mundo, los de arriba no pueden y
los de abajo no quieren.
Tesis VII) Nuevas Direcciones
encabezan una rebelión mundial
Como está antes señalado las viejas
direcciones del movimiento obrero mundial han colapsado con la caída del
estalinismo. Esto abrió paso al surgimiento de nuevos fenómenos y corrientes
que, ante la crisis de dirección y el vacío que esto fue provocando, el
movimiento de masas en su lucha fue llenando con lo que tenía a disposición.
Los movimientos revolucionarios y el trotskismo en particular fueron también
golpeados y hubo distintas caracterizaciones y respuestas ante el fenómeno que
significó la pérdida de la URSS y el estallido del estalinismo. Quienes más
rápido contestaron fueron la iglesia y los sectores centristas y reformistas
quienes impulsaron los Foros Sociales Mundiales como válvula de escape ante la
globalización capitalista. El Zapatismo como fenómeno también llenó de
expectativas a un sector importante de vanguardia pero se fue diluyendo con el
pasar de los años, aunque su teoría horizontalista siga teniendo seguidores. El
chavismo, como respuesta al impulso revolucionario de las masas venezolanas que
hicieron el caracazo en 1989, se derramó sobre la vanguardia mundial como
emblema de resistencia antiimperialista. Detrás de él se encolumnaron vastos
sectores de vanguardia. El antiimperialismo tuvo su apogeo en vida del líder
bolivariano.
A medida que la crisis estallaba en distintos
países, comenzando por Sudamérica, se dieron fenómenos asamblearios populares
como fue durante la crisis revolucionaria argentina del 2001. Esto es parte de
la revolución política que hizo caer al estalinismo aunque los razonamientos
formales no vean la conexión. Los Foros trataban de contener y encauzar ese
proceso. Más tarde con la última crisis, estructural del capitalismo, del año
2008/2009, las mismas recetas que hacen pagar la crisis a quienes no la
provocaron, hicieron reverdecer el proceso asambleario y de movilización
permanente, en los movimientos de los indignados de España (veamos el fenómeno de
PODEMOS en España) y el del Occupy norteamericano. Lo mismo pero en medio de
las revoluciones triunfantes que tiraron a Ben Ali y Mubarak se dio en Túnez y
en la Plaza Tahrir en Egipto o más recientemente en Hong Kong. Hechos como éstos
se repiten a lo largo del planeta y sobre todo en el movimiento obrero. El
ejemplo de los mineros y metalúrgicos sudafricanos, en las huelgas chinas, la
India, EEUU, Europa, Sudamérica. Este fenómeno más que explicar la acción de
hacer asambleas en sí, explica la crisis de los aparatos burocráticos. A pesar
que los sindicatos siguen siendo los grandes organizadores de las luchas en el
movimiento obrero, hay un repudio a lo que representa la burocracia y más si
está ligada a los viejos aparatos, estalinistas, maoístas, castrista etc.
La revolución kurda en Rojava (Kurdistán
Sirio) expresa también este fenómeno ya que son asambleas populares las que
determinan el funcionamiento y la toma de decisiones, al estilo de los soviets
aunque tal vez organizados de distinta manera. Con un agregado, la igualdad de
género es tan alta que cualquier organización, exceptuando las organizaciones
exclusivas de mujeres, tienen 2 co-presidentes o 2 co-secretarias, en donde hay
un hombre y una mujer. Allí, se ve en medio de la guerra, algo similar a lo que
fue el comunismo de guerra o de ciudad sitiada, como por ejemplo se organizaban
en los campamentos de refugiados palestinos en Jordania o Líbano con una
tremenda democracia de base. Es decir, organizaciones tremendamente combativas
y democráticas.
En otros tipos de luchas, como las
ambientales, barriales, seguridad, etc, prima el modo de organización
asambleario. La gente se encuentra en las calles y no hay aparato que logre
imponerle nada. Esto es debido a la crisis general de dirección, tanto de
direcciones contrarrevolucionarias como a la crisis de dirección
revolucionaria, con debidas excepciones en lugares restringidos y específicos
(Rojava) y que tienen aún que pasar por distintas pruebas. Hay una relación
dialéctica entre direcciones y bases. Es la relación entre autoridad y
democracia. Direcciones que hayan dirigido revoluciones triunfantes adquieren
una autoridad tal que son respetadas por el movimiento de masas, eso constituye
un respeto hacia ellas y un peso importante de su organización. Pero eso no las
hace infalibles, la garantía de una movilización permanente es la democracia
organizativa del movimiento de masas que siempre debe contar con una
organización, ya sea una simple asamblea u organizaciones más desarrolladas,
para garantizar el proceso democrático.
