Tesis sobre la situación mundial (Borrador abierto a los aportes y debates)
A los lectores de El Mundo en su Laberinto: Esta vez no presento un articulo sobre alguna situación particular de las luchas del mundo sino un trabajo que me gustaría compartir con todos Uds. Es la redacción de unas Tesis sobre la Situación Mundial que me parece importante ponerla al alcance de todos los que estamos luchando contra el capitalismo y tratando de organizarnos internacionalmente.
El carácter de estas Tesis es de borrador, porque considero que no pueden ser unas tesis definitivas y sin el aporte de otras experiencias, es abierta también por ese motivo y para que se pueda abrir un debate sobre ellas. Espero que esto despierte el interés por unir a los luchadores y revolucionarios del mundo. A quien quiera una copia en Word lo puede solicitar a fabio.marx.marucci@gmail.com
Un Abrazo, Fabio Marucci
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I)
El
Sistema Mundial Capitalista nos lleva a la Barbarie
II)
Los
ricos son cada día más ricos y los pobres se hunden cada vez más en la miseria
y la pobreza
III)
Una
crisis con nuevos actores: los Estados Burocráticos Burgueses.
IV)
La
caída del Estalinismo: un triunfo con sabor a largo plazo
V)
El
imperialismo cada día más debilitado
VI)
Una
Situación Revolucionaria Mundial inédita
VII)
Nuevas
Direcciones encabezan una rebelión mundial
VIII)
Los
que tienen miedo a perder sus privilegios: las viejas direcciones traidoras
políticas y sindicales
IX)
La
tarea del momento: Unir la inmensa masa de luchadores y revolucionarios del
mundo
a)
La
crisis de la humanidad es la crisis de su dirección revolucionaria
b)
La
lucha de la clase obrera mundial es una sola
c)
El
eje de construir una dirección revolucionaria mundial
X)
El
Socialismo Mundial: Un programa vigente y actualizado para la movilización
permanente para acabar con el sistema capitalista.
I) El Sistema Mundial Capitalista nos lleva a la Barbarie
Cuando
se habla de barbarie la gente piensa en una horda de hombres que saquean un
país, pasan a degüello a su población, violan sus mujeres y queman todo. Sí,
eso es barbarie y lo vimos en el pasado reciente y en el presente, por ejemplo
en el nazismo y su holocausto, en la limpieza étnica llevada por Israel contra
la población palestina para colonizar ese territorio o la llevada a cabo en la
ex Yugoslavia para su desmembración o en varias guerras civiles en África, o la
que realiza el ISIS en Siria e Irak. Pero el concepto es más amplio. También
barbarie es el vivan más de 800 millones de personas con hambre, que millones
no puedan acceder a agua potable, que se muera por enfermedades curables o no
se destinen medicamentos a determinado lugar del mundo porque “no hacemos medicamentos para indios”
como reconoció la Bayer. Barbarie es el trabajo infantil esclavo o la
desnutrición, es la trata o el secuestro y desaparición de personas como ocurre
a diario en México y otros países, barbarie es el narcotráfico y tráfico de
armas. Barbarie es la existencia de la xenofobia y el racismo en pleno siglo
XXI. También es barbarie la superexplotación permanente de los sectores más
vulnerables para enriquecer un pequeño puñado de familias en el mundo. Es
decir, barbarie es todo aquello a lo que conduce la lógica del sistema
capitalista: una inmensa sed de ganancias, un inmenso crecimiento de la riqueza
que produce el ser humano para beneficio de unos pocos.
También
barbarie es lo que realiza el sistema capitalista en nombre de la sacrosanta
ganancia explotando a la naturaleza. Jamás en la historia humana se ha visto
semejante expoliación y extractivismo de los recursos naturales poniendo en
riesgo la vida misma sobre la tierra. Por este sistema se envenenan las aguas,
se contaminan la tierra y el aire, se sigue consumiendo energía no renovable de
origen fósil provocando el crecimiento de los niveles de monóxido y dióxido de
carbono que aumentan la temperatura de la tierra año a año. Los avances tecnológicos
solo se pusieron al servicio del aumento de la producción, la explotación y la
alienación del ser humano sino también en la destrucción de la naturaleza. El Fracking es el último grito de la moda
para extraer gas y petróleo. Este nuevo sistema es altamente contaminante y
capaz de producir terremotos en lugares con fallas geológicas previas o
predispuestas a movimientos telúricos. El monopolio de la producción y comercio
de granos con Monsanto a la cabeza,
han dejado un tendal de muertos por cáncer y otras enfermedades también en
nombre del mayor “rinde” y la
ganancia produciendo ya sea fertilizantes o pesticidas muy dañinos para la
salud como el glifosato o por la producción de alimentos genéticamente
modificados. Esto a su vez provoca que amplios bosques sean desmontados para
producir lo que de más ganancia en determinado momento como es el caso de la
soja, arrasando con verdaderos pulmones de la tierra y a la población
originaria que en ella viva. Todos estos avances también fueron puestos al
servicio de la industria militar que lleva el horror de las guerras allí donde
la sed de ganancias abre paso a la sed de sangre para garantizar la continuidad
del modo de producción capitalista imperialista mundial. Es que este sistema no
podría sobrevivir de otro modo. En fin casi todo lo que se produce lleva esta
marca de nacimiento, la del modo de producción y las relaciones de producción
capitalistas, un sistema al servicio de solo casi el 1% de la población del
planeta.
El
sistema capitalista en su camino no aprende tampoco de los desastres que
provoca y a lo que conduce su desenfrenada vocación de ganancia. En los últimos
50 años, solo visto desde el punto de vista económico, su debacle es cada vez
más acentuada. Vive una crisis crónica desde finales de los años 60, salpicada
por distintas crisis que ha superado siempre gracias a más explotación y
miseria de la clase trabajadora o desposeída. Esas crisis fueron siendo
descargadas sobre las espaldas de los países periféricos que entraban en crisis
por el alza o la baja de los precios del petróleo o por el endeudamiento
externo o una corrida de capitales. Pero a medida que pasaban esas crisis los
países imperialistas más importantes comenzaron a aumentar la explotación de
las clases trabajadoras de sus propios países que comenzaron a vivir la
desocupación y los bajos salarios a la que ya estaban habituadas las
poblaciones del llamado tercer mundo. Esto deja perfectamente claro el carácter
mundial de la economía capitalista. Tan es así que los países llamados del “socialismo
real” también sucumbieron ante la crisis y la política llevada a cabo por el
imperialismo porque era inevitable que la utópica y reaccionaria teoría del
“socialismo en un solo país” cayera en un callejón sin salida. En realidad
dicha teoría estaba solo al servicio de una burocracia totalitaria que puso fin
a la primera experiencia de países sin las relaciones de producción capitalista
y sin una clase burguesa dominante.
Sin
enemigos a la vista y con la burocracia de la República Popular de China habiendo
liquidado también su “socialismo real” por otra vía, el sistema económico
mundial capitalista se fue a la carga de nuevos mercados, provocando más
guerras, miseria y hambre en el mundo en donde una tercera, o mayor, parte de
la población vivía solo con un plato de arroz. Era la etapa del “fin de la
historia”, de la negra etapa neoliberista donde el sistema dio rienda suelta
para poner fin a todas las conquistas obreras que hubiera en el mundo incluso
cerrando el ciclo del “estado del bienestar” en la vieja Europa.
Pero
el sistema capitalista no aprende y se vio sacudido a nivel planetario en el
año 2008/2009 cuando toda una burbuja inmobiliaria se vino abajo en el corazón
del imperio, en los EEUU. No fue una crisis más, fue la constatación de que la
crisis es global, sistémica y que no escapa nadie en el planeta a su alcance.
Lo que indica estos 50 años de crisis crónica es la confirmación que el sistema
económico, social y político capitalista se agota, llega a su fin. Esto no
significa que pueda ser superado por otro sistema mejor, pero si no es superado,
es la barbarie completa en la que se sumergirá la humanidad.
La
existencia de las fronteras nacionales es uno de los factores por el cual el
sistema capitalista puede subsistir y dominar las economías al servicio de unos
pocos, no solo en el sentido de que un país domina a otros sino porque es la
garantía para que las multinacionales puedan penetrar sin resistencia en
distintos mercados. Esas multinacionales, industriales, comerciales o
financieras, son las que definen al fin de cuentas el grado de penetración
imperialista de un determinado país. Así, un país como la Argentina que tiene
algunas empresas multinacionales como Techint es un país completamente
dependiente del capital financiero y comercial de distintas potencias. EEUU es
claramente un país imperialista y China con su capital comercial y financiero
también lo es. Nunca como ahora se ha vista tanta concentración monopólica, tan
exacerbado imperialismo, en el sentido leninista de la palabra. La existencia
de las fronteras nacionales es una necesidad del capital, no de la sociedad
humana. Sin las fronteras nacionales las distintas riquezas naturales y la
producción económica estarían al servicio de un desarrollo sustentable de la
humanidad. Sin fronteras nacionales el desarrollo tecnológico y humano se
multiplicaría enormemente, se podría acabar con el hambre, la miseria, las
guerras y frenar la destrucción de la naturaleza. Pero claro, para esto hay que
acabar con el imperialismo y con sus socios nacionales, las burguesías y
oligarquías locales ya que bajo su dirección cualquier tipo de “Unión” o
“Federación” que incluya varios países estarán al servicio de los capitales más
poderosos como es el caso de la Unión Europea hecha a la medida básicamente de
Alemania y Francia.
La
crisis del 2008/2009 no fue ni será la última, los datos de las mismas
instituciones capitalistas demuestran que el crecimiento fue decreciendo desde
hace 50 años. Pero al mismo tiempo es inconcebible que con tanta producción,
con un PBI mundial de 75-80 billones de dólares al año, el capitalismo no pueda
resolver las necesidades básicas de la humanidad y encima poner en jaque a la
naturaleza que reacciona con climas más severos, terremotos, sequias, etc. La
salida capitalista a la última crisis fue salvar al sistema financiero y los
bancos, su lógica lo llevaba a ello inevitablemente, pero es el germen de una
crisis aún mayor que puede estallar más temprano que tarde.
