Cumbre Climática en Copenhague
Un sistema destructivo

Este año que se va ha dejado muchas experiencias de luchas en el mundo. Una de ellas es la lucha por la defensa del planeta, único lugar donde podemos vivir hasta tanto no se avance tecnológica y socialmente. En esta lucha se han expresado centenares de miles en la cumbre climática de las Naciones Unidas en Copenhague. Mientras los jefes de estado de las naciones imperialistas y más poderosas se “lamentaban” de no llegar a un acuerdo, en la calle miles exclamaban consignas como “Cambiemos el Sistema, no el Clima”, “Si el clima fuera un banco ya hubiera recibido centenares de millones de dólares en ayuda” como bien denunciara el presidente Chávez dentro del Bella Centre. Millones en el mundo están tomando consciencia de que el responsable del efecto invernadero y la destrucción del planeta es el Sistema Capitalista.

El Sistema Capitalista en decadencia tiene una lógica de hierro: la ganancia a cualquier precio. Por este motivo sus principales preocupaciones son cerrar fábricas y/o transferirlas a países donde se obtiene mayor plusvalía. Eliminar turnos completos de trabajadores. Recortar las inversiones en la investigación. Salir a cazar empresas en problemas para comprarlas o fusionarlas, concentrar la actividad en los grandes centros productivos y en el riñón de los centros financieros, etc. El capitalista busca su “negocio” enceguecido por su sed de ganancias.

Las soluciones propuestas al proceso de calentamiento del planeta son conocidas: eliminar las fuentes de dióxido y monóxido de carbono que son los principales gases que hacen que mucha de la energía de los rayos solares quede atrapada en la atmósfera. Esto lleva a una simple deducción: cambiar el modo de producción basada en energía de carbono como los combustibles fósiles. Muchos creen que al propio sistema le conviene tarde o temprano llegar a esta solución. Es decir, que es probable el utópico desenlace que el sistema capitalista continúe desarrollándose en un todo armonioso con la naturaleza y el planeta.

Un concepto que descubrió Hegel es que el todo es una totalidad de relaciones. Es importante entender que el sistema capitalista no es solo un modo de producción. Esa es una parte. El sistema capitalista es también la posesión privada de los medios de producción, de distribución, de comercialización, de financiamiento y de cambio. Es también un sistema con un mecanismo de relaciones de producción entre distintas clases y sectores de clase. Que está compuesto por fuerzas productivas (las principales de ellas el hombre y la explotación de la naturaleza) y que en el siglo XX nos acostumbró a una destrucción masiva de las mismas poniendo en claro que el sistema está dispuesto a todo para sobrevivir. Esto además se refleja en estructuras sociales y superestructuras políticas que mantienen el sistema en Estados Capitalistas con regímenes políticos que reflejan la relación de fuerzas entre las clases y gobiernos capitalistas que llevan adelantes una política capitalista. Y todo esto en una desigualdad planetaria pues no es lo mismo la situación de todos los países. En algunos se obtuvieron conquistas extraordinarias como Cuba y en otros las masas trabajadoras y campesinas avanzaron mucho ganándole terreno al capitalismo como en Bolivia o Venezuela. Y lo por último pero no menos importante es que es un sistema mundial.

El fantasmagórico acuerdo alcanzado entre EEUU, China, India, Brasil y Sudáfrica es una condena para los países más pobres del mundo que en general, gobernados por capitalistas, pensaban sacar algún beneficio de la cumbre. También, el acuerdo es una constatación del desorden mundial en el cual vivimos. Lo nuevo es que ahora las empresas pagarán por la emisión desmedidas de monóxido de carbono, es decir, sigue siendo todo un negocio. El capitalismo no entiende razones y nos van a tener a todos con el agua hasta el cuello para ver como se sacan ventajas el uno al otro.

A los trabajadores nos queda una gran responsabilidad para dejar de ser una clase en sí misma y poder acaudillar las luchas de todos los sectores populares. A los luchadores y revolucionarios nos queda una gran responsabilidad en construir la herramienta política mundial y nacional para acabar con el “todo” capitalista. Espero que en año 2010 que se inicia sea un año de luchas triunfantes de la clase obrera internacional contra el sistema capitalista, en el camino de construir una alternativa socialista, revolucionaria y de masas para acabar con este sistema.

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