En el último período de este proceso han
surgido nuevas direcciones en todo el mundo que están rompiendo con los viejos
aparatos y plantean claramente un programa anticapitalista. Es el caso del
Numsa sudafricano que llamó a construir un partido de los trabajadores con un
programa anticapitalista y socialista, llamando a otras organizaciones del
continente a imitarlos. Se ve el proceso de nuevas direcciones en la clase
obrera venezolana, en las comisiones internas de varios sindicatos en Argentina
y Brasil. Más atrás el proceso comienza en China y en EEUU, atraviesa por India
e Irán y llega a Europa. El surgimiento de Syriza en Grecia – a pesar de su
traición posterior - o PODEMOS en España no pueden ser desligados de este
proceso. Hay una rebelión de la base obrera y de los pueblos que se
radicalizan. Las fuerzas represivas y los regímenes cada vez contienen menos a
los pueblos en lucha. Se vio en las movilizaciones norteamericanas contra la
violencia policial. Se han cortado autopistas, dejando kilómetros de vehículos
inmovilizados en Berkerly y otras ciudades. Seguramente hay otros innumerables
ejemplos que no se conocen o divulgan. Si tuviéramos a todos presentes veríamos
con claridad cuán profundo es el proceso y como están de acorralados los
capitalistas en el mundo. La democracia
obrera vuelve con renovado vigor porque es la clase obrera mundial la que está
nuevamente ocupando un puesto de vanguardia a diferencia de otros períodos
históricos. El capitalismo en su expansión post caída del muro de Berlín,
trajo como consecuencia del estallido del estalinismo y su apropiación de
mercados laborales, un incremento enorme de la clase obrera y la reconversión
de sectores campesinos en obreros, que provocó que la clase obrera cumpla un
rol de vanguardia mundial en las luchas. Esto ha catapultado a nuevas
direcciones y organizaciones que aún no tienen un grado de coordinación ni una
organización sindical mundial que les plantee un plan de lucha y mucho menos
una internacional revolucionaria que pueda proponer un programa socialista que
seguramente saldrá del intercambio de experiencias y luchas que ella misma
genere.
Lo que
está claro es que el proceso de luchas a nivel mundial es una rebelión nunca
vista antes contra la miseria y los planes capitalistas, contra las direcciones
burocráticas y por más democracia de los de abajo. Ésta es la materia prima
para poder organizar al proletariado a nivel mundial y poder resolver la crisis
de dirección en su lucha por un mundo socialista.
Tesis VIII) Los que tienen miedo a
perder sus privilegios: las viejas direcciones traidoras políticas y sindicales
Al finalizar la segunda guerra mundial hubo
una gran traición del estalinismo al movimiento revolucionario entregando la
revolución prácticamente en Francia, Italia y Grecia, ayudó a reconstruir el
capitalismo en esos países y en Europa occidental y en el este de Europa a
pesar suyo tuvo que conducir la expropiación de la burguesía por el ímpetu
mismo del movimiento de masas. Eso lo logró debido al prestigio mundial de
estar al frente de la primera revolución obrera triunfante en la URSS, la cual
usurpó.
Su influencia resultó nefasta en África
cuando las guerrillas independizaron Angola, Mozambique y Guinea o en Europa a
mediados de la década del 70, cuando en Portugal frenaron la revolución, lo
mismo que en Grecia y España junto a la socialdemocracia. Hoy ambas fuerzas,
poderosas en el siglo pasado, se desmoronan aceleradamente justamente en esos
países. Algo parecido pasó con el maoísmo en el sudeste asiático. Luego de la
extraordinaria victoria de la guerrilla vietnamita contra los EEUU, la
revolución se podía extender a Laos y Camboya, pero el maoísmo invadía Vietnam
y a su vez éste invadía Camboya con el auspicio del estalinismo.
Otras direcciones, con menos vuelo a nivel
mundial, también pactaban o capitulaban al imperialismo o la iglesia, éste fue
el caso de Walesa. En Centroamérica la guerrilla sandinista pactaba en
Contadora con el auspicio del castrismo, la OLP lo hacía con el imperialismo y
el sionismo. Algunos no querían hacer revoluciones como el estalinismo, otros,
eran revolucionarios que hicieron la revolución democrática y antiimperialista
en sus países pero no eran direcciones obreras e internacionalistas que querían
llevar la lucha para mejor extender su revolución y debilitar aún más al
imperialismo como un plan continental o mundial, en algunos casos ni siquiera
tenían intenciones de expropiar a la burguesía de sus propios países,
constituyendo un estado no capitalista.
Hoy, esas direcciones no tienen la influencia
de antes, han sido debilitadas producto de la revolución política que se fue
dando por la movilización y las luchas que los de abajo han llevado adelante en
las últimas décadas. Sin embargo aún tienen la fuerza para dirigir importantes
sectores de vanguardia por eso aún son peligrosas para la lucha, la
movilización y la democracia obrera y de base. Todavía tienen mucho que perder.