Las
crisis económicas que se sucedan serán cada vez peores y más agudas. Si no
eliminamos las fronteras y ponemos la economía, la logística y la producción
mundial toda al servicio de un desarrollo humano en equilibrio con la
naturaleza y el medio ambiente, en fin, sino edificamos esa sociedad
socialista, que será mundial o no será, no podremos resolver problemas no
resueltos que arrastra este sistema, ni la opresión, ni la explotación, ni los
problemas democráticos de todo tipo, ni podremos detener la barbarie a la que
nos lleva.
II) Los
ricos son cada día más ricos y los pobres se hunden cada vez más en la miseria
y la pobreza
Una
organización internacional llamada Oxfam que investiga sobre la pobreza en el
mundo y trata de “influir en la gente más
poderosa” para que los pobres puedan mejorar sus propias vidas, que no
puede bajo ningún concepto ser tildada de izquierda o revolucionaria, preparó
un informe para el Foro Económico Mundial de Davos 2015 en donde señala que “el próximo año la riqueza del 1% más rico de
la población del planeta superará la del 99% restante a menos que se revierta
la actual tendencia de desigualdad y concentración de riqueza.” Dicho
informe precisa que “Al día de hoy, una
de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de mil
millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día.”. Es
decir, mientras 74 millones de personas (1%) concentra la mitad de la riqueza
mundial, dentro del otro 99% (7300 millones de personas), 800 millones pasan
hambre y más de 1000 millones viven con menos de 1 Euro por día.
En
EEUU, 50 millones de personas, 15% de la población, está en un plan de cupones
de alimentos. El 5% más rico de los EEUU posee el 63% de la riqueza mientras el
50% más pobre posee solo el 1%. En África países como Sudan, Etiopia, Mali el
hambre arrasa e inmoviliza a millones de personas que no tienen agua ni tierras
cultivables. Los que pueden movilizarse emigran de esa situación empujando a
otros con más suerte a emigrar a otros continentes. La emigración es causa del
sistema capitalista en primer lugar pues es la causante del hambre y también de
la guerra que obliga a la gente a escapar para sobrevivir, llenando densos y
miserables campamentos de refugiados.
La
desocupación, que algunas décadas atrás era un fenómeno “tercermundista”, es un
fenómeno común en las principales urbes de Europa y los EEUU. La
“globalización” ha desparramado todos los males del capitalismo a todos los
rincones del planeta. En algunos países la desocupación juvenil llega al 50% de
la población. Son situaciones realmente desesperantes y causa de muchos
suicidios sobre todo en la población mayor a 40 años que ve que casi es
imposible recuperar su fuente de trabajo.
El
“milagro” chino fue bajar los salarios a nivel mundial ya que muchas empresas
se trasladaban hacia allí pagando prácticamente un plato de arroz al día a sus
obreros. Algo parecido ocurrió en relación al este de Europa o México con las
maquilas. Esto empujó el miedo a perder el trabajo en varias partes del mundo
obligando a que el salario no se vuelva a recuperar. Fue un ataque brutal a los
salarios a nivel mundial, fijando estos a niveles de subsistencia. Solo los
países con commodities para vender al mercado mundial, que salieron empujados
por revoluciones a inicios del siglo XXI, como en Sudamérica, han
recuperado cierto nivel salarial pero ya han comenzado a perder esas ventajas y
vuelve a tensarse el enfrentamiento capital-trabajo volviéndose a pagar
salarios de hambre.
El
trabajo en negro y dentro de él los trabajadores inmigrantes, obliga a millones
de personas a sobrevivir sin ninguna cobertura en salud y educación. En todos
los países del mundo el capital utiliza mano de obra esclava. Se ve en los
inmigrantes latinos que van hacia EEUU, los inmigrantes del mundo árabe o del
África central en Europa. Lo mismo pasa en la inmigración interna en China o el
sudeste asiático y en América Latina. Con esto el capitalismo obtiene por un
lado bajar los salarios de los trabajadores en blanco y también un chivo expiatorio
para echar la culpa de la situación económica a los inmigrantes a quienes
vuelca su furia xenófoba persiguiéndolos con todas las fuerzas represivas y
expulsándolos con cobertura mediática.
El
aumento de la explotación exacerba la opresión. En el caso de la mujer, que aún
recibe salarios inferiores al del hombre, se ven también los signos típicos de
la barbarie. La trata y la esclavitud se están generalizando. Ya sea por reaccionarias
y retrogradas religiones o costumbres, sino también por el negocio de la
prostitución. La violencia de género se ha metido en el embrutecimiento y la
frustración a la que son llevados amplios sectores sociales. No hay
posibilidades de una plena liberación de la humanidad sino hay una plena
liberación de la mujer.
Los
ancianos que han trabajado toda su vida, una vez que al capital les resulta que
ya han completado su “vida útil”, los condena a vivir con pensiones miserables.
En muchos casos pasan a depender del soporte de sus familias y en otras son
abandonados a su suerte. Si esta es la suerte de muchos seres humanos en el
mundo hacia el final de sus vidas, mucho mejor no es las de los niños que son
sometidos al trabajo infantil. Estimaciones del año 2008 indicaban que 144
millones de niños trabajaban en el área Asia-pacifico, 65 millones en África y
14 millones en América latina y el caribe. Más de 220 millones de niños, un 3%
de la población mundial, son obligados a trabajar, más de la mitad de ellos en
condiciones peligrosas.
El
informe Oxfam cuyo título es “Riqueza: tenerlo todo y querer más”
más que un informe parece una confesión. Allí se señala que “El pasado año [2014], durante el Foro
Económico Mundial, Oxfam denunció que las 85 personas más ricas del mundo
poseían la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, 3.500
millones de personas. Esta cifra es ahora de tan solo 80 personas; una
disminución impresionante si tenemos en cuenta que en 2010 eran 388 personas
las que concentraban la misma riqueza que la mitad más pobre. En términos
netos, la fortuna de las 80 personas más ricas se ha duplicado entre 2009 y
2014”. 80 personas tienen hoy la riqueza de 3500 millones de seres humanos!!!!.
Si
alguna conclusión practica puede sacar la gente de Oxfam es la siguiente, no
hay manera alguna de “influir en la gente
más poderosa” para que mejore el nivel de vida de los pobres. Esta
absolutamente demostrado por la historia y la experiencia, que sin una lucha
total contra los capitalistas, éstos jamás abandonaran su lógica de obtener más
y más ganancias. No queda, señoras y señores de Oxfam, otra salida que una
revolución total, mundial, socialista para poder terminar con este sistema
mundial capitalista imperialista. Solo el camino de la lucha revolucionaria de
los trabajadores, los campesinos, las mujeres y todos los sectores explotados y
oprimidos puede terminar con este mundo de hambre, esclavitud y miseria.
III) Una
crisis con nuevos actores: los Estados Burocráticos Burgueses.
Antes
de la caída de la Unión Soviética y las experiencias del “Socialismo Real” en
Europa del Este, Vietnam y otros países, los trabajadores del mundo capitalista
no podían esperar una salida en lo que esos países proponían. Y lo que esos
países ofrecían era dictaduras de partido único, ninguna libertad política para
la crítica o la propuesta en defensa de las conquistas revolucionarias que
significaba haber barrido a las burguesías nativas, haciendo que los medios de
producción y de cambio pasaran a ser propiedad colectiva. La planificación
económica en manos de una burocracia totalitaria llevó al desastre a estos
países que no podían escapar a la crisis económica mundial a menos que se
acabara con el capitalismo en todo el mundo. La nefasta teoría del “Socialismo en un solo país” por la cual
el socialismo de la Unión Soviética superaría en el terreno económico a la
capitalista imperialista fue la plataforma teórica que llevaba el estalinismo
para evitar la revolución en cualquier lugar del planeta ya que no habría sido
necesaria cuando esa superioridad quedara expuesta a los ojos de todo el mundo.
Bajo el paraguas de esa teoría apoyaron a cualquier sector burgués
“progresista” o gobierno capitalista que mantuviera buenas relaciones políticas
o económicas con la URSS aunque en esos países se impusiera a sangre y fuego
una dictadura militar.
La
burocracia es un sector de la clase obrera que solo piensa en defender sus
privilegios materiales o las estructuras que le permiten disfrutar ese nivel de
vida alejada de la base obrera. Lo vemos en cualquier sindicato en donde se vea
la lista “única”, estatutos antidemocráticos o dirigentes conciliadores con la
patronal. Esos dirigentes no tienen un plan de lucha en defensa de sus afiliados,
solo pretenden defender el Status Quo que le permiten vivir en el lujo. Si
defienden el sindicato o las obras sociales lo hacen por eso, jamás inculcarían
en la clase trabajadora la idea de que hay que ir por el gobierno del país para
terminar con los problemas que provoca el capitalismo. A un nivel superior los
viejos estados obreros eran eso para estas burocracias totalitarias, sea
estalinista o maoísta.
La
crisis era inevitable y llegó. En la URSS y Europa del Este estalló en forma de
revolución antiburocrática triunfante, ya que la clase obrera con su
movilización barrió con estos regímenes. En China, la burocracia impuso la
restauración capitalista a través de una contrarrevolución triunfante haciendo
que el capital ingrese como cuchillo en la manteca y obtuviera los salarios más
bajos del planeta por entonces. En la URSS y Europa del Este, la falta de una
dirección revolucionaria que hubiera dirigido la recuperación de esos estados
para la movilización y la democracia obrera - terminando con la opresión
nacionalista del régimen, dando todas las libertades para expresarse política y
culturalmente y llamando a la federación de todos los estados obreros para dar
un salto en el nivel de vida acabando con las fronteras nacionales del estado
que garantizaba el control burocrático sobre los trabajadores y la fuente de
sus privilegios - fue lo que permitió que también pudiese restaurarse el
capitalismo.
En
el caso Chino la burocracia del Partido Comunista Chino dirige absolutamente
todo la economía capitalista restaurada. La bandera roja del partido sigue
flameando y siguen siendo ricos pero algunos en el rol de nuevos burgueses y
otros, continuando con la administración del estado. Su ascenso como potencia
capitalista fue vertiginoso. En pocas décadas obtuvo el primer lugar en la
económica mundial como PBI. Y gracias a sus salarios de hambre, el capitalismo
mundial encontró un escaparate para su crisis. Centenares o miles de empresas
invadieron china esencialmente en la industria manufacturera y a su vez estos
productos invadieron el mercado mundial.
