Un nuevo tablero energético mundial: Fracking

Economía Mundial (Parte III)

“We need to remember that countries on which we used to depend [for imported crude] still matter. We should assist them in continuing to help their economies grow, but in ways that strengthen the whole global economy. We’re all in this together, so we should be modest about the largesse we gain from this tremendous opportunity.” Senador John Warner.

Estas palabras fueron expresadas en la presentación del documento “Energy Rush: Shale Production and U.S. National Security [Febrero 2014] elaborado por el “Task Force” de Energía no Convencional y la Seguridad Nacional de los EEUU dirigido por Elizabeth Rosenberg como parte del “Center for a New American Security” (CNAS).

Un nuevo escenario energético.

Según todos los estudios de la  IEA (International Energy Agency) y la EIA (USA Energy Information Administration) cuyos datos también refleja ese documento, el boom energético no convencional en los EEUU podría cambiar las actuales relaciones estratégicas internacionales del imperialismo en el mundo.

En los últimos 5 años la producción de petróleo en los EEUU creció un 50% y la de gas un 22%[1]. En el caso del petróleo se estima que en el 2015 EEUU superará como primer productor mundial a Arabia Saudita. Las reservas probadas de gas y petróleo, extraíbles con el fracking, también crecieron en los EEUU y a nivel mundial.

Por primera vez en 60 años EEUU es un exportador neto de productos de petróleo refinados.
 
El documento del CNAS aporta las principales discusiones que se hacen en el corazón del imperio acerca de cuáles son las políticas a llevar a cabo a nivel mundial.  Como resultado de estas tendencias (…) un nuevo y dinámico mapa de los socios comerciales y de [nuevas] rutas de suministro energético está apareciendo”. “Rusia está buscando fuertes lazos estratégicos con las crecientes economías consumidoras de Asia, mientras los líderes de Asia y Medio Oriente están sentando las bases diplomáticas para un futuro más interconectado”.
 
Y advierte que el autoabastecimiento [de los EEUU] no es una panacea y las ventajas que esto supone están por encima de cualquier cosa y de las necesidades de la población mundial: “Como Estados Unidos importa menos energía, algunos líderes políticos esperan que este empuje hacia el autoabastecimiento aislará al país de la inestabilidad en el mercado global energético. Tales esperanzas son infundadas. Acumular energía en el hogar, dejando de lado relaciones bilaterales con los principales actores de la energía mundial y perdiendo las oportunidades económicas para exportar energía dejaría los Estados Unidos menos seguro”. Sigue el documento que analiza la economía mundial como un todo y esto es un mérito que hay que señalar “Sin embargo, Estados Unidos sigue siendo vulnerable a las fluctuaciones en el mercado energético mundial. Estados Unidos está importando menos petróleo por los nuevos suministros internos. Sin embargo, debido a que los precios del petróleo se establecen de manera efectiva a nivel mundial todos los consumidores y las economías están profundamente interconectadas, los consumidores de EEUU seguirán viviendo con los precios mundiales del petróleo - y la gasolina – en el próximo futuro. Aunque el comercio bilateral de energía con algunos países puede estar en declive, Estados Unidos sigue inextricablemente vinculado al sistema de comercio mundial de petróleo y sus fluctuaciones de precios.”


Y para dejar en claro que no dejan de ser imperialistas señala “Específicamente, las autoridades podrían aprovechar las condiciones del mercado del boom energético para imponer sanciones de energía sobre objetivos específicos y liberar reservas estratégicas de petróleo para beneficiar a aliados claves o manejar los mercados durante una crisis.”.
 
La IEA estima que la demanda global de energía crecerá un 43% entre 2011 y 2035 y que China e India representaran el 33% y 16% de ese crecimiento por lo cual el patrón de demanda se inclinará hacia el este –o hacia el oeste si se mira desde el océano pacifico-.
 
 
Por este motivo en una parte del documento se recomienda “rebalance to Asia”. Entre varias medidas, se sugiere una fuerte inversión y facilidades para el sector “mutuo” energético y para las exportaciones desde EEUU hacia el este de Asia y, por lo tanto, acordar la seguridad marítima con China con una cooperación militar para asegurar los cursos de agua.
Este cambio de roles, de importador a exportador neto, ha hecho que haya disminuido sustancialmente el flujo de petróleo desde Nigeria, Angola, Libia y Argelia hacia los EEUU – estos países exportaban el 24% de su crudo a EEUU en 2008 y hoy lo es en un 9%-.  De todos modos China tendrá diversificados sus proveedores que incluyen también a África (y esos países) y Medio Oriente.


Sobre la OPEC el documento queda abierto, diciendo que será un verdadero test para el “cartel”. Si no hay interrupciones en la producción y comercialización para mantener el precio del barril en 100 dólares o más, los precios podrían bajar en el próximo periodo. Debido a este boom energético no convencional algunos inversores están repensando algunos proyectos [convencionales] que se han vuelto más costosos como los que se están desarrollando en Brasil, el mar del norte o Medio Oriente. Todo esto comporta también que se hayan hecho menos “competitivos” otras fuentes de energía alternativa y renovable como la energía solar u otras. Incluso algunos congresistas de los EEUU están proponiendo promover el shale gas y quitar incentivos para algunas tecnologías energéticas renovables. Es decir, el capital impone sus condiciones. Sobre todo cuando la exportación del gas líquido shale se hace comercialmente beneficioso cuando “los precios del gas en Europa son tres veces superiores a los precios de EE.UU. y los precios asiáticos cinco veces mayor, un costo de alrededor de US $ 6 por millón de pies cúbicos para licuar y transportar gas natural líquido es comercialmente atractivo” señala el documento del CNAS que no por nada tiende una mano a una Europa dependiente del gas ruso.