Salvo la burocracia china que pudo derrotar a su clase trabajadora con la
masacre de Tianamen, el resto de las direcciones burocráticas y pequeño
burguesas hicieron esfuerzos para no desaparecer, con el aporte inestimable de
la iglesia, fueron desarrollando nuevas teorías para desarmar al movimiento de
masas.
El horizontalismo, el autonomismo, la no
pelea por el poder para derrotar a la burguesía, fueron algunos de ellas. Aun
así el movimiento de masas, por la ausencia de una alternativa de izquierda
fuerte, llevó al poder a nuevas direcciones y fenómenos políticos progresivos (no
todos) que fueron influenciadas por muchas de aquellas viejas direcciones
haciendo que vuelvan a cumplir un rol después de la confusión que les trajo la
caída del muro de Berlín. Maduro y el chavismo burocratizado es un ejemplo de
ello por la influencia del castrismo. El kirchnerismo, que no se cansa de
repetir que está bien que los empresarios ganen y ganen, es una combinación de
sectores reciclados del peronismo y de la pequeño burguesía argentina que con
un doble discurso logró construir por algunos años una base social. Pero hoy la
crisis los golpea a todos y los debilita aún más. La Socialdemocracia
imperialista europea se está hundiendo y la Iglesia católica tuvo que dar un
giro importante en su política para no momificarse con Benedicto XVI. El Islamismo
está al servicio de las petromonarquías sunnitas o la burguesía teocrática
iraní que pactan con el imperialismo.
En el sindicalismo hay un resquebrajamiento
producto de la crisis y el posicionamiento ante los gobiernos, ellos también
tienen mucho que perder si se impone la base obrera. La nueva vanguardia
mundial y las nuevas direcciones tienen que saber que aún las viejas
direcciones traidoras siguen cumpliendo un rol traidor para defender sus
privilegios. No es una autopista despejada la que hay enfrente. Hay muchos
desafíos que superar y es importante saber con quienes se cuenta.
El fenómeno político que está surgiendo es el
que muchas de estas direcciones viejas traidoras o nuevas influenciadas, para
no seguir perdiendo fuerza se acomodan junto a la burocracia más grande, a la
burocracia de Beijing. Esto hace el putinismo, pero también lo hace el
castrismo, lo hace el kirchnerismo en Argentina, Basher Al-asaad en Siria y
cuanta dirección burocrática o pequeñoburguesa haya por ahí que no esté entregada
a los brazos de Washington, Berlín, Londres o París. Es un reconocimiento del
resto de las burocracias a la única que pudo reventar la revolución política en
su país (China) o se recuperó como potencia mundial (Rusia). Esto no significa que por un ataque militar o económico del
imperialismo occidental un gobierno independiente no tenga el derecho o la
necesidad de llegar a acuerdos con China o Rusia para contrarrestar la
agresión. La cuestión es ésa, si siguen siendo independientes desarrollando la
movilización y la democracia o se someten al nuevo imperialismo acallando toda
crítica y la democracia necesaria para defender la revolución y sus conquistas.
La crisis económica va a agudizar más la
pelea interimperialista burguesa al interior de todos los países, esto va a
abrir grietas en las alturas para que pueda colarse la rebelión y las luchas de
los trabajadores. La situación objetiva sigue ofreciendo grandes oportunidades
a los luchadores y a las nuevas direcciones. Hay que seguir el ejemplo del
NUMSA que rompe con el Congreso Nacional Africano y el COSATU y con el gobierno
tripartito que incluye al Partido Comunista Sudafricano que hunde en la miseria
de las recetas capitalistas a los trabajadores y el pueblo sudafricano. O el
ejemplo de la dirección del pueblo kurdo en lucha que combate por igual al
imperialismo y al ISIS como al régimen de Basher Al-asaad. Hay que construir
direcciones antiimperialistas y anticapitalistas independientes de todas
aquellas direcciones burocráticas, reformistas y pequeño burguesas que viven
del estado en sus países, ahora ya casi todos capitalistas. Ellos tienen mucho
que perder, los trabajadores, las mujeres, los campesinos, los pobres, los
hambrientos y los marginados de todo el mundo nada.