Dejando
de lado el caso de los países de Europa del Este que se refugian debajo de las
faldas de la vieja Europa en crisis - Alemania del Este se unificó a su par
occidental, lo que fue un verdadero triunfo de esas jornadas – la URSS
convertida en Federación Rusa también, en medio del caos inicial, fue
fatigosamente recuperándose a inicios del siglo XXI. Aun así su economía es
débil y depende básicamente de la infraestructura energética, sobre todo el gas
y el petróleo que vende a Europa y a países de Asia y China fundamentalmente.
Pero su influencia política y militar tiene una gran importancia en su área de
influencia. Casi toda su nomenclatura es heredera de la vieja burocracia del
PCUS y tiene en Vladimir Putin a su hombre fuerte. A pesar de haber acabado con
aquel siniestro régimen policial y totalitario, en donde ya no se ve a la
bandera roja flamear en el Kremlin ni al Politburó del PCUS en pleno, la clase
obrera de la Federación aún tiene pendiente acabar con los herederos de la
burocracia parasitaria que aún mantiene su pie opresivo y privilegiado sobre
esos países.
Tanto
la Federación Rusa como China, por caminos distintos, han restaurado un
capitalismo basado el ejercicio del poder del estado obrero deformado o
burocratizado. Esto no significa que en los países imperialistas más poderosos
no exista un estado, pero por su formación y tradición son completamente
distintos a lo que hoy es la Federación Rusa y China. Estos países no surgieron
en base al impulso económico de empresas capitalistas que fueron conformando el
estado a su medida y llevando su influencia imperialista al resto del mundo.
Digamos que el sastre de la historia en este caso fue otro. La formación de
China y Rusia capitalistas (para simplificar) son producto de las burocracias
de los viejos estados obreros y esas burocracias tienen un juego diferente,
como si tuvieran otro sistema métrico. Por este motivo lo denomino “Estados Burocráticos Burgueses”. Esto
los obliga a llegar a acuerdos - que cuando eran estados no capitalistas no
sucedía - tanto en el terreno diplomático, económico y militar. En este marco
China es el socio mayor indudablemente. En esta economía mundial capitalista en
crisis, no es solo Rusia la que se apoya en China, la siguen todas las viejas y
nostálgicas amistades que tuvieran antes de la hecatombe del “Socialismo Real”.
Allí la vemos a Cuba por ejemplo y lo vimos en la defensa que hicieron de la
Libia de Gadhafi o la que hacen de la Siria de Basher Al-Assad. También tienen
nuevos amigos en la Venezuela de Maduro o en Irán o India. Y también se suman a
esta fraternidad gobiernos de tipo pequeñoburgueses o frente populista como el
Argentino de los Kirchner o subimperialistas como el de Dilma Russef en Brasil.
China se está convirtiendo en el principal socio comercial de casi todo el
mundo. Lo es de África y lo será de América Latina.
Si
las condiciones económicas se exacerban y la crisis hace que las disputas se hagan
más agudas estaremos viendo tal vez más que enfrentamientos basados en grupos
insurgentes como sucede en Ucrania. Rusia y China son potencias nucleares a las
que hay que sumar como socia en el BRICS también a la India que también posee
arsenal nuclear. En muchas partes del mundo las burguesías locales y sus
socios menores y los representantes políticos están marcados por una disputa
mundial y tienen que elegir entre ambos bandidos. Algunos se quedan como
sirvientes del viejo imperialismo yanqui y europeo, otros se entregan a los
brazos del gigante oriental. Ni uno ni
otro sirven a los trabajadores y los pueblos. Nada se puede esperar de los que
han traicionado a la clase obrera mundial al frente de conquistas
revolucionarias históricas. A dos años del centenario de la revolución de
octubre aún queda pendiente barrer con estas direcciones que quieren volver a
engañarnos bajo un ropaje de capitalismo progresista o popular antiimperialista.
Nadie les debe creer. La teoría del “Socialismo
en un solo país” ya fue arrojada al basurero de la historia. Sus nuevos engaños
también terminaran allí.
IV) La caída del Stalinismo: un
triunfo con sabor a largo plazo
El
fracaso de la URSS y de las otras experiencias del “Socialismo Real” no se debe
adjudicar como un fracaso de los revolucionarios que llevaron adelante la
revolución de octubre de 1917, sino a la burocracia parasitaria y usurpadora de
la revolución. Su ascenso se debió a combinaciones histórico políticas
concretas, la derrota de las revoluciones en Europa, la extrema debilidad de la
economía post guerra civil de la naciente URSS, etc. La caída de esos regímenes
fue la conclusión de un proceso económico social internacional en donde se
combinaron la política del imperialismo y el proceso objetivo de que esos
países pertenecían a un todo que es la economía mundial capitalista. Su
caída final fue la constatación, jamás escrita ni reconocida por ellos, del fracaso
total de la teoría de que el “Socialismo en un solo país” podía vencer al
imperialismo mundial en el terreno económico. No solo eso, también hicieron
todo lo posible por pactar con el imperialismo o las burguesías locales para
frenar o congelar la revolución en cualquier país, y si en alguno llegará a
triunfar la revolución, captarla para frenarla en sus fronteras nacional.
A
pesar de esa teoría y política, los países del llamado “Socialismo Real” eran
conquistas históricas. Es como un sindicato a pesar de su dirección
burocrática, ese sindicato es una conquista de los trabajadores, su
desaparición es la desaparición de la experiencia histórica y de grandes luchas
por construirlo. Por eso, el estalinismo y los burócratas herederos, hicieron
lo posible para borrar la tradición obrera, su democracia y su historia de la
conciencia de la clase obrera mundial. La traición estalinista se fue
propagando. Su primera tarea fue aniquilar la III Internacional. Pero aún
quedaban los países, productos de aquellas revoluciones y de los cuales
extraían sus privilegios. Esos países, bajo su reaccionaria teoría también
estaban condenados a fracasar si es que una revolución con una dirección socialista
revolucionaria dirigiéndola los hiciera salir del poder con una revolución
política. Pero eso no sucedió.
Por
ese motivo, la revolución política, que era la salida que León Trotsky
planteaba para esos países y que Nahuel Moreno veía acercarse y estudió en
diversos documentos, finalmente llegó y sin una dirección revolucionaria a su
frente. La situación objetiva empujo la movilización del movimiento de masas y
se dieron los resultados disimiles vistos alrededor de China y la URSS. Como
resultado la historia parió una situación dialéctica, contradictoria. Los EEOO
(Estados Obreros), esas enormes conquistas se perdieron pero al mismo tiempo,
la caída del estalinismo se expandió como el humo del estallido de un súper
volcán por sobre toda la tierra, liberando enormes fuerzas, contenidas bajo su
losa burocrática. Por un lado se perdió, en poco tiempo, en un chasquido
histórico, una enorme conquista de la clase obrera y los pobres del mundo, pero
allí comenzó otra enorme conquista, de la cual no podían verse resultados
inmediatos, a corto plazo, esa conquista fue la debacle de histórica del
estalinismo que liberó fuerzas en la clase obrera mundial que enfrentó, y aún
enfrenta con mucho más poder que antes, a todo tipo de burocracia parasitaria y
traidora.
Esta
enorme conquista comenzó a dar frutos. El imperialismo vio ese potencial. Primero
hizo propaganda de la muerte del socialismo y del fin de la historia,
asegurando que el triunfo del capitalismo era determinante e histórico. Muchos
sectores liderados por la Iglesia y direcciones pequeño burguesas y
burocráticas, antiguos aliados del estalinismo en un frente
contrarrevolucionario mundial con el imperialismo, por la “paz y la democracia”,
anterior a la caída del muro de Berlín, comenzaron a predicar en contra de la
formación de los partidos políticos y educaron a una enorme vanguardia en el “horizontalismo” como antídoto para
evitar la formación de organizaciones capaces de llevar la revolución hasta la
toma del poder. Aun así la lucha nunca cesó. Seatlle en los propios EEUU y
todas las movilizaciones en contra de la “globalización capitalista” fueron
abriendo paso a nuevas experiencias y también al vivo relato que brinda la
lucha de clases para extraer conclusiones. Esto posibilitó el creciente
surgimiento de nuevas direcciones sin la fuerza de gravedad que ejercía ya sea
la burocracia del kremlin o su contraparte de Beijing. Los pueblos fueron
derribando las mentiras capitalistas que se desnudaban frente a sus ojos con el
neoliberalismo. Todo tipo de direcciones fueron abriéndose paso, incluso y
sobre todo, direcciones no obreras, como es por ejemplo, el chavismo. Aun así
el inicio del siglo XXI es rico de nuevas e inéditas revoluciones que fueron
acorralando al imperialismo en crisis y su economía mundial que se descalabraba
hacia la crisis del 2008-2009. Sin la caída del estalinismo a nivel mundial o
de la burocracia china como referente frente a su reconversión capitalista, no
hubiera sido posible este reverdecimiento de nuevas direcciones revolucionarias
y este ardor de juventud que lleva nuevamente a la clase obrera mundial a la vanguardia
de las luchas en el mundo. La democracia obrera vuelve a ocupar un lugar, las
asambleas y la toma de decisiones en la base fueron la tónica de todo tipo de
frente de lucha, sea obrera, ambiental, luchas de la mujer, etc. Una democracia
que se combina con la lucha misma. Esa es la fuerza fundamental. Una revolución
política que viene de las experiencias de las revoluciones antiburocráticas de
Hungría del 56, Checoslovaquia del 68, Polonia del 80, que dio origen también a
los comités de base en Italia. La caída del estalinismo hizo que la base se
comenzara a rebelar por los poros de la sociedad en todo el planeta. Al mismo
tiempo que se pregonaba el horizontalismo con los Foros Sociales, estos mismos
no podían evitar que surgieran de abajo quienes reflejaban la lucha a nivel
mundial. Estos mismos Foros perdieron su fuerza cuando muchas de esas
direcciones se hicieron cargo de los gobiernos de varios países, como fue el
caso de Lula en Brasil o Evo en Bolivia. Es que hoy si hubiera una reunión de
esas características no iría solo contra el consenso de Washington o el
neoliberalismo, iría contra el mismo capitalismo en todo el mundo.
