De la Sarten al Fuego
Muchos economistas y analistas burgueses sostienen que la recesión terminó en los EEUU debido a algunos indicadores económicos. Es como si alguien se enferma por una infección y tiene fiebre. Le pueden dar algo para que la fiebre baje pero si no toma los antibióticos adecuados la enfermedad sigue su curso y la fiebre vuelve tarde o temprano. Los capitalistas no se pueden curar a sí mismos. Y este sistema no se cura con antibióticos, hay que extirparlo de la sociedad.
Desde 1983 que la desocupación en los EEUU no superaba su propio record. Según las estadísticas de propio departamento de trabajo yanqui la desocupación en los EEUU llegó en Octubre al 10,2%. La suba desde que comenzó la crisis es muy importante ya que la desocupación estaba en un 4,9% en diciembre de 2007. Pero estos datos no reflejan el fenómeno ya que hubo un aumento del empleo parcial o part time y hay muchas personas que no se inscriben en la lista de empleos que es de donde contabiliza el departamento del trabajo. Según el profesor de economía de la universidad de Maryland, Peter Morici, la tasa real de la desocupación alcanzaría el 18%.
En las distintas crisis económicas que hubo en los años 80 y 90 hubo aumentos del desempleo pero el empleo se recuperaba junto a otros factores, sobre todo con un aumento de la tasa de ganancia capitalista. Esta vez no alcanza. La crisis es mucho más profunda pues está en el mismo corazón del imperialismo yanqui que tuvo un déficit presupuestario récord de 1,4 billones de dólares el año pasado.
Un gran marxista norteamericano, George Novack, en su trabajo “La ley del desarrollo desigual y combinado” señalaba que “La historia le hace todo tipo de travesuras a todas las formas rígidas y las rutinas fijas. Surgen todos los géneros de desarrollos paradójicos que confunden y dejan perplejas las mentes limitadas y formalizadas”.
Es fundamental entender que el conjunto de la economía internacional, el sistema capitalista mundial, está atado a la salud de la principal e irremplazable potencia económica (que también es la principal potencia militar) que es los EEUU. No hay posibilidades de recuperación si no se recupera el imperialismo yanqui. Por eso podemos afirmar que lo peor de la crisis no pasó. Y esto está profundamente ligado, en este momento histórico a si pueden infligir una derrota histórica a la propia clase obrera norteamericana. Esto a su vez se combina con la resistencia de la clase obrera, campesina pobre y popular contra el imperialismo en el resto del mundo. Así fue creciendo en su seno la crisis al no poder resolver sus planes en Irak, Afganistán, Venezuela y América Latina en general. A su vez, todas las economías emergentes como los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) dependen de su recuperación. El mismo crecimiento que vienen experimentando estos países en los últimos tiempos está limitado por la crisis sistémica general. No hablemos de Europa donde la crisis está montada sobre una desocupación galopante. Parece que el supuesto fin de la recesión fue otra travesura de la historia.
No podemos descartar que al final solo veamos más barbarie de la que ya estamos viviendo y un planeta devastado económica y ecológicamente. Lo que seguro va a haber es una resistencia aun mayor de los trabajadores y los sectores populares del mundo por no seguir perdiendo sus condiciones de vida. Seguramente esto llevará a más estallidos sociales y revoluciones. Y esto es lo importante que incorpora la nueva etapa en que vivimos, puede ocurrir en el propio corazón del capitalismo mundial, en los EEUU.
No hay otra salida que hacer girar la rueda de la historia una revolución completa para que erradique este sistema que nos lleva al desastre. Esa revolución es la Revolución Socialista Nacional e Internacional. Un sistema donde se priorice resolver las necesidades más acuciantes de la humanidad y del planeta. Para salvarnos del desastre al que nos lleva el Capitalismo. Ese sistema es el Socialismo. Por eso estamos dispuestos a la mayor unidad internacionalista de los luchadores del mundo. Para construir una nueva dirección revolucionaria a nivel mundial. Una dirección que será imprescindible que se construya también con los revolucionarios y los mejores luchadores de los EEUU.
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