Tesis IX) La tarea del momento:
Unir la inmensa masa de luchadores y revolucionarios del mundo
a) La
crisis de la humanidad es la crisis de su dirección revolucionaria
Esta frase de Trotsky por más vieja que sea
está absolutamente vigente. El siglo XX no pudo resolver este problema debido a
que, a nivel mundial y de los continentes, existían direcciones traidoras del
movimiento obrero de un peso tal al frente de países y regiones enteras del
planeta que hacían difícil esa tarea. El estalinismo dirigiendo la URSS y el
pacto de Varsovia. El maoísmo teniendo a China y su área de influencia. El
castrismo con un peso propio en América Latina codirigiendo con el estalinismo
y otras direcciones reformistas y pequeñoburguesas como el sandinismo. La
Iglesia misma influenciando en el tercer mundo a pesar de los sectores
reaccionarios en su seno que apoyaron sangrientas dictaduras militares. En
África se dio una situación parecida, y ante la defección de las direcciones
pan arabistas como la de Naser y la OLP, comenzaron a surgir organizaciones
islamistas como direcciones de recambio para contener al movimiento de masas
bajo el paraguas de la revolución iraní o de las monarquías reaccionarias de la
península arábiga. En Europa, el eurocomunismo y la socialdemocracia de la II
internacional tenían un peso enorme en la clase obrera a la que también
dirigían sectores ligados a la iglesia como la Democracia Cristiana.
Hoy esa situación se ha despejado bastante.
Como después de una tormenta tupida y llena de nubes negras, el panorama se fue
abriendo, dejando todavía negros nubarrones pero también muchos espacios por
donde se filtra el azul del cielo y en algunos lugares se ve hasta la luz del
sol. Si hacia las últimas dos décadas del siglo XX las direcciones
tradicionales, traidoras, reformistas, socialdemócratas, pequeño burguesas o
burguesas nacionalistas ya estaban en una crisis profunda, hoy están en
decadencia total. Esto abre un panorama objetivo no visto nunca hasta ahora,
tan o más superior, por las regiones del planeta que abarca, a lo que fueron
las vísperas de la revolución de Octubre. Sin embargo, si por la negativa la
situación es absolutamente favorable, por la positiva aún resta resolver la
crisis de dirección revolucionaria ya que no hay todavía una dirección tal que
se alce por encima de su país o región para adquirir un peso internacional de
masas. De todos modos están dadas las condiciones para resolverlo, no verlo así
es caer en un pesimismo liquidacionista.
El siglo XXI nos encuentra ante este gran
desafío, el mayor que tiene la humanidad para liberarse y avanzar en comunión
con la naturaleza y la vida misma, para seguir avanzando y progresando sin
explotadores y ni explotados, sin opresores ni oprimidos, en donde “los odios
que envenenan al mundo” desaparezcan. No será una tarea fácil, solo la
movilización permanente es la condición necesaria pero no suficiente para su
resolución pero “entonces lo
indispensable es luchar, luchar con rabia para ver si triunfamos, eso es
indispensable, porque podemos triunfar. No hay ningún Dios que haya fijado que
no podemos hacerlo.”
b) La
lucha de la clase obrera mundial, los sectores oprimidos y la defensa de la
naturaleza es una sola
Esta tarea no puede ser comprendida sin
señalar que la clase obrera y los sectores oprimidos que luchan en el mundo
sumados a la inmensa vanguardia que defiende la naturaleza de la destrucción
capitalista es una sola.
La humanidad no se va a liberar si no analiza
o no llega a la conciencia universal e histórica que la lucha supera cualquier
mezquindad regional o de país. Que la lucha que llevan adelante sus hermanos de
clase en otros países es la misma que la que llevan en el suyo propio. Esto es
extensivo a otras luchas contra la opresión sea de tipo nacional o de género.
Lo mismo para la lucha en defensa del medio ambiente. La lucha contra el
fracking o la explotación minera a cielo abierto no son fenómenos provinciales
o nacionales, sino internacionales.
El imperialismo mismo, el viejo
norteamericano/europeo o el naciente imperialismo chino, lo comprenden así
también. Los explotadores y burócratas mundiales tienen conciencia de ello. Es
imprescindible que los luchadores anticapitalistas y antiimperialistas vuelvan
a tener conciencia de ello también. Esta falta de conciencia de la clase obrera
y los luchadores es una de las más nefastas traiciones que nos deja el
estalinismo al liquidar medio siglo de experiencia de lucha política y organizativa
de la clase obrera mundial al liquidar a la III Internacional.