De
solo imaginar la fuerza que le daría a esos encuentros la presencia de los
obreros Chinos de Yue Yuen, que hicieron una huelga de casi un mes contra las
patronales de Nike y Adidas, o los obreros del sindicato metalúrgico
sudafricano NUMSA que rompieron con el Congreso Nacional Africano o sus pares
del sindicato minero o los activistas egipcios de Plaza Tharir, o los
estudiantes mexicanos que piden justicia por los 43 de Ayotzinapa o los
activistas de la revolución de los paraguas de Hong Kong, los jóvenes peruanos
contra la ley pulpin o los obreros de Rusia, Turquía o Irán en huelga, de los
indignados españoles o los compañeros de Syriza que son gobierno en Grecia,
representantes de los obreros argentinos en huelga, o los de Wall Mart y de
comidas rápida en los EEUU, los que pelean contra la austeridad capitalista en
Europa, los miles que en el mundo luchan contra el fracking o defienden el
medio ambiente, representantes del pueblo palestino y, sobre todo,
representantes de la gran revolución kurda y femenina del Rojava. Si hoy si
hiciera un foro de ese tipo con miles de luchadores de todo el mundo, con un
plan de lucha que coordine a su vez a nivel continental y mundial las luchas
anticapitalistas, solo eso haría temblar a las burguesías imperialistas, las
corporaciones y las distintas burocracias existentes, sean obreras o
religiosas. Nunca se ha visto semejante ascenso a nivel mundial, no hay país en
donde no haya luchas, dentro del propio imperialismo, dentro de los mismos ex
EEOO, o en cualquier otro país del mundo. Esto es una consecuencia de la caída
del estalinismo, que no podía saborearse al alba de su caída.
V) El imperialismo cada día más
debilitado
El
imperialismo ha tenido varios momentos de retroceso y contraofensiva a lo largo
de los últimos 50 años. Luego de los atentados de las torres gemelas, hecho que
conmovió al corazón del imperio, su contraataque se volcó a la invasión de
Afganistán e Irak. Un gigante emprendimiento militar y económico que pretendía
tener el control de todas esas vastas zonas de enormes recursos petroleros y
gasíferos en el caso de Iraq y de Litio en el caso de Afganistán. Por otro lado
se proponía cercar a Irán para tener el control total del medio oriente. La
caída de Sadam Hussein con la mentira de que poseía armas de destrucción masiva
no le permitió controlar políticamente lo que había conquistado militarmente
con la muerte de casi 1 millón de iraquíes y miles de soldados norteamericanos.
Su “democracia” no se pudo imponer a la mayoría de la población chiita que con
organizaciones ligadas al gobierno iraní pudo mediante elecciones llegar al
gobierno central iraquí. Al imperialismo le salen las cosas mal, por así
decirlo. Siguieron fracasando en contener a los talibán en Afganistán y en Iraq
pierden el control político y de hecho abandonan el terreno retirando a sus
fuerzas de tierra dejando solo asesores militares. Hoy, de hecho, está
negociando con Irán una salida a su programa nuclear.
El
golpe que significó la crisis económica de las burbujas inmobiliarias del 2008
fue un golpe tremendo. Por entonces se da un hecho inédito que es el triunfo a
la presidencia de los EEUU del primer afroamericano, el candidato demócrata Barack
Obama. Estos cambios hay que analizarlos en el marco de un ascenso de luchas
mundial que exceptuando algunos países como Colombia, Perú y Chile,
prácticamente hizo perder su influencia directa sobre gobiernos
latinoamericanos. Esto hizo que sus intentos de contraataque fueran liquidados
por la movilización como en el caso del golpe que quiso derribar a Chávez en el
2002 y parecieran como “grandes triunfos” los que desplazaron a Zelaya en
Honduras o Lugo en Paraguay. El imperialismo yanqui la pasó mal en América
Latina.
El
comienzo de la insurrección que se dio en el mundo árabe, con la llamada
“primavera árabe” también dejo al imperialismo muy confundido. Perdía dos
aliados como Mubarak y Ben Ali y varios otros gobiernos aliados también
estuvieron en la cuerda floja. Incluso tuvo que tratar de retomar el control
interviniendo política y militarmente como en el caso de Libia y Siria. La
debilidad consiste en que en un primer momento ante el ascenso del movimiento
de masas tuvo que apelar a los hermanos musulmanes como dique de contención,
cuando estos se veían desbordados apeló al ejército para dar un golpe de
estado, sin embargo el pueblo egipcio no se replegó como si hubiera sentido una
derrota sino que aún sigue movilizándose.
Mucho
mejor no le va a sus colegas de la vieja Europa que atraviesan una brutal
crisis económica y política. Los viejos bipartidismos europeos están colapsando
ante la movilización obrera y popular abriéndole paso a nuevos espacios
políticos tanto de la izquierda radical como de la derecha más xenófoba. Este
fenómeno se vio en la América Latina en donde los viejos partidos que se
alternaban en el ejercicio del gobierno fueron triturados por la movilización dando
paso a otro tipo de regímenes políticos con nuevos partidos o figuras
recicladas del régimen anterior, pero aun así a regímenes políticos opuestos al
tradicional bipartidismo. En Europa esto es darle al corazón del imperialismo
ya que los partidos del régimen bipartidistas son los representantes directos
de la rapaz burguesía financiera e industrial del viejo mundo. En Grecia ya hay
un gobierno de una coalición de izquierda, Syriza, que se enfrenta a la troika
europea, una coalición que no es testimonial y busco correctamente una política
de unidad amplia para disputar el poder. En España puede darse algo similar con
Podemos. En un proceso en donde se van a ver duros enfrentamientos ya que a
diferencia de América Latina en donde el imperialismo era de “afuera” con
representantes adentro, en Europa el imperialismo está en la cocina de casa.
Debilidad
tanto del imperialismo yanqui como europeo frente al avance del nuevo
imperialismo chino que avanza a fuerza de billetera por todo el mundo. En
África, China es el primer socio comercial del continente, lo mismo casi se
puede decir que puede pasar en América Latina. Su alianza estratégica con Rusia
por la cual se garantiza la provisión de gas y petróleo, su dominio sobre el
océano índico y sus acuerdos con la India, la convierten en el gran cuco del
imperialismo tradicional. Desde la península arábiga hasta el mar de china
límite con Japón, el naciente imperialismo oriental esta hilvanando un collar
de perlas militar y logístico de gran envergadura. Es decir, si antes teníamos
a dos bandidos (Imperialismo yanqui y europeo) ahora tenemos a tres.
Ahora
bien, de conjunto el aspecto más importante para determinar la debilidad del
imperialismo es que la lucha de clases entró con fuerza en su propia casa.
Tanto en Europa como en EEUU. Es la osteoporosis que está carcomiendo las
propias sociedades imperialistas. Esto está en sus inicios pero digamos que es
la clave de todo. Las luchas de la clase obrera europea y norteamericana están
haciendo que su conciencia comience un proceso de avance. El proletariado
yanqui y un poco más adelante el europeo, ya están en marcha. Si la misma
conciencia sigue avanzando, eso se verá reflejado en el crecimiento de las
organizaciones de la izquierda socialista y revolucionaria. El naciente
proletariado chino va a pasar más temprano que tarde por todas estas
experiencias. Sean sus luchas de carácter ofensivo o defensivo de acuerdo al
momento de la lucha de clases y la situación económica, van a tener un
aprendizaje acelerado como se ve en la enorme cantidad de huelgas en China.
Otra vez se vuelve a plantear la posibilidad de que el proletariado de las
principales naciones del mundo vuelva a adquirir su conciencia de clase
socialista e internacionalista.
La
nueva configuración de intereses en el plano mundial está poniendo al
imperialismo yanqui a la defensiva y a los europeos con los pelos de punta
tratando de sacar provecho de los países del este de Europa y Ucrania que la
enfrenta con su principal proveedor de gas, la Federación Rusa. Por si esto
fuera poco, el subimperialismo sunnita de Arabia Saudita, comienza a tener
distintas políticas que los EEUU en Medio Oriente favoreciendo el surgimiento
de organizaciones fascistas de derecha, nazis, como el Estado Islámico. Esto no
lo quita del acuerdo general que tiene con los EEUU de dividir a Siria e Iraq
para controlar cualquier proyecto energético en la región. EEUU dirige a grupos
islamistas “moderados” que quieren imponer en Siria la sharia como en Arabia
Saudita, y estos últimos más Turquía y los Emiratos no se andan con vueltas y
prefieren cortar cabezas con lo más bárbaro surgido en los últimos tiempos. En
medio de este caos provocado para evitar el surgimiento de una dirección
independiente para derribar al régimen de Basher Al-assad los kurdos de siria
bajo la dirección del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistan) hicieron
una enorme revolución y liberaron una región de 3 millones de habitantes en
donde imperan las asambleas populares, la igualdad de género, las milicias de
masas y un socialismo comunitario que está abierto al aporte y el espíritu
crítico de todos los revolucionarios en el mundo.
El
impacto que cualquier revolución o proceso de gobiernos de izquierda provoque
en la clase obrera y el pueblo de EEUU, Europa o China, es de fundamental
importancia. Las viejas direcciones herederas del estalinismo, los pequeños
burgueses o burócratas le van a mostrar lo mismo que ofrecían las burocracias
del kremlin o Beiging, Es imperioso que los nuevos procesos como el de la
revolución kurda o el gobierno de Syriza muestren otro camino, el de la
democracia y políticas en pos de los intereses de la clase obrera y pueblo, eso
potenciaría aún más la conciencia de la clases obreras fundamentales, la
yanqui, europea y china. Entonces, más que debilidad, el imperialismo
comenzaría a dar lastima.
VI) Una Situación Revolucionaria
Mundial inédita
Si
las ultimas 3 décadas del siglo XX nos mostró la fuerza de la movilización
revolucionaria del movimiento de masas tirando abajo dictaduras sangrientas,
independizando países que eran colonias de distintos imperialismos, tirado
abajo gobiernos claves del imperialismo en varias regiones y finalmente acabado
con los regímenes estalinistas en la URSS y Europa del este. En el nuevo siglo
XXI la revolución se abrió paso dando nuevos tipos de revoluciones que han
colmado la capacidad de asombro de los analistas.