El documento toca otros varios tópicos de consideración como los logísticos (puertos, reconversión de depósitos, transporte), institucionales como leyes y acuerdos de libre comercio, seguridad militar (considerando tener menos fuerzas terrestres y más marítimas por el transporte), políticas de estabilidad para los petro-estados aliados y cómo utilizar el boom contra estados petroleros adversarios “para exacerbar sus problemas económicos y la disidencia popular”. Incluso ni sus vecinos se salvan ya que Canadá y México están considerando la instalación de nuevas terminales de exportación y eso podría ser a costa del potencial económico de los EEUU.

¿Habrá una expansión del Fracking en el mundo?

En la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación la Presidenta argentina Cristina Kirchner señaló que la Argentina es la cuarta reserva mundial de Petróleo Shale en el mundo detrás de Rusia, EEUU y China  – y según datos de la EIA sería la segunda de gas shale-. No por nada allí el gobierno argentino está haciendo buena letra con las petroleras condenando sin pruebas por asesinato a varios trabajadores petroleros que se levantaron en una pueblada en el año 2006.

La pregunta del título no está referida tanto a los rasgos geológicos que hacen del petróleo y gas shale presente y abundante en varias regiones del mundo sino a los problemas políticos, económicos, sociales, ambientales y hasta militares que podrían obstaculizar su producción.

La oposición ambiental y de la comunidad han demostrado ser obstáculos formidables para la exploración de recursos del esquisto (shale) en gran parte de Europa, la mayor parte sobre todo en Francia y Alemania. Incluso en partes de Europa como Polonia, Lituania y Ucrania  que están más favorablemente dispuestos a la perforación no convencional y tienen la intención de reducir su dependencia del caro gas ruso, varios factores geológicos, fiscales, burocráticos y normativos dificultan los planes de producción.” dice el CNAS.

De todos modos el peor peligro para analistas norteamericanos no son las consecuencias ambientales de las que hablaremos más adelante sino el peligro político-social que conllevaría una caída abrupta de los precios del petróleo. Esto podría ser bienvenido para países como Venezuela o Irán pero llevará también inestabilidad para países aliados como Arabia Saudita y otros sumergidos en medio de la primavera árabe. En ese sentido anticipan un futuro “volátil” sobre todo para el mercado del petróleo. ¿Cuál será el rol de Israel en este nuevo panorama? El documento ni siquiera lo nombra una vez.


La salud de la economía mundial aún está debilitada, las nuevas tecnologías para la perforación de los pozos de petróleo y gas pueden traer un alivio en relación al suministro de energía para la economía pero no resuelven las contradicciones del sistema capitalista. El modo de producción sigue siendo irracional y el capital financiero seguirá al acecho para producir otra crisis. Al mismo tiempo la lucha de clases crece en la medida que la misma economía requiere de países “más estables” que no pueden derrotar la lucha de los trabajadores y los pueblos que se rebelan. Es decir, ellos desearían tener dictaduras férreas en todos lados para su estabilidad económica pero no pueden. En un sentido, por la etapa de debilidad en la que están sumergidos, utilizan el caballito democrático para demonizar gobiernos independientes como el venezolano. Por este motivo es el momento para dar más protagonismo a la clase trabajadora y sus organizaciones a través de su participación democrática. Esto es crucial también en la lucha medioambiental porque el fracking es tan irracional como el modo de producción capitalista.

 Las primeras consecuencias ambientales del Fracking en los EEUU

No es propósito de este artículo señalar que es el fracking y cuáles son las técnicas de perforación y extracción de petróleo y gas. Existe mucha información acerca de eso.  Si señalaremos cuales son los resultados ambientales hasta el momento en los EEUU. Hay mucho en juego, por un lado las ganancias de las corporaciones energéticas y también de la industria y la logística que se moverá alrededor de esto y por el otro la salvaguarda del medio ambiente. Será una verdadera guerra en la cual la mentira y la verdad serán las principales protagonistas.

Para tener una idea del negocio que representa veamos este mapa interactivo del crecimiento de los permisos de perforación en el estado de Pennsylvania.



Las preocupaciones ambientales incluyen la contaminación de aguas subterráneas, de la calidad del aire, la posible migración de gases y sustancias químicas de fracturamiento hidráulico a la superficie, la muerte de animales, explosiones y accidentes industriales, el mal manejo de los residuos, y los efectos en la salud de los mismos, como el cáncer. El sitio earthjustice señala estos “fraccidentes” en su sitio.



A diferencia de la minería a cielo abierto que destruye literalmente montañas y contamina los cursos de agua, el fracking realiza esto en el subsuelo a través de las perforaciones horizontales. Si la producción de petróleo y gas se realiza en todas las regiones del mundo donde haya grandes reservas de los mismos, el subsuelo puede convertirse en una gran fuente de contaminación hacia las capas superiores llegando a los acuíferos más importantes, sin hablar de las posibilidades crecientes de sismos en áreas con fallas geológicas preexistentes como las de los cordones montañosos. No pasaran muchos años para ver las consecuencias del fracking y dilucidar esta discusión. El mundo necesita de otro modo de producción, de una producción distinta, social, no capitalista, donde el criterio de la ganancia sea reemplazado por el criterio de preservar la vida sobre la tierra.





[1] Source: U.S. Energy Information Administration, Short-Term Energy Outlook (January 2014) and U.S. Crude Oil and Natural Gas Proved Reserves, 2011 (August 2013).

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