Ahora las nuevas circunstancias sociales,
históricas, políticas del sistema mundial capitalista nos obliga a tener la tarea de recuperar esa
conciencia no solo para la clase obrera sino también para otros sectores
oprimidos y populares que luchan contra la opresión capitalista o en defensa
del medio ambiente. Es imprescindible lograr la unidad internacional de estas
luchas bajo la conducción de la única clase que puede guiar la lucha hasta el
final, la clase obrera. Esto no es un capricho, la clase obrera mundial es el
único sector social homogéneo que no tiene nada que perder en esa lucha y la
única que puede llevarnos a un sistema social, político y económico asumiendo
la dirección de los medios de producción. Es la única que puede romper con las
relaciones de producción capitalista y llevarnos a una sociedad sin clases
sociales. La clase obrera debe tener a los pequeños productores o la clase
media de aliados en su lucha contra la explotación. Del mismo modo tienen que
ser sus aliados y parte de su programa, la lucha por la liberación de la mujer
(El capitalismo y el patriarcado deben caer juntos) y la defensa del medio ambiente
(antes de que sea demasiado tarde). Pero fundamentalmente llevar todo al plano
internacional de lucha sin lo cual será efímero cualquier triunfo local o
regional.
c) El
eje de construir una dirección revolucionaria mundial
Para llevar al plano internacional todas las
luchas arriba enumeradas, cohesionar a la clase obrera mundial y también, bajo
una campaña internacional, llevar adelante las luchas contra la opresión o en
defensa del medio ambiente, se necesita ir construyendo una dirección
internacional y una organización internacional que recupere lo mejor de la
tradición histórica del movimiento obrero traicionada por el estalinismo.
Éste es “EL” legado, el EJE más importante
dejado por León Trotsky y la teoría de la revolución permanente. Las tesis
escritas por él contenían muchos desaciertos y pronósticos que no se
cumplieron, sin embargo, fue el único que dio en la tecla del problema fundamental.
Éste pilar es fundamental sino no se comprende nada de lo que hay que hacer.
Tampoco esta tarea hay que verla desde una visión nacional. ¿En qué sentido? En
el sentido de bueno, tenemos que hacerlo y salgamos a resolverlo con la
experiencia adquirida en la lucha de clases de un país. No, la construcción de
la dirección internacional tiene que ser una tarea colectiva en donde se
condensen y sinteticen las experiencias de toda la clase obrera mundial y de
todos los revolucionarios del mundo. Nunca una experiencia nacional por más
importante que sea puede ser superior a la experiencia del conjunto,
internacional. Lo mismo se puede decir de la dirección, jamás se va a resolver
desde la visión de una dirección nacional, nunca una dirección nacional va a
superar a la formación de un colectivo internacional por más raquítico que este
fuese o por más brillante que fuese esa dirección nacional. Esa dirección
nacional nunca se va a enriquecer tanto si no es parte de una dirección
internacional.
Hoy cuando los nubarrones de las direcciones
traidoras son más débiles y con menos peso en el plano mundial, cuando la clase
obrera está más presente en las luchas, cuando a ésta se suman con más fuerzas
la luchas de los sectores oprimidos, en primer lugar las luchas de la mujer por
la igualdad de género, cuando hay más sectores que comprenden que el
capitalismo está destruyendo la naturaleza y luchan contra sus planes, hoy más
que nunca es absolutamente imprescindible construir la dirección internacional
y su organización, una internacional socialista revolucionaria con influencia
de masas. En momentos en donde el imperialismo yanqui más débil está en su historia,
donde el imperialismo europeo da lástima y donde el imperialismo chino recién
comienza a lograr posiciones importantes pero no ha impuesto aún su hegemonía,
y donde ganar a la clase obrera de estos países es clave, para ellos es
imprescindible construir la internacional. Para esto no hay que esperar un año,
un mes o una semana, hay que empezar ya mismo a construirla, no hay que
demorarse un segundo más.
Tesis X) El Socialismo
Mundial: Un programa vigente y actualizado para la movilización permanente para
acabar con el sistema capitalista y patriarcal
Éste no pretende ser un programa acabado ni
mucho menos cerrado, tampoco una línea nacional ya que cada país debe tener una
respuesta específica a la situación particular. Pretende solamente ser un
vínculo o puntos mínimos alrededor del cual articular un plan de acción para
reagrupar a los luchadores y los revolucionarios del mundo en lucha contra el
sistema mundial capitalista. “Son tus
huellas el camino” decía un poeta, por lo tanto más que indicar el camino,
solo pretende ser la ropa, los zapatos y el equipaje que tenemos para llevar en
nuestro caminar sabiendo que nuestro horizonte es la liberación de la humanidad
de este sistema.
1)
Contra
los planes de austeridad capitalista, contra el pago de la deuda para que la
crisis la paguen los banqueros y capitalistas y no el pueblo.
Después de la crisis del 2008 los capitalistas de todos los países del mundo el
único plan que tienen es hacerle pagar al movimiento de masas trabajadoras los
platos rotos que ellos han provocado. En lugar de resolver los problemas
ocasionados al pueblo, lo único que han hecho los gobiernos, empezando por el
imperialismo yanqui, es salvar a los bancos comprándoles toda su deuda,
provocando que el trabajador o desocupado que no pueda pagar sus hipotecas sea
desalojado sin más. La desocupación llegó a niveles catastróficos en Europa,
haciendo que muchos sectores entren en la pobreza más extrema. El hambre es
crónico en África y los salarios de hambre se pagan en todos los continentes.