En
América Latina ésta fue permanente dejando sin respiro a las democracias
burguesas, conquistas que el mismo movimiento había obtenido con enormes
sacrificios y miles de muertos. Esta vez el blanco no eran dictadores militares
sino las instituciones fundamentales de la democracia burguesa: los partidos
políticos burgueses que se alternaban en el régimen bipartidista. Esto se
quebró en todos lados. En Brasil, subió el PT, en Argentina la burguesía encontró
en el kirchnerismo una válvula de escape para contener la movilización, lo
mismo en Uruguay con el Frente Amplio. El chavismo provocó uno de los fenómenos
revolucionarios antiimperialistas más importantes, seguido por la alianza País
en Ecuador y el MAS de Evo Morales en Bolivia. En Chile si bien el pinochetismo
continua ejerciendo cierta influencia, los estudiantes no han dado respiro al
gobierno derechista de Piñera, allí el régimen bipartidista sigue conservando
los rasgos característicos con la Concertación Socialdemócrata-cristiana. Al
mismo tiempo, la experiencia del pueblo trabajador con estos gobiernos han ido
avanzando al calor de las luchas pero sabiendo movilizarse también contra el
imperialismo, agazapado o al descubierto, que espera una oportunidad para
contraatacar. Este proceso revolucionario tiene una importancia enorme para el
desarrollo de los partidos y dirigentes de los trabajadores y la izquierda
revolucionaria que ha sabido interpretar la etapa. En muchos países se ve un
crecimiento de la misma.
Pero
las luchas no cesan. En Brasil, masivas movilizaciones despertaron al pueblo
contra el aumento del boleto en junio del 2013 y también en medio del mundial
de futbol 2014. El gobierno de Dilma, desgastado, aun pudo sostenerse, pero
esta jaqueado por hechos de corrupción y muy en crisis. El PSOL ha tenido un
crecimiento sostenido a pesar de que Brasil venia más atrás en la lucha de
clases respecto de los otros países del continente pero ya se ven varias luchas
obreras. Después de la muerte de Chávez, la revolución bolivariana está en una
encrucijada en la cual hay huelgas obreras por el lado de la clase trabajadora
que defiende las conquistas obtenidas e intentos desestabilizadores de la
derecha pro-imperialista que quiere dar el zarpazo. Los gobiernos productos de
esas revoluciones que voltearon los regímenes bipartidistas burgueses están en
crisis y son golpeados por huelgas masivas ante el deterioro de las condiciones
de vida de la clase obrera y popular. En Colombia hay un proceso de luchas
campesino y un intento de plan de paz de la guerrilla aconsejada por el
castrismo para encauzarse en los nuevos regímenes que imperan en el
subcontinente así como la adaptación del FMLN en El Salvador. En Guatemala se
alzaron los docentes y los trabajadores de la salud. En Paraguay hubo una
huelga general después de varios años y una enorme marcha campesina a la
capital. En Bolivia los pueblos originarios se alzan contra la construcción de
carreteras, lo mismo que en Ecuador contra las petroleras. En Perú los
estudiantes se movilizan y obtienen un triunfo contra la ley pulpin. En
Argentina, los docentes tienen una cita con la huelga todos los años y sectores
industriales dirigidos por la izquierda son protagonistas de importantes
luchas. El desgaste de los gobiernos y de la burocracia sindical traidora que
los sostienen prevén nuevas oleadas de luchas que irán creciendo al ritmo del
inevitable estallido económico que está por venir. El fracaso de la última
reunión del CELAC en Costa Rica refleja las pugnas interburguesas del bloque
latinoamericano que se debate entre la entrada de China y la nueva política de
EEUU hacia Cuba.
En
Norteamérica la lucha de clases entró con movilizaciones masivas. En México la
lucha por los estudiantes desaparecidos y asesinados de Ayotzinapa y en las
huelgas de docentes, electricistas, obreros de las maquilas a pesar de la
enorme represión de parte de los aparatos estatales y paraestatales. En corazón
del imperialismo yanqui, la crisis dejó una marca indeleble en millones de
hogares y comenzó un movimiento huelguístico sin precedentes cuya vanguardia
son los trabajadores de Wall Mart, los docentes de Chicago y New York, los
obreros de Shell, las enormes movilizaciones contra la violencia racista y
policial. Estas fueron precedidas en los últimos años con varias experiencias
de lucha muy importantes del pueblo norteamericano como la toma del palacio del
congreso en Wisconsin o las movilizaciones del movimiento Occupy 99. Se verán
más huelgas y movilizaciones dentro de los EEUU que serán claves para el futuro
de la revolución mundial.
En
Europa existen muchas y grandes luchas contra los planes de austeridad. El año
2014 terminó con una enorme huelga general en Bélgica, en el corazón político
de la Unión Europea, en Bruselas. Pero las mismas se repiten en Italia,
Francia, España, Croacia, Alemania, Inglaterra, Portugal, Grecia, etc. Es una
enorme oleada que no se ve desde el principio del siglo XX. La Europa estable y
de bienestar es cosa del pasado. Un fantasma vuelve a recorrer el viejo
continente con el ascenso de Syriza al gobierno en Grecia y la posible victoria
de Podemos en España. También allí los de abajo no quieren seguir viviendo en
la pobreza y los de arriba no pueden seguir gobernando como siempre.
En
el gigante asiático hubo 1400 huelgas y conflictos durante el año 2014. En
China la nueva clase obrera surgida por la restauración capitalista tendrá
frente a sí que enfrentarse a la más poderosa burocracia surgida de un estado
obrero. Ese será el momento de ajustar cuentas pendientes. En la India en marzo
2014 hubo una enorme huelga de los trabajadores de la Toyota. Una nota del Wall
Street Journal del 27/03/2014 refleja de este modo los conflictos obreros en
India: “La disputa entre Toyota y sus
trabajadores en la India ha estado gestando durante meses y ofrece una visión
de la relación inestable entre los trabajadores industriales y de gestión en la
India. La mayoría de los conflictos se han resuelto a través de negociaciones,
aunque algunos de ellos se han enconado y se hicieron violentos. De Corea
Hyundai Motor Co., el japonés Honda Motor Co. y de la India Mahindra &
Mahindra Ltd. han sido afectados por los conflictos laborales aquí. Hace dos
años, los trabajadores de una fábrica de Maruti Suzuki India Ltd. prendieron
fuego a una de sus dos plantas, matando a un gerente.”. Los trabajadores
bancarios casi paralizan la India sino fuera porque el gobierno cedió a sus
demandas. Lo mismo pasó con los trabajadores mineros. Los trabajadores de la
Foxconn en India también entraron en huelga, es decir, hay una oleada enorme de
conflictos en otro de los países más importantes de Asia. En
Rusia también se hace sentir la clase obrera y en Ucrania hay una disputa por
el control de ese importante país del mar negro entre Europa y el Kremlin.
En
África, la revolución avanza desde el sur con la poderosa clase obrera
sudafricana que por primera vez está dando enormes pasos políticos
organizativos rompiendo con el Congreso Nacional Africano, histórica dirección
de la clase obrera liderada por Nelson Mandela. En el año 2014 los mineros del
platino realizaron una enorme huelga de 5 meses y otra de dos meses corrió por
cuenta del poderoso sindicato metalúrgico Nunsa. En Burkina Faso la población
tiró abajo una dictadura de varios años. En el norte todavía se sienten los
pasos del movimiento de masas que han derribado a Ben Ali, Mubarak y Ghadafi.
En
Medio Oriente la vanguardia indiscutida es el pueblo kurdo que ha hecho una
revolución inédita levantando un programa enormemente progresivo en donde el rol
de la mujer cumple un rol esencial y existen asambleas de base que deciden la
administración del gobierno junto a milicias de masas que se defienden de los
ataques del ISIS y del régimen sirio que perdió un territorio muy importante al
norte de Siria. El mismo pueblo kurdo se levanta contra el genocida Erdogan,
presidente de Turquía, que presta apoyo al ISIS y en Iraq pone en jaque a sus
hermanos pro imperialistas de Barzani liberando al pueblo Yezidi que ha formado
un autogobierno en esa región iraquena. El pueblo palestino sigue dando
muestras de coraje al resistir la bestial agresión sionista en donde al
interior de Israel también se levantan los trabajadores contra la austeridad
del gobierno. En Yemen sectores de la vieja izquierda yemení y sectores chiitas
tienen en jaque al gobierno en una zona estratégica económica política y
militar. En Australia y Canadá también hay importantes procesos de luchas y
huelgas. Prácticamente no hay región del planeta que no tenga ejemplos de un
gran ascenso obrero y popular que pone a los gobiernos y regímenes al borde de
un ataque de nervios. Son todas luchas que ponen en la picota al sistema
mundial capitalista y abren el camino para el planteo de un mundo socialista.
Todos ellos forman un tremendo frente revolucionario que aun pelean separados y
sin organización común contra el imperialismo y el capitalismo. Como decía
Lenin, pero en todo el mundo, los de arriba no pueden y los de abajo no
quieren.
VII) Nuevas Direcciones encabezan
una rebelión mundial
Como
está antes señalado las viejas direcciones del movimiento obrero mundial han
colapsado con la caída del estalinismo. Esto abrió paso al surgimiento de
nuevos fenómenos y corrientes que, ante la crisis de dirección y el vacío que
esto fue provocando, el movimiento de masas en su lucha fue llenando con lo que
tenía a disposición. Los movimientos revolucionarios y el trotskismo en
particular fueron también golpeados y hubo distintas caracterizaciones y
respuestas ante el fenómeno que significo la perdida de la URSS y el estallido
del estalinismo. Quienes más rápido contestaron fueron la iglesia y los
sectores centristas y reformistas quienes impulsaron los Foros Sociales
Mundiales como válvula de escape ante la globalización capitalista. El
Zapatismo como fenómeno también llenó de expectativas a un sector importante de
vanguardia pero se fue diluyendo con el pasar de los años, aunque su teoría
horizontalista siga teniendo seguidores. El chavismo, como respuesta al impulso
revolucionario de las masas venezolanas que hicieron el caracazo en 1989, se
derramó sobre la vanguardia mundial como emblema de resistencia
antiimperialista. Detrás de él se encolumnaron vastos sectores de vanguardia.
El antiimperialismo tuvo su apogeo en vida del líder bolivariano.
A
medida que la crisis estallaba en distintos países, comenzando por Sudamérica,
se dieron fenómenos asamblearios populares como fue durante la crisis
revolucionaria argentina del 2001. Esto es parte de la revolución política que
hizo caer al estalinismo aunque los razonamientos formales no vean la conexión.