Que por ley no se despida a ningún trabajador, si no se expropia la fuente de
trabajo para mantener la plena ocupación, escala móvil de horas de trabajo y
escala móvil de salarios ajustados al costo de vida. Destinar parte del PBI
mundial a las necesidades más acuciantes para acabar con el hambre y la miseria
en el mundo. Altos impuestos a los banqueros y acabar con la especulación
financiera ¡Hay que hacerle pagar la crisis a quienes la provocaron!
2)
Apoyo
a todas las luchas obreras y populares. En todos los países hay infinidad de luchas
obreras, campesinas, de sectores populares empobrecidos, de los inmigrantes, de
las nacionalidades oprimidas, de la mujer, etc. Todas esas luchas tienen que
ser apoyadas para que triunfen, para que a su vez dé impulso a la movilización
y para incorporarlas como parte de un programa de lucha, apoyándolas pero
siendo al mismo tiempo independientes de su coyuntural dirección. En el camino
de la lucha por el gobierno la clase trabajadora no estará sola sino que debe
saber incorporar todas esas reivindicaciones y ser capaz de luchar por el
gobierno, dejando de lado el sectarismo testimonial, y ser capaz de llegar al
poder con otros aliados que rompan con el imperialismo capitalista.
3)
Por
la solidaridad internacionalista de la clase obrera y los pueblos en lucha
contra el imperialismo, la opresión y el capital.
Nuestra lucha es la lucha por construir una sociedad socialista. Ésta solo
puede ser mundial o no será. La derrota final del sistema capitalista
imperialista se podrá llevar adelante con la más firme solidaridad
internacionalista con la lucha de los pueblos que enfrentan al imperialismo,
las transnacionales o sus gobiernos capitalistas. Esto se debe traducir en
campañas concretas, internacionales. En este momento eso pasa por apoyar al
pueblo kurdo y su revolución contra el régimen de Basher Al-Asaad y el régimen
fascista de Erdogan. Apoyar la lucha del pueblo palestino contra el ocupante sionista.
Apoyar a los estudiantes. Apoyar el reclamo de independencia del pueblo Catalán
contra el opresor estado y régimen monarquico español. Llevar adelante una
campaña internacional contra el fracking, contra Monsanto y la explotación
minera a cielo abierto. Una campaña internacional contra la violencia racista y
policial en los EEUU, etc., etc. En cada
momento concreto hay que detectar cuáles son los ejes por donde pasa el proceso
revolucionario mundial y apoyarlo.
4)
Por
la más absoluta igualdad de género contra la sociedad patriarcal machista
capitalista. No es posible la liberación de la humanidad
del sistema capitalista sin la liberación de la mujer y la lucha por la
igualdad de género. En este sentido hay que reconocer en la revolución kurda a
la vanguardia absoluta en este terreno. En todos los estamentos de la vida
política y social del Rojava, todas las organizaciones (excepto aquéllas
integradas solo por mujeres como movimientos de la mujer o la unidad de defensa
de la mujer YPJ) tienen dos máximos dirigentes, una mujer y un hombre. Lo que
señala la investigadora kurda, Dilar Dirik, me exime de otros comentarios. “Las leyes tienen como objetivo eliminar la
discriminación de género. Por ejemplo, los hombres que ejercen violencia contra
las mujeres no pueden ser parte de la administración. Uno de los primeros actos
del gobierno fue la criminalización de los matrimonios forzosos, la violencia
doméstica, los asesinatos por honor, la poligamia, el matrimonio infantil y el
“precio de la novia”. No sorprende que muchas mujeres árabes, turcas, armenias
y asirias se unan a las filas armadas y a las administraciones en Rojava. El
objetivo es asegurarse de que la sociedad internalice el hecho de que la
liberación de las mujeres es un principio básico para la liberación y la democracia
en lugar de ser sólo responsabilidad de las mujeres. La revolución debe cambiar
la mentalidad patriarcal de la sociedad. De lo contrario, la historia se
repetirá y las mujeres, que han participado activamente en la revolución, lo
perderán todo una vez se logre la “liberación”. Esto es lo que les ha pasado a
muchas mujeres en otros lugares del mundo. Por esto, el concepto de revolución
debe incluir activamente al 50 por ciento de la población si pretende conseguir
una libertad verdadera.”
5)
Contra
los planes extractivistas y destructores de la naturaleza y el medio ambiente.
Por una planificación eco-socialista que defienda la naturaleza.