Los Foros trataban de contener y encauzar ese proceso. Más tarde con la última
crisis, estructural del capitalismo, del año 2008/2009, las mismas recetas que
hacen pagar la crisis a quienes no la provocaron, hicieron reverdecer el
proceso asambleario y de movilización permanente, en los movimientos de los
indignados de España (veamos el fenómeno de Podemos en España) y el del Occupy
norteamericano. Los mismo pero en medio de las revoluciones triunfantes que
tiraron a Ben Ali y Mubarak se dio en Túnez y en la Plaza Tahrir en Egipto o
más recientemente en Hong Kong. Hechos como estos se repiten a lo largo del
planeta y sobre todo en el movimiento obrero. El ejemplo de los mineros y
metalúrgicos sudafricanos, en las huelgas chinas, la India, EEUU, Europa,
Sudamérica. Este fenómeno más que explicar la acción de hacer asambleas en sí
misma, explica la crisis de los aparatos burocráticos. A pesar que los
sindicatos siguen siendo los grandes organizadores de las luchas en el movimiento
obrero, hay un repudio a lo que representa la burocracia y más si está ligada a
los viejos aparatos, estalinistas, maoístas, castrista etc.
La
revolución kurda en Rojava (Kurdistan Sirio) expresa también este fenómeno ya
que son asambleas populares las que determinan el funcionamiento y la toma de
decisiones, al estilo de los soviets aunque tal vez organizados de distinta
manera. Con un agregado, la igualdad de género es tan alta que cualquier
organización, exceptuando las organizaciones exclusivas de mujeres, tienen 2
co-presidentes o 2 co-secretarias, en donde hay un hombre y una mujer. Allí, se
ve en medio de la guerra, algo similar a lo que fue el comunismo de guerra o de
ciudad sitiada, como por ejemplo se organizaban en los campamentos de refugiados
palestinos en Jordania o Líbano con una tremenda democracia de base. Es decir,
organizaciones tremendamente combativas y democráticas.
En
otros tipos de luchas, como las ambientales, barriales, seguridad, etc, prima
el modo de organización asambleario. La gente se encuentra en las calles y no
hay aparato que logre imponerle nada. Esto es debido a la crisis general de
dirección, tanto de direcciones contrarrevolucionarias como a la crisis de
dirección revolucionaria, con debidas excepciones en lugares restringidos y
específicos (Rojava) y que tienen aún que pasar por distintas pruebas. Hay una
relación dialéctica entre direcciones y bases. Es la relación entre autoridad y
democracia. Direcciones que hayan dirigido revoluciones triunfantes adquieren
una autoridad tal que son respetadas por el movimiento de masas, eso constituye
un respeto hacia ellas y un peso importante de su organización. Pero eso no las
hace infalibles, la garantía de una movilización permanente es la democracia
organizativa del movimiento de masas que siempre debe contar con una
organización, ya sea una simple asamblea u organizaciones más desarrolladas,
para garantizar el proceso democrático.
En
el último periodo de este proceso han surgido nuevas direcciones en todo el
mundo que están rompiendo con los viejos aparatos y plantean claramente un
programa anticapitalista. Es el caso del Numsa sudafricano que llamo a
construir un partido de los trabajadores con un programa anticapitalista y
socialista, llamando a otras organizaciones del continente a imitarlos. Se ve
el proceso de nuevas direcciones en la clase obrera venezolana, en las
comisiones internas de varios sindicatos en Argentina y Brasil. Más atrás el
proceso comienza en China y en EEUU, atraviesa por India e Irán y llega a
Europa. El surgimiento de Syriza en Grecia o Podemos en España no pueden ser
desligados de este proceso. Hay una rebelión de la base obrera y de los pueblos
que se radicalizan. Las fuerzas represivas y los regímenes cada vez contienen
menos a los pueblos en lucha. Se vio en las movilizaciones norteamericanas
contra la violencia policial. Se han cortado autopistas, dejando kilómetros de
vehículos inmovilizados en Berkerly y otras ciudades. Seguramente hay otros
innumerables ejemplos que no se conocen o divulgan. Si tuviéramos a todos
presentes veríamos con claridad cuan profundo es el proceso y como están de
acorralados los capitalistas en el mundo. La democracia obrera vuelve con
renovado vigor porque es la clase obrera mundial la que está nuevamente
ocupando un puesto de vanguardia a diferencia de otros periodos históricos.
El capitalismo en su expansión post caída del muro de Berlín, trajo como
consecuencia del estallido del estalinismo y su apropiación de mercados
laborales, un incremento enorme de la clase obrera y la reconversión de
sectores campesinos en obreros, que provocó que la clase obrera cumpla un rol
de vanguardia mundial en las luchas. Esto ha catapultado a nuevas
direcciones y organizaciones que aún no tienen un grado de
coordinación ni una organización sindical mundial que les plantee un plan de
lucha y mucho menos una internacional revolucionaria que pueda proponer un
programa socialista que seguramente saldrá del intercambio de experiencias y
luchas que ella misma genere. Lo que está claro es que el proceso de luchas a
nivel mundial es una rebelión nunca vista antes contra la miseria y los planes
capitalistas, contra las direcciones burocráticas y por más democracia de los
de abajo. Esta es la materia prima para poder organizar al proletariado a nivel
mundial y poder resolver la crisis de dirección en su lucha por un mundo
socialista.
VIII) Los
que tienen miedo a perder sus privilegios: las viejas direcciones traidoras
políticas y sindicales
Al finalizar la segunda guerra
mundial hubo una gran traición del estalinismo al movimiento revolucionario
entregando la revolución prácticamente en Francia, Italia y Grecia, ayudó a
reconstruir el capitalismo en esos países y en Europa occidental y en el este
de Europa a pesar suyo tuvo que conducir la expropiación de la burguesía por el
ímpetu mismo del movimiento de masas. Eso lo logró debido al prestigio mundial
de estar al frente de la primera revolución obrera triunfante en la URSS, la
cual usurpó. Su influencia resultó nefasta en África cuando las guerrillas
independizaron Angola, Mozambique y Guinea o en Europa a mediados de la década
del 70, cuando en Portugal frenaron la revolución, lo mismo que en Grecia y
España junto a la socialdemocracia. Hoy ambas fuerzas, poderosas en el siglo
pasado, se desmoronan aceleradamente justamente en esos países. Algo parecido
pasó con el maoísmo en el sudeste asiático. Luego de la extraordinaria victoria
de la guerrilla vietnamita contra los EEUU, la revolución se podía extender a
Laos y Camboya, pero el maoísmo invadía Vietnam y a su vez éste invadía Camboya
con el auspicio del estalinismo. Otras direcciones,
con menos vuelo a nivel mundial, también pactaban o capitulaban al imperialismo
o la iglesia, este fue el caso de Walesa. En Centroamérica la guerrilla
sandinista pactaba en Contadora con el auspicio del castrismo, la OLP lo hacía
con el imperialismo y el sionismo. Algunos no querían hacer revoluciones como
el estalinismo, otros, eran revolucionarios que hicieron la revolución
democrática y antiimperialista en sus países pero no eran direcciones obreras e
internacionalistas que querían llevar la lucha para mejor extender su
revolución y debilitar aún más al imperialismo como un plan continental o
mundial, en algunos casos ni siquiera tenían intenciones de expropiar a la
burguesía de sus propios países, constituyendo un estado no capitalista.
Hoy, esas direcciones no tienen
la influencia de antes, han sido debilitadas producto de la revolución política
que se fue dando por la movilización y las luchas que los de abajo han llevado
adelante en las últimas décadas. Sin embargo aún tienen la fuerza para dirigir
importantes sectores de vanguardia por eso aún son peligrosas para la lucha, la
movilización y la democracia obrera y de base. Todavía tienen mucho que perder.
Salvo la burocracia china que pudo derrotar a su clase trabajadora con la
masacre de Tianamen, el resto de las direcciones burocráticas y pequeño
burguesas hicieron esfuerzos para no desaparecer, con el aporte inestimable de
la iglesia, fueron desarrollando nuevas teorías para desarmar al movimiento de
masas. El horizontalismo, el autonomismo, la no pelea por el poder para derrotar
a la burguesía, fueron algunos de ellas. Aun así el movimiento de masas, por la
ausencia de una alternativa de izquierda fuerte, llevó al poder a nuevas
direcciones y fenómenos políticos progresivos (no todos) que fueron
influenciadas por muchas de aquellas viejas direcciones haciendo que vuelvan a
cumplir un rol después de la confusión que les trajo la caída del muro de
Berlín. Maduro y el chavismo burocratizado es un ejemplo de ello por la
influencia del castrismo. El kirchnerismo, que no se cansa de repetir que está
bien que los empresarios ganen y ganen, es una combinación de sectores
reciclados del peronismo y de la pequeño burguesía argentina que con un doble
discurso logró construir por algunos años una base social. Pero hoy la crisis
los golpea a todos y los debilita aún más. La Socialdemocracia imperialista
europea se está hundiendo y la Iglesia católica tuvo que dar un giro importante
en su política para no momificarse con Benedicto XVI. El Islamismo está al
servicio de las petromonarquias sunnitas o la burguesía teocrática iraní que
pactan con el imperialismo.
En el sindicalismo hay un
resquebrajamiento producto de la crisis y el posicionamiento ante los
gobiernos, ellos también tienen mucho que perder si se impone la base obrera.
La nueva vanguardia mundial y las nuevas direcciones tienen que saber que aun
las viejas direcciones traidoras siguen cumpliendo un rol traidor para defender
sus privilegios. No es una autopista despejada la que hay enfrente. Hay muchos
desafíos que superar y es importante saber con quienes se cuenta.
El fenómeno político que está
surgiendo es el que muchas de estas direcciones viejas traidoras o nuevas
influenciadas, para no seguir perdiendo fuerza se acomodan junto a la
burocracia más grande, a la burocracia de Beijing. Esto hace el putinismo,
pero también lo hace el castrismo, lo hace el kirchnerismo en Argentina, Basher
Al-asaad en Siria y cuanta dirección burocrática o pequeñoburguesa haya por ahí
que no esté entregada a los brazos de Washington, Berlín, Londres o Paris. Es
un reconocimiento del resto de las burocracias a la única que pudo reventar la
revolución política en su país. Esto no significa que por un ataque militar o
económico del imperialismo occidental un gobierno independiente no tenga el
derecho o la necesidad de llegar a acuerdos con China o Rusia para
contrarrestar la agresión. La cuestión es esa, si siguen siendo independientes desarrollando
la movilización y la democracia o se someten al nuevo imperialismo acallando
toda crítica y la democracia necesaria para defender la revolución y sus
conquistas.
La crisis económica va a agudizar
más la pelea interimperialista burguesa al interior de todos los países, esto
va a abrir grietas en las alturas para que pueda colarse la rebelión y las
luchas de los trabajadores. La situación objetiva sigue ofreciendo grandes
oportunidades a los luchadores y a las nuevas direcciones. Hay que seguir el
ejemplo del NUMSA que rompe con el Congreso Nacional Africano y el COSATU y con
el gobierno tripartito que incluye al Partido Comunista Sudafricano que hunde
en la miseria de las recetas capitalistas a los trabajadores y el pueblo
sudafricano. O el ejemplo de la dirección siria del pueblo kurdo que combate
por igual al imperialismo y al ISIS como al régimen de Basher Al-asaad. Hay que
construir direcciones antiimperialistas y anticapitalistas independientes de
todas aquellas direcciones burocráticas, reformistas y pequeño burguesas que
viven del estado en sus países, ahora ya casi todos capitalistas. Ellos tienen
mucho que perder, los trabajadores, los campesinos, los pobres, los hambrientos
y los marginados de todo el mundo nada.
IX) La
tarea del momento: Unir la inmensa masa de luchadores y revolucionarios del
mundo
a) La crisis de la humanidad es la crisis de su dirección revolucionaria
Esta
frase de Trotsky por más vieja que sea está absolutamente vigente. El siglo XX
no pudo resolver este problema debido a que, a nivel mundial y de los
continentes, existían direcciones del movimiento obrero de un peso tal al
frente de países y regiones enteras del planeta que hacían difícil esa tarea.
El estalinismo dirigiendo la URSS y el pacto de Varsovia. El maoísmo teniendo a
China y su área de influencia. El castrismo con un peso propio en América
Latina codirigiendo con el estalinismo y otras direcciones reformistas y
pequeñoburguesas como el sandinismo. La Iglesia misma influenciando en el
tercer mundo a pesar de los sectores reaccionarios en su seno que apoyaron
sangrientas dictaduras militares. En África se dio una situación parecida, y
ante la defección de las direcciones pan arabistas como la de Naser y la OLP,
comenzaron a surgir organizaciones islamistas como direcciones de recambio para
contener al movimiento de masas bajo el paraguas de la revolución iraní o de
las monarquías reaccionarias de la península arábiga. En Europa, el
eurocomunismo y la socialdemocracia de la II internacional tenían un peso
enorme en la clase obrera a la que también dirigían sectores ligados a la
iglesia como la Democracia Cristiana.
Hoy
esa situación se ha despejado bastante. Como después de una tormenta tupida y
llena de nubes negras, el panorama se fue abriendo, dejando todavía negros
nubarrones pero también muchos espacios por donde se filtra el azul del cielo y
en algunos lugares se ve hasta la luz del sol. Si hacia las últimas dos décadas
del siglo XX las direcciones tradicionales, traidoras, reformistas,
socialdemócratas, pequeño burguesas o burguesas nacionalistas ya estaban en una
crisis profunda, hoy están en decadencia total. Esto abre un panorama objetivo
no visto nunca hasta ahora, tan o más superior, por las regiones del planeta
que abarca, a lo que fueron las vísperas de la revolución de Octubre. Sin
embargo, si por la negativa la situación es absolutamente favorable, por la
positiva aún resta resolver la crisis de dirección revolucionaria ya que no hay
todavía una dirección tal que se alce por encima de su país o región para
adquirir un peso internacional de masas. De todos modos están dadas las
condiciones para resolverlo, no verlo así es caer en un pesimismo
liquidacionista.
El
siglo XXI nos encuentra ante este gran desafío, el mayor que tiene la humanidad
para liberarse y avanzar en comunión con la naturaleza y la vida misma, para
seguir avanzando y progresando sin explotadores y ni explotados, sin opresores
ni oprimidos, en donde “los odios que
envenenan al mundo” desaparezcan. No será una tarea fácil, solo la
movilización permanente es la condición necesaria pero no suficiente para su
resolución pero “entonces lo
indispensable es luchar, luchar con rabia para ver si triunfamos, eso es
indispensable, porque podemos triunfar. No hay ningún Dios que haya fijado que
no podemos hacerlo.”
b) La lucha de la clase obrera mundial, los sectores oprimidos y la defensa de la naturaleza es una sola
b) La lucha de la clase obrera mundial, los sectores oprimidos y la defensa de la naturaleza es una sola
Esta
tarea no puede ser comprendida sin señalar que la clase obrera y los sectores
oprimidos que luchan en el mundo sumados a la inmensa vanguardia que defiende
la naturaleza de la destrucción capitalista es una sola.
La
humanidad no se va a liberar si no analiza o no llega a la conciencia universal
e histórica que la lucha supera cualquier mezquindad regional o de país. Que la
lucha que llevan adelante sus hermanos de clase en otros países es la misma que
la que llevan en el suyo propio. Esto es extensivo a otras luchas contra la
opresión sea de tipo nacional o de género. Lo mismo para la lucha en defensa
del medio ambiente. La lucha contra el fracking o la explotación minera a cielo
abierto no son fenómenos provinciales o nacionales, sino internacionales.
El
imperialismo mismo, el viejo norteamericano/europeo o el naciente imperialismo
chino, lo comprenden así también. Los explotadores y burócratas mundiales
tienen conciencia de ello. Es imprescindible que los luchadores
anticapitalistas y antiimperialistas vuelvan a tener conciencia de ello también.
Esta falta de conciencia de la clase obrera y los luchadores es una de las más
nefastas traiciones que nos deja el estalinismo al liquidar medio siglo de
experiencia de lucha política y organizativa de la clase obrera mundial al
liquidar a la III Internacional.
Ahora
las nuevas circunstancias sociales, histórico, políticas del sistema mundial
capitalista nos obliga a tener la tarea
de recuperar esa conciencia no solo para la clase obrera sino también para
otros sectores oprimidos y populares que luchan contra la opresión capitalista
o en defensa del medio ambiente. Es imprescindible lograr la unidad
internacional de estas luchas bajo la conducción de la única clase que puede
guiar la lucha hasta el final, la clase obrera. Esto no es un capricho, la
clase obrera mundial es el único sector social homogéneo que no tiene nada que
perder en esa lucha y la única que puede llevarnos a un sistema social,
político y económico asumiendo la dirección de los medios de producción. Es la
única que puede romper con las relaciones de producción capitalista y llevarnos
a una sociedad sin clases sociales. La clase obrera tiene que tener a los
pequeños productores o la clase media de aliados en su lucha contra la
explotación. Del mismo modo tienen que ser sus aliados y parte de su programa,
la lucha por la liberación de la mujer y la defensa del medio ambiente. Pero
fundamentalmente llevar todo al plano internacional de lucha sin lo cual será
efímero cualquier triunfo local o regional.
c) El eje de construir una dirección revolucionaria mundial
c) El eje de construir una dirección revolucionaria mundial
Para
llevar al plano internacional todas las luchas arriba enumeradas, cohesionar a
la clase obrera mundial y también, bajo una campaña internacional, llevar
adelante las luchas contra la opresión o en defensa del medio ambiente, se
necesita ir construyendo una dirección internacional y una organización
internacional que recupere lo mejor de la tradición histórica del movimiento
obrero traicionada por el estalinismo.
Este
es “EL” legado, el EJE más importante dejado por León Trotsky y la teoría de la
revolución permanente. Las tesis escritas por él contenían muchos desaciertos y
pronósticos que no se cumplieron, sin embargo, fue el único que dio en la tecla
del problema fundamental. Este pilar es fundamental sino no se comprende nada
de lo que hay que hacer. Tampoco esta tarea hay que verla desde una visión
nacional. ¿En qué sentido? En el sentido de bueno, tenemos que hacerlo y
salgamos a resolverlo con la experiencia adquirida en la lucha de clases de un
país. La construcción de la dirección internacional tiene que ser una tarea
colectiva en donde se condensen y sinteticen las experiencias de toda la clase
obrera mundial y de todos los revolucionarios del mundo. Nunca una experiencia
nacional por más importante que sea puede ser superior a la experiencia del
conjunto, internacional. Lo mismo se puede decir de la dirección, jamás se va a
resolver desde la visión de una dirección nacional, nunca una dirección
nacional va a superar a la formación de un colectivo internacional por más
raquítico que este fuese o por más brillante que fuese esa dirección nacional.
Esa dirección nacional nunca se va a enriquecer tanto si no es parte de una
dirección internacional.
Hoy
cuando los nubarrones de las direcciones traidoras son más débiles y con menos
peso en el plano mundial, cuando la clase obrera está más presente en las
luchas, cuando a ésta se suman con más fuerza la luchas de los sectores
oprimidos, en primer lugar las luchas de la mujer por la igualdad de género,
cuando hay más sectores que comprenden que el capitalismo está destruyendo la
naturaleza y luchan contra sus planes, hoy más que nunca es absolutamente
imprescindible construir la dirección internacional y su organización, una
internacional socialista revolucionaria con influencia de masas. En momentos en
donde el imperialismo yanqui más débil está en su historia, donde el
imperialismo europeo da lástima y donde el imperialismo chino recién comienza a
lograr posiciones importantes pero no ha impuesto aún su hegemonía, y donde
ganar a la clase obrera de estos países es clave, para ellos es imprescindible
construir la internacional. Para esto no hay que esperar un año, un mes o una
semana, hay que empezar ya mismo a construirla, no hay que demorarse un segundo
más.
X) El
Socialismo Mundial: Un programa vigente y actualizado para la movilización
permanente para acabar con el sistema capitalista.
Este
no pretende ser un programa acabado ni mucho menos cerrado, tampoco una línea
nacional ya que cada país debe tener una respuesta específica a la situación
particular. Pretende solamente ser un vínculo o puntos mínimos alrededor del
cual articular un plan de acción para reagrupar a los luchadores y los
revolucionarios del mundo en lucha contra el sistema mundial capitalista. “Son tus huellas el camino” decía un
poeta, por lo tanto más que indicar el camino, solo pretende ser la ropa, los
zapatos y el equipaje que tenemos para llevar en nuestro caminar sabiendo que
nuestro horizonte es la liberación de la humanidad de este sistema.