El sistema capitalista ha tenido un “enorme” desarrollo de la técnica, “enorme”
ante los ojos posibilistas que piensan que no frena el desarrollo de las
fuerzas productivas. Sin embargo la ciencia y la técnica podrían avanzar mucho
más sin el criterio sacrosanto de avanzar solo con el fin de obtener ganancias.
Por eso los “avances” de la ciencia y la técnica capitalista son absolutamente
limitados y no al servicio de quien crea la riqueza y es la principal fuerza
productiva, que es el ser humano, en última instancia, creador de esa ciencia y
técnica limitada por el capital. Por eso consideramos que en realidad el
capitalismo está destruyendo a su principal fuerza productiva que es el ser
humano. El capitalismo es al revés que un avance, crea enfermedades para vender
el remedio. Pero ahora, el capitalismo también utiliza la ciencia y desarrolla
nuevas técnicas que está destruyendo la naturaleza y el medio ambiente en donde
vivimos. Está poniendo en riesgo la vida misma sobre la tierra. Por eso es
fundamental incorporar a un programa de lucha las reivindicaciones de la lucha
medio ambiental, contra el Fracking, el uso de agrotóxicos y alimentos
modificados genéticamente, la minería contaminante que envenenan tierra, mar,
ríos y el aire e incorporar el uso de las energías renovables reduciendo la
creación de monóxido y bióxido de carbono que producen la suba de la
temperatura de la tierra descongelando las capas heladas de los polos y los
glaciares.
6)
Por
la más amplia democracia. Contra la burocracia, asamblea periódicas
que discutan y resuelvan todo. Por direcciones elegidas democráticamente con
mandatos rotativos y revocables. Que los dirigentes electos en la función
pública ganen lo mismo que un obrero calificado y utilicen los hospitales y
escuelas públicas. Por las más amplias
libertades de expresión, prensa y acceso a medios audiovisuales. Por la libertad
cultural y religiosa. Por la convivencia pacífica entre las distintas
nacionalidades y culturas, en contra del sometimiento de una religión sobre
otras o de una nacionalidad sobre otras. Combatimos a las bandas fascistas como
el ISIS u otras expresiones neonazis. Por la libre sindicalización y
organización política de la base de las fuerzas armadas y la prohibición de
reprimir luchas obreras o populares. Contra la injerencia del estado en las
organizaciones sindicales. Luchamos contra todo régimen totalitario que impida
la libre expresión de diferencias y opiniones en las organizaciones políticas,
sociales o sindicales del movimiento de masas.
7)
Por
la construcción de la más amplia unidad
de la Izquierda política y social para llevar al gobierno los planes anti
austeridad y para resolver las necesidades más acuciantes del movimiento obrero
y de masas. A pesar de la traición del gobierno de Syriza en Grecia consideramos
que la formación de frentes u organizaciones amplias de la izquierda política
social son herramientas muy importantes por dos motivos: a) socava la fortaleza
de los partidos tradicionales en el poder poniendo en crisis los regímenes
políticos burgueses sin lo cual hace más difícil el surgimiento de una
propuesta de izquierda en la cual las organizaciones revolucionarias puedan
crecer. b) Las organizaciones
revolucionarias están en mejores condiciones de impulsar la movilización y
construirse aun en los casos en que un hipotético frente de este tipo llegue al
gobierno. Lo importante a tener en cuenta es lo siguiente: saber que el gobierno
no es el poder y también no hacer seguidismo a ala reformista que
esta unidad pueda tener ya que al momento de una claudicación hay que tener más
firmeza que nunca. Por ejemplo, en el caso de Syriza eso quedó claro a las 24
horas después del triunfo del NO en el referéndum. La vida es dialéctica y la dialéctica es movimiento, saber bien cómo y
cuándo hacer un movimiento es fundamental. Ni el sectarismo que siempre tiene
el mismo discurso o su reverso, el oportunismo, que no sabe cambiar a tiempo,
pueden crecer al calor de la lucha de clases.
El HDP en Turquía o la construcción del PSOL
en Brasil, son ejemplos de que es posible brindar una opción de izquierda
antisistema y radical, que lejos del sectarismo testimonial, se plantee el
problema de gobernar. En algunos países es posible que la izquierda reformista
gire cada vez más a la derecha y no acepte una unidad amplia. En este caso la
izquierda revolucionaria debería unirse en la diversidad para brindar una
alternativa al movimiento de masas obrero y popular.
Estas experiencias son muy importantes para aprender,
corregir y elaborar. Llamamos a construir una nueva izquierda que abandone
las posiciones defensivas de la época de supremacía estalinista en donde había
que preservar el legado del marxismo y el leninismo y pase a la ofensiva
sabiendo actualizar el programa de transición y de respuestas a la crisis
sistémica y estructural del sistema capitalista imperialista.