1) Contra
los planes de austeridad capitalista, contra el pago de la deuda para que la
crisis la paguen los banqueros y capitalistas y no el pueblo. Después de la crisis del 2008
los capitalistas de todos los países del mundo el único plan que tienen es
hacerle pagar al movimiento de masas trabajadoras los platos rotos que ellos
han provocado. En lugar de resolver los problemas ocasionados al pueblo, lo
único que han hecho los gobiernos, empezando por el imperialismo yanqui, es
salvar a los bancos comprándoles toda su deuda, provocando que el trabajador o
desocupado que no pueda pagar sus hipotecas sea desalojado sin más. La
desocupación llegó a niveles catastróficos en Europa, haciendo que muchos
sectores entren en la pobreza más extrema. El hambre es crónica en África y los
salarios de hambre se pagan en todos los continentes. Que por ley no se despida
a ningún trabajador, sino se expropia la fuente de trabajo para mantener la
plena ocupación, escala móvil de horas de trabajo y escala móvil de salarios
ajustados al costo de vida. Destinar parte del PBI mundial a las necesidades
más acuciantes para acabar con el hambre y la miseria en el mundo. Altos impuestos
a los banqueros y acabar con la especulación financiera ¡Hay que hacerle pagar
la crisis a quienes la provocaron!
2) Apoyo
a todas las luchas obreras y populares.
En todos los países hay infinidad de luchas obreras, campesinas, de sectores
populares empobrecidos, de los inmigrantes, de las nacionalidades oprimidas, de
la mujer, etc. Todas esas luchas tienen que ser apoyadas para que triunfen,
para que a su vez de impulso a la movilización y para incorporarlas como parte
de un programa de lucha, apoyándolas pero siendo al mismo tiempo independientes
de su coyuntural dirección. En el camino de la lucha por el gobierno la clase
trabajadora no estará sola sino que debe saber incorporar todas esas
reivindicaciones y ser capaz de luchar por el gobierno, dejando de lado el
sectarismo testimonial, y ser capaz de llegar al poder con otros aliados que
rompan con el imperialismo capitalista.
3) Por
la solidaridad internacionalista de la clase obrera y los pueblos en lucha
contra el imperialismo, la opresión y el capital. Nuestra lucha es la lucha por
construir una sociedad socialista. Ésta solo puede ser mundial o no será. La
derrota final del sistema capitalista imperialista se podrá llevar adelante con
la más firme solidaridad internacionalista con la lucha de los pueblos que
enfrentan al imperialismo, las transnacionales o sus gobiernos capitalistas.
Esto se debe traducir en campañas concretas, internacionales. En este momento
algunos de esas campañas pueden ser apoyar al pueblo griego que llevó al
gobierno a la coalición de izquierda radical Syriza en su pelea contra la
troika y sus planes de austeridad y pago de la deuda y también solidarizarse
con todas las luchas obreras del viejo continente contra la austeridad. Apoyar
al pueblo kurdo y su revolución contra el régimen de Basher Al-Asaad y el
régimen Turco de Erdogan. Apoyar la lucha del pueblo palestino contra el
ocupante sionista. Apoyar a los estudiantes y el pueblo Mexicano por verdad y
justicia para los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Llevar adelante
una campaña internacional contra el fracking, contra Monsanto y la explotación
minera a cielo abierto. Una campaña internacional contra la violencia racista y
policial en los EEUU, etc., etc.
4) Por
la más absoluta igualdad de género contra la sociedad patriarcal machista
capitalista. No
es posible la liberación de la humanidad del sistema capitalista sin la
liberación de la mujer y la lucha por la igualdad de género. En este sentido
hay que reconocer en la revolución kurda a la vanguardia absoluta en este
terreno. En todos los estamentos de la vida política y social del Rojava, todas
las organizaciones (excepto aquellas integradas solo por mujeres como
movimientos de la mujer o la unidad de defensa de la mujer YPJ) tienen dos
máximos dirigentes, una mujer y un hombre. Lo que señala la investigadora
kurda, Dilar Dirik, me exime de otros comentarios “Las leyes tienen como objetivo eliminar la discriminación de género.
Por ejemplo, los hombres que ejercen violencia contra las mujeres no pueden ser
parte de la administración. Uno de los primeros actos del gobierno fue la
criminalización de los matrimonios forzosos, la violencia doméstica, los
asesinatos por honor, la poligamia, el matrimonio infantil y el “precio de la
novia”. No sorprende que muchas mujeres árabes, turcas, armenias y asirias se
unan a las filas armadas y a las administraciones en Rojava. El objetivo es
asegurarse de que la sociedad internalice el hecho de que la liberación de las
mujeres es un principio básico para la liberación y la democracia en lugar de
ser sólo responsabilidad de las mujeres. La revolución debe cambiar la
mentalidad patriarcal de la sociedad. De lo contrario, la historia se repetirá
y las mujeres, que han participado activamente en la revolución, lo perderán
todo una vez se logre la “liberación”. Esto es lo que les ha pasado a muchas
mujeres en otros lugares del mundo. Por esto, el concepto de revolución debe
incluir activamente al 50 por ciento de la población si pretende conseguir una
libertad verdadera.”
5) Contra
los planes extractivistas y destructores de la naturaleza y el medio ambiente.
Por una planificación eco-socialista que defienda la naturaleza. El sistema capitalista ha
tenido un “enorme” desarrollo de la técnica, “enorme” ante los ojos
posibilistas que piensan que no frena el desarrollo de las fuerzas productivas.
Sin embargo la ciencia y la técnica podrían avanzar mucho más sin el criterio
sacrosanto de avanzar solo con el fin de obtener ganancias. Por eso los
“avances” de la ciencia y la técnica capitalista son absolutamente limitados y
no al servicio de quien crea la riqueza y es la principal fuerza productiva,
que es el ser humano, en última instancia, creador de esa ciencia y técnica
limitada por el capital. Por eso consideramos que en realidad el capitalismo
está destruyendo a su principal fuerza productiva que es el ser humano. El
capitalismo es al revés que un avance, crea enfermedades para vender el
remedio. Pero ahora, el capitalismo también utiliza la ciencia y desarrolla
nuevas técnicas que está destruyendo la naturaleza y el medio ambiente en donde
vivimos. Está poniendo en riesgo la vida misma sobre la tierra. Por eso es
fundamental incorporar a un programa de lucha las reivindicaciones de la lucha
medio ambiental, contra el Fracking, el uso de agrotóxicos y alimentos
modificados genéticamente, la minería contaminante que envenenan tierra, mar,
ríos y el aire e incorporar el uso de las energías renovables reduciendo la
creación de monóxido y bióxido de carbono que producen la suba de la
temperatura de la tierra descongelando las capas heladas de los polos y los
glaciares.
6) Por
la más amplia democracia.
Contra la burocracia, asamblea periódicas que discutan y resuelvan todo. Por
direcciones elegidas democráticamente con mandatos rotativos y revocables. Que
los dirigentes electos en la función pública ganen lo mismo que un obrero
calificado y utilicen los hospitales y escuelas públicas. Por las más amplias libertades de expresión,
prensa y acceso a medios audiovisuales. Por la libertad cultural y religiosa.
Por la convivencia pacífica entre las distintas nacionalidades y culturas, en
contra del sometimiento de una religión sobre otras o de una nacionalidad sobre
otras. Combatimos a las bandas fascistas como el ISIS u otras expresiones
neonazis. Por la libre sindicalización y organización política de la base de
las fuerzas armadas y la prohibición de reprimir luchas obreras o populares.
Contra la injerencia del estado en las organizaciones sindicales. Luchamos
contra todo régimen totalitario que impida la libre expresión de diferencias y
opiniones en las organizaciones políticas, sociales o sindicales del movimiento
de masas.
7) Por
la construcción de la más amplia unidad
de la Izquierda política y social
para llevar al gobierno los planes anti austeridad y para resolver las
necesidades más acuciantes del movimiento obrero y de masas. El gobierno de Syriza
en Grecia, de Podemos en España, el HDP en Turquía o la construcción del PSOL
en Brasil, son ejemplos de que es posible brindar una opción de izquierda
antisistema y radical, que lejos del sectarismo testimonial, se plantee el
problema del poder. Estas experiencias son muy importantes para aprender,
corregir y elaborar. Llamamos a construir una nueva izquierda que abandone las
posiciones defensivas de la época de supremacía estalinista en donde había que
preservar el legado del marxismo y el leninismo y pase a la ofensiva sabiendo
actualizar el programa de transición y de respuestas a la crisis sistémica y
estructural del sistema capitalista imperialista.
8) Ninguna
tregua a los gobiernos y partidos de la burguesía, por gobiernos de los
trabajadores y el pueblo.
Los gobiernos que defienden al capitalismo y administran el estado a favor de
las corporaciones, bancos, el capital financiero e industrial y están en crisis
y son embestidos por la lucha del movimiento de masas. No hay que depositar un
gramo de confianza en sus engaños. Tampoco hay que confiar en las corrientes
sindicales burocráticas conciliadoras o las direcciones pequeños burguesas que
pactan con la burguesía. Solo rompiendo con ésta e impulsando un programa de
ruptura con los planes capitalistas pueden ser aliados tácticos de las
organizaciones obreras y sus partidos. Llamamos a que la clase obrera y el
pueblo confíe en sus propias fuerzas y a tome en sus manos el gobierno
socialización los medios de producción y de cambio.
9) Por
la unidad y la construcción de una dirección y organización internacional
alrededor de los puntos de este programa. Se propone este programa a todas las
organizaciones de izquierda y progresistas del mundo. Es un compendio mínimo
que los revolucionarios del mundo debemos llevar a las masas obreras,
populares, explotados y oprimidos del planeta. Creo que más allá de las
distintas tradiciones, experiencias históricas, desarrollos políticos, es
imperativo construir esta dirección internacional porque ninguna organización
nacional por más brillante que fuese puede resolver los problemas de un país y
menos aún acabar con el sistema mundial capitalista. Esta unidad no es una
unidad cualquiera sino que se basa en un claro programa revolucionario que es perfectible. En ese camino se probaran
muchas direcciones, habrá triunfos y fracasos pero es la única manera de
construirlo. Ninguna corriente debería tener miedo de ser minoría en esa
internacional, al contrario sería parte de una internacional de centenares de
miles o millones de trabajadores, mujeres y otros sectores explotados u
oprimidos. Ésta es la única manera de comenzar a resolver el problema de los
problemas de la humanidad, la crisis de su dirección revolucionaria.
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