8)
Ninguna
tregua a los gobiernos y partidos de la burguesía, por gobiernos de los
trabajadores y el pueblo. Los gobiernos que defienden al capitalismo
y administran el estado a favor de las corporaciones, bancos, el capital
financiero e industrial y están en crisis y son embestidos por la lucha del
movimiento de masas. No hay que depositar un gramo de confianza en sus engaños.
Tampoco hay que confiar en las corrientes sindicales burocráticas conciliadoras
o las direcciones pequeño-burguesas que pactan con la burguesía. Solo rompiendo
con ésta e impulsando un programa de ruptura con los planes capitalistas pueden
ser aliados tácticos de las organizaciones obreras y sus partidos. Llamamos a
que la clase obrera y el pueblo confíe en sus propias fuerzas y tome en sus
manos el gobierno socializando a los medios de producción y de cambio. Esto es
el ejercicio del poder obrero y popular.
9)
Por
la unidad y la construcción de una dirección y organización internacional
alrededor de los puntos de este programa. Se propone este
programa a todas las organizaciones de izquierda y revolucionarias del mundo.
Es un compendio mínimo que los revolucionarios del mundo debemos llevar a las
masas obreras, populares, explotados y oprimidos del planeta. Más allá de las
distintas tradiciones, experiencias históricas, desarrollos políticos, es
imperativo construir esta dirección internacional porque ninguna organización
nacional por más brillante que fuese puede resolver los problemas de un país y
menos aún acabar con el sistema mundial capitalista. Esta unidad no es una
unidad cualquiera sino que se basa en un claro programa revolucionario que es perfectible. En ese camino se probarán
muchas direcciones, habrá triunfos y fracasos pero es la única manera de
construirlo. Ninguna corriente debería tener miedo de ser minoría en esa
internacional, al contrario, sería parte de una internacional de centenares de
miles o millones de trabajadores, mujeres y otros sectores explotados u
oprimidos. Ésta es la única manera de comenzar a resolver el problema de los
problemas de la humanidad, la crisis de su dirección revolucionaria.
[i] Los
cálculos de Oxfam se basan en los datos del Global Wealth Databook publicado en
noviembre de 2017 de Credit Suisse sobre la distribución de la riqueza a nivel
global. Se ha calculado la riqueza de las personas más ricas del mundo
utilizando la lista de milmillonarios de Forbes publicada en marzo de 2017
[ii]
“La bancarrota de la II Internacional
V. I. Lenin
Mayo-junio de 1915
Para un marxista resulta indudable que la revolución es
imposible si no se da una situación revolucionaria, pero no toda situación
revolucionaria conduce a la revolución.(subrayado mío)
¿Cuáles son, en términos generales, los signos
distintivos de una situación revolucionaria?
Estamos seguros de no equivocarnos al señalar estos
tres signos principales:
La imposibilidad para las clases dominantes de mantener
su dominio en forma inmutable; tal o cual crisis en las “alturas”, una crisis
de la política de la clase dominante, abre una grieta por la que irrumpen el
descontento y la indignación de las clases oprimidas. (Que “los de arriba no
puedan vivir” como hasta entonces)
Una agravación, superior a la habitual, de la miseria y
las penalidades de las clases oprimidas. (Que “los de abajo no quieran” vivir
como antes)
Una intensificación considerable, por las razones antes
indicadas, de la actividad de las masas, que en tiempos “pacíficos” se dejan
expoliar tranquilamente, pero que en épocas turbulentas son empujadas, tanto
por la situación de crisis en conjunto como por las “alturas” mismas, a una
acción histórica independiente.
El conjunto de estos cambios objetivos es precisamente
lo que se llama situación revolucionaria
…la revolución no surge de toda situación
revolucionaria, sino solo de una situación en la que a los cambios objetivos
antes enumerados viene a sumarse un cambio subjetivo, a saber: la capacidad de
la clase revolucionaria para llevar a cabo acciones revolucionarias de masas lo
bastante fuerte como para destruir (o quebrantar) al viejo gobierno, que jamás
“caerá”, ni siquiera en las épocas de crisis, si no se lo “hace caer”.
Tales son los puntos de vista marxistas sobre la
revolución, puntos de vista desarrollados infinidad de veces y reconocidos como
indiscutibles por todos los marxistas…
…El deber indiscutible y esencial de todos los
socialistas:
revelar a las masas la existencia de una situación
revolucionaria,
explicar su amplitud y su profundidad,
despertar la conciencia y la decisión del proletariado,
ayudarlo a pasar a las acciones revolucionarias y a
crear organizaciones que respondan a la situación revolucionaria y sirvan para
trabajar en esa dirección.”
Comentarios
Publicar